Desarrollo vital desde la génesis
Enviado por Mikki • 30 de Agosto de 2018 • 5.304 Palabras (22 Páginas) • 340 Visitas
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A Antonia ha comenzado a comenzado a notársele el embarazo y decide dejar de realizar algunas actividades más pesadas y Mariano la llama varias veces al día para saber de su estado. Durante este mes la cabeza y el cuerpo tienen al fin un tamaño proporcional el uno con el otro. El feto mide de 20 a 25 centímetros y pesa 170 gramos. El cordón umbilical ha llegado a tener el tamaño del cuerpo y este continúa creciendo junto con él. La placenta ya está desarrollada y Antonia a veces siente las pataditas del feto ya que la actividad muscular ha aumentado.
Antonia se da cuenta que entra al quinto mes y siente que hay periodos en los que el feto no se mueve y otros en los que es más activo, ya que este tiene ritmos definidos de vigilia y sueño pero cuando está despierto se vuelve muy activo, Antonia también siente más peso en su abdomen, esto se debe a que en esta etapa del embarazo el feto ha crecido y pesa de 340 a 350 gramos, y mide cerca de 30 centímetros, las glándulas sudoríparas y sebáceas están funcionando, puede oírse el corazón del feto y aunque haya un desarrollo de los órganos, los pulmones aún no son capaces de mantenerse en funcionamiento fuera del útero. Antonia también siente acidez producto del crecimiento de lanugo.
En el sexto mes disminuye el ritmo de crecimiento del feto, los ojos están completos se abren y se cierran y miran en todas direcciones. Puede abrir y cerrar el puño, ya mide 35.5 centímetros y pesa medio kilógramo, tiene acumulación de grasa bajo la piel.
Antonia se siente más cansada y su vientre se nota más abultado a mediados de este mes decide dejar de trabajar y tomarse su prenatal. Al finalizar el séptimo mes el feto mide 40 centímetros y puede pesar hasta 2.2 kilógramos. Tiene reflejos bien desarrollados, llora, respira y traga. El lanugo desaparece en esta época o permanece hasta poco después de nacer.
Antonia se encuentra descansando en el hogar y Mariano contrata una asesora del hogar para colaborar en las tareas del hogar ya que Antonia se encuentra más cansada y no puede hacer grandes esfuerzos físicos, el feto ya de ocho meses alcanza ya los 50 centímetros y pesa entre 2.3 y 3.2 kilos. El espacio del útero ya no le es suficiente y estorba sus movimientos. Durante este mes y el siguiente se desarrolla una capa de grasa alrededor de su cuerpo que le permitirá adaptarse a los cambios de temperatura fuera del vientre materno.
Antonia tiene guardada una maleta preparada con su ropa y la del bebé ya que se encuentra en el noveno mes de gestación y el parto se acerca. El feto ha dejado de crecer una semana antes del parto. Ya sus órganos están desarrollados completamente, el pulso se acentúa, el color rojizo de la piel se desvanece. El feto se encuentra en posición para nacer.
Antonia ha despertado a las ocho de la mañana con una sensación extraña en el vientre, está en la última semana de gestación y sabe que el parto ya está cerca, con el transcurso de las horas comienza a sentir dolores más intensos. Su útero lleva aproximadamente dos semanas preparándose para este momento, los niveles de estrógeno han aumentado de manera abrupta, estimulando las contracciones del útero y el cuello de la matriz se flexibiliza. Antonia se encuentra en trabajo de parto. Las contracciones son cada vez más frecuentes y dolorosas y el cuello del útero se dilata cada vez más, ya van 12 horas de trabajo de parto y Antonia se encuentra en la segunda etapa de trabajo de parto. Ahora las contracciones son aún más frecuentes y más fuertes. La cabeza del bebé ha comenzado a pasar por el cuello del útero de Antonia. Durante la hora y media siguiente el bebé ya está fuera del cuerpo de Antonia, ya casi ha terminado el parto, solo se debe cortar el cordón umbilical. Ha sido un parto exitoso y sin problemas, para finalizar Antonia expulsa la placenta y el resto del cordón umbilical. Ha nacido un varón al que llamarán Emiliano.
Emiliano ya ha nacido y es necesario realizarle las evaluaciones médicas correspondientes. Es un bebé rosado, con pulso rápido y estable, hace gestos como estordunar y llorar y tiene una respiración firme, solo tiene actividad muscular un poco baja, pero de todas formas el test de apgar indica que Emiliano ha nacido sano y su evaluación está dentro de lo normal, ha obtenido nueve puntos de un total de diez.
Emiliano ha pesado 3.25 kilos y mide 51 centímetros. Es un bebé de piel blanca, ojos verdes y escaso pelo castaño, como su madre y los ojos de su padre. Antonia y Mariano están felices de conocerlo al fin y les ha encantado la sorpresa de que sea varón. Ha heredado algunos rasgos tanto de su madre como de su padre, por ejemplo los ojos verdes, como los de su padre, mediante herencia dominante heterocigótica. El pelo castaño claro como su madre mediante herencia dominante homocigótica, al igual que el color de piel y si bien tiene una estatura promedio para ser un recién nacido, esperan que sea alto al igual que su padre. En su genotipo se expresa una predisposición genética al TDAH y a la diabetes, esto lo ha heredado de su padre, afortunadamente ha nacido sin alergias ni defectos o malformaciones congénitas.
Antonia ha comenzado a amamantar a Emiliano desde el momento de su nacimiento, ya que es lo que los doctores le han recomendado, además ella anteriormente leyó sobre los beneficios de la lactancia materna. Al estar amamantando a Emiliano está fomentando el apego, además de entregarle todos los nutrientes necesarios para su correcto desarrollo. Lo esperable es poder amamantar al menos hasta que Emiliano cumpla los 6 meses, y luego tanto tiempo como sea posible. Los doctores le han recomendado a Antonia que recién a partir de los dos años empiece a incorporar los alimentos sólidos en la dieta de Emiliano, ya que en otros países lo hacen a los 4 meses de edad y las tasas de obesidad infantil son de las más altas del mundo, considerando que Mariano tiene altos niveles de colesterol, problema que pudo haberle heredado al pequeño. También es importante que Antonia cuide su alimentación durante el período que esté lactando, ya que la mayor parte de los nutrientes que ella ingiera será lo que le traspase a su hijo por medio de su leche materna.
Emiliano, pese a que lleva muy poco tiempo de nacido ya posee algunas conductas reflejas que vienen intrínsecas en él, como el reflejo de succión que le permitirá alimentarse a través del seno de su madre, también el pequeño al sentir roces en sus pequeñas manos aprieta con fuerza, a eso se le llama reflejo de prensil, este reflejo es natural en los pequeños hasta los 6 meses aproximadamente, es la necesidad natural de sostenerse, y está muy ligado al desarrollo de los apegos. También podemos encontrar
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