De qué depende ese complicado y sufrido mecanismo que denominamos apetito?

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Es mucho mejor para evitarlas, implementar un estilo de vida que mejore nuestro organismo, equilibre el peso y satisfaga el apetito.

EDUCANDO EL APETITO

Como lo hacemos con la mente, las ideas, el desarrollo corporal, también podemos regular el alimento para que sea beneficioso para el cuerpo y el espíritu: si bien es mejor que comenzemos de jóvenes o de niños, no es tan difícil ni tampoco imposible realizar el cambio nutricional cuando somos adultos: es más, en esa época de la vida, es cuando sentiremos más rápidamente los beneficios de la buena alimentación.

Cuales serán los factores a modificar?

Comer despacio: recién cuando la comida lleva un tiempo en el estómago, el cerebro lo registra y desencadena los mecanismos correspondientes a la anulación del apetito: si comemos rápido ingeriremos mayor cantidad de comida de la que necesitamos.

Comer regularmente alimentos con cantidad apropiada de proteínas, glúcidos y lípidos: saltar una comida no ayuda a regular el apetito, sino al contrario, puede desencadenar “antojos” que generalmente son de cosas dulces, con lo que acabamos comiendo más calorías de las que necesitamos: si no es posible hacer una comida, tratar de ingerir una frutas con nueces o almendras.

Ejercicio: la actividad física realizada en forma regular mejora la utilización de la glucosa por las células y disminuye la masa adiposa por el aumento del requerimiento calórico; además la elongación de los tendones musculares realizada en el ejercicio estimula la secreción de endorfinas, la hormona del placer, y de otras hormonas.

Caminar 30 minutos por día es una actividad física al alcance de todos.

Control de los alimentos: muchas veces ayuda llevar un diario con el tipo y la cantidad de alimentos y si hay alguna relación psíquica o física con el deseo de determinado sabor: esto hace posible sustituir alguna comida o corregir el horario de las mismas.

Suplementos nutricionales: muchas veces carencias subclínicas de ácido fólico, vitamina B12, B6, hierro, zinc y otros metales puede influir en el aumento del apetito: para corregirlas se mejor ingerir vegetales crudos en buena cantidad ya que los preparados comerciales no son específicos para cada problema; si el problema continúa, lo mejor es la consulta con el profesional que indicará el suplemento necesario.

Suplementar con productos naturales, algas, levadura de cerveza, semillas de girasol y de lino, germen de trigo puede ayudar

Enfermedades: infecciones como micosis o Cándida Albicans, que dependen de la ingesta de hidratos de carbono, también pueden alterar el apetito hacia una mayor ingesta de azúcares: la solución es eliminar justamente todo alimento que los contenga, incluyendo las frutas y sus jugos .

Alergias: es muy frecuente encontrar un apetito desmesurado justamente hacia aquellos alimentos que provocan la alergia: se forma entonces un círculo vicioso del cuál es muy dificil salir sin la ayuda del profesional que detecte la sustancia culpable: si Ud. tiene una atracción muy fuerte, por ejemplo, hacia el chocolate, las harinas blancas, los lácteos, pruebe eliminarlo durante tres o cuatro semanas.

En el control del apetito hay una gran influencia familiar, aprovechemos las vacaciones, cuando tenemos más tiempo para estar juntos, para conocer las costumbres nutricionales del grupo familiar y proponer un cambio en aquellas comidas que desequilibrar, aumentando justamente la cantidad de alimentos que nos proporcionan salud física y mental.