Corrupción en el Gobierno Chileno

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Con esto se quiere que los animales entiendan que el trabajo de líder es casi un suplicio, algo que se hace casi insostenible, pero que por el bien común vale la pena todo esfuerzo y sacrificio.

Sin embargo la desilusión aumentaba con el paso del tiempo y las leyes estipuladas en un principio no eran consideradas;

“Jamás tener trato alguno con los seres humanos; nunca dedicarse a comerciar; nunca usar dinero, no fueron ésas las primeras resoluciones adoptadas en aquella reunión triunfal, después de haber expulsado a Jones?” (Orwell 2015, p.64-65)

No en vano pasan los años, a través de los cuales surgen la desconfianza, las diferencias, los temores al ver que comenzaban a haber malos tratos, falta de alimentos, incluso muertes. Habían muchos más animales que en un principio y la rebelión era vista como una tradición que pocos conocían.

“Parecía como si la granja se hubiera enriquecido sin enriquecer a los animales, exceptuando, naturalmente, los cerdos y los perros. Tal vez eso se debiera en parte a que había tantos cerdos y tantos perros.” (Orwell 2015, p.118)

Lo anteriormente expuesto se puede relacionar con el sistema político Chileno, ya que durante los periodos de propaganda política, los candidatos prometen muchas cosas, con la única finalidad de adquirir poder, ilusionado a sus posibles electores, quienes muchas veces se deslumbran al escuchar y pensar en lo que podrían obtener si el candidato ganara, sin embargo tarde o temprano terminan desconociendo sus promesas de bienestar común y sólo se benefician unos pocos, causando y provocando descontento, malestar y desilusión en todos aquellos que le entregaron un voto de confianza.

El principio de nuestra constitución política es clara, al decir que todos somos iguales, aunque no es así, ya que las leyes no corren igual para todos.

Bibliografía

- George Orwell. (2015). La Granja de los Animales. Santiago: Tricahue.

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