Desarrollo de la teoria diplomatica.

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Aristóteles, Platón, ser capaz de resolver problemas difíciles de formar pacifica, experto en matemáticas, arquitectura, música, física y derecho civil y canónico entre otras cualidades. Estas cualidades dejaron de ser necesarias ya que la experiencia ha demostrado que la eficacia, la inteligencia y el carácter, pueden ser aplicadas por una persona en su propio país, puede hacerlo en otro.

A través del tiempo hay existido diversas opiniones con respecto a que si la astucia o la honradez son instrumentos, también eficientes en la diplomacia.

Como algunas autores han expresado que puedo y no puede hacer un diplomático, una de ellas es no mentir, ya que te estas apoyando bajo cimientos inseguros, y puede existir la posibilidad que se descubra la mentira u esto ocasiona una mala impresión, además de que la palabra del diplomático ya no es de fiar.

En cambio si se actúa con honradez y se utilizan métodos justos y razonables se cuenta con un respaldo sólido, además un diplomático debe formarse con una reputación de rectitud y honradez, para en el futuro sea conocido como persona de confianza.

Por ello se examinaran las virtudes, que bajo el epígrafe general de "influencia moral", debe poseer o adquirir nuestro diplomático ideal.

La primera de estas virtudes es la veracidad, como ya se mencionó, cuando se dice la verdad se encuentra uno de pie en una base firme, se debe de dejar una buena impresión, pero si en caso de haber mentido, y fue descubierto, debe de enmendar su error en el momento y lograr fortalecer así la confianza futura.

La segunda es la precisión, esto se refiere a la exactitud intelectual y también a la exactitud moral. El negociador debe de ser integro tanto de mente como de alma. Un diplomático profesional esta guiado por normas de precisión, el cual recibe instrucciones que debe de seguir y debe de redactar y expresar de la mejor manera ante un gobierno extranjero en una entrevista, además al terminar la entrevista, debe comunicarle a su gobierno el contenido y resultado de dicha entrevista. Un diplomático no debe de dejar de informar a su gobiernos acerca de la dirección en la que, según su parecer se desarrollaran probablemente los acontecimientos locales, por lo cual no puede dejar de observa y prestar atención, y asi poder opinar de la situación.

Aunque en ciertas situaciones en donde el diplomático tiene temores al expresar su juicio, por miedo a equivocarse, pero esto es necesario ya que dejaría de realizar una de sus deberes más deseables.

Un embajador actúa de buena manera en preocuparse por mantener buenas relaciones con las autoridades con quien tiene que tratar. Aunque a veces un diplomático puede recibir información por parte de su gobierno que tiene que entregar a un gobierno extranjero y resulta que pueda ser toma con dolor e irritación. Pero a pesar de eso el embajador debe de seguir su misión y entregar la información, optando por usar una entonación de voz y un gesto tan conciliador como sea preciso para expresar que él personalmente, en realidad no está conforme con la información que se le ha ordenado entregar.

La tercera cualidad es la calma, debe de evitar mostrar irritación, cuando se enfrenta a la estupidez, la arrogancia, brutalidad de parte de aquellos con quien debe de negociar, huyendo de toda animosidad o predilección personales y de todos los entusiasmos, prejuicios, vanidades, exageraciones, dramatizaciones e indignaciones morales. Un diplomático ideal debe de ser de buen carácter y excepcionalmente paciente, ya que la paciencia y la perseverancia son también son esenciales a todo negociador afortunado.

Pero para ser un diplomático ideal se debe de ser también modesto. Porque la vanidad puede ocasionar que un embajador por vanidoso omita o descarte opiniones o consejos de personas con una experiencia mayor a la suya en relación a un país o sobre un problema.

La séptima y última virtud es la lealtad. El diplomático profesional está dominado por diversas lealtades, en ciertas ocasiones contradictorias. Les debe lealtad a sus gobiernos, a sus compañeros de misión, a la colonia d sus compatriotas y le debe otra forma de lealtad al gobierno cerca del cual está acreditando y el ministro con quien negocia.

Se puede presentar situaciones donde el diplomático resido en cierto lugar, por razones de su misión, y esto ocasiona que su lealtades este un poco borrosas, ya que se puede confundir y considerar las "buenas relaciones" como su única actividad, y verse en situaciones donde no contar toda la información a su gobierno., pero esto no debe de suceder, se le debe una lealtad a tu gobierno y se le debe de decir toda la verdad sin importar lo difícil que sea.

Estas son las cualidades con loas que debe de contar un diplomático para ser ideal.