Durante los últimos tiempos, se ha visto el incremento de la actividad minera en el Perú

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Otro caso es acerca de la empresa minera Antamina, la cual se dice que no solo es el proyecto más grande del Perú, sino que también ha asumido con mayor decisión que otras empresas un discursos de responsabilidad social como conducta corporativa, sin embargo, un trabajo de campo realizado ha revelado que esta apreciación a su discurso no es compartida por la publicación afectada en sus dos zonas de intervención, ambas ubicadas en Ancash: El distrito de San Marcos, situado en el callejón de Conchucos a 270 km al noroeste de Lima, el cual es fiscalizado como “muy pobre” en el último Mapa de Pobreza de Foncodes; y el territorio de Huarmey, ubicado a unos 300 km del norte de Lima, el cual en el Mapa de Pobreza de Foncodes califica como “pobre” ( DE ECHAVE 2009:99). (AMPLIAR)

Por último, contamos con la empresa minera Raura que fue denunciada por la comunidad campesina de Quichas (Oyón) debido a la contaminación de sus suelos y un presunto despojo de la propiedad de terrenos comunales( Defensoría del Pueblo: 2012). Esta empresa minera ha contaminado el agua de Quichas debido al uso de materiales como plomo, cobre, zinc entre otros, provocando de esta manera que los pobladores se queden sin recursos naturales para su subsistencia e inclusive, a muchos de ellos los ha dejado sin un trabajo como por ejemplo, la agricultura, debido a la falta de agua para el riego de sus productos, quedando así tierras prácticamente infértiles. Esta minera se comprometió, al igual que en los casos anteriores, a darles un beneficio económico y desarrollo social, los cuales evidentemente no se han dado.

(AMPLIAR)

Como hemos notado, estos ejemplos de tantos que existen en nuestro país, muestran el abuso, injusticia e incumplimiento por parte de las empresas mineras, con lo cual podemos afirmar que la minería en el Perú es realizada de una manera incorrecta y perniciosa, y es por esto, que no debería llevarse a cabo.