Derecho y sus fuentes.

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Jurisprudencia.

Por jurisprudencia se puede entender 2 significados, uno de ellos la contempla como la ciencia del derecho, o teoría del orden jurídico positivo; el segundo nos sirve para designar el conjunto de principios y doctrinas contenidos en las decisiones de los tribunales.

Constituyen jurisprudencia el conjunto de tesis que reúnen los requisitos señalados en los artículos 192 y 193 de la Ley de Amparo (cinco sentencias no interrumpidas por otra en contrario). Comprende la función de interpretar las normas jurídicas, resolver los conflictos, aplicar las normas.

La jurisprudencia es una fuente material pues no aparece contemplada como forma legítima de creación de normas jurídicas.

Doctrina Jurídica.

La doctrina jurídica puede definirse como el estudio del Derecho con la finalidad de sistematizar las normas tanto en su forma de interpretarla como en la manera de aplicarla.

Plantea problemas teóricos o prácticos con enfoques críticos e intenta plantear soluciones para solventar las deficiencias mismas de la letra de la ley y a veces de la práctica (jurisprudencia) que con ella se realiza, es por ello que la doctrina jurídica no puede ser siempre científica, casi nunca lo es.

Fuentes históricas del Derecho.

Fuentes históricas son aquellos documentos, inscripciones, papiros, libros, etc, que encierran el texto de una ley o conjunto de leyes, que contienen conceptos, preceptos o normas jurídicas que constituyen antecedentes de nuestro Derecho; las fuentes históricas son todos los documentos que encierran el texto de una ley o conjunto de leyes; son documentos que contienen la información del derecho vigente en otra época, en base en los cuáles nos inspiramos para crear una determinada ley o institución jurídica.

Retomamos la costumbre como parte de la fuente histórica del Derecho, pues históricamente las costumbres fueron anteriores a las obras de los legisladores. En los estados primitivos de la evolución social existía una costumbre indiferenciada, mezcla de las prescripciones éticas, religiosas, convencionales y jurídicas. Al independizarse el derecho de la religión y la moral, conservó su naturaleza consuetudinaria, y no fue en época sino relativamente reciente cuando el proceso legislativo se inició, apareciendo los primeros códigos.

La historia revela un contante impulso hacia el derecho escrito. Por ejemplo, en la edad media, las aspiraciones a la fijeza del Derecho manifestábanse, sea en la redacción de cartas que establecían los derechos respectivos del señor y los súbditos, sean la redacción de costumbres, primeramente, a iniciativa privada, más tarde a título oficial.

La tendencia, siempre creciente, hacia la codificación del Derecho, es una exigencia de la seguridad jurídica. A pesar de su espontaneidad, el Derecho consuetudinario carece de una formulación precisa, lo cual lo hace difícil su aplicación y estudio. Por otra parte, su ritmo es demasiado lento. El legislado, en cambio, además de su precisión y carácter sistemático, puede modificarse con mayor rapidez, y se adapta mejor a las necesidades de la vida moderna.