EL CONSTRUCTIVISMO EN EL DESARROLLO DE CAPACIDADES DE INVESTIGACIÓN
Enviado por monto2435 • 10 de Diciembre de 2018 • 4.920 Palabras (20 Páginas) • 464 Visitas
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- Principio de interacción del hombre con el medio.
- Principio de la experiencia previa como condicionadora del conocimiento a construir.
- Principio de elaboración de “sentido” en el mundo de la experiencia.
El paradigma constructivista
Los estudios realizados sobre el constructivismo muestran una gran variedad de concepciones y aplicaciones del término, en los que se resalta la confusa determinación del objeto de estudio de la teoría constructivista; por lo tanto, primero se enfoca la epistemología como una teoría del conocimiento que busca validarlo; segundo, como una teoría de la ciencia, puesto que permite de manera metódica la aprehensión del conocimiento, y tercero, como una filosofía de la ciencia, ya que proporciona de manera rigurosa la reflexión y análisis del mismo. Por lo anterior, se hace necesario conocer los fundamentos para el análisis, configuración, adquisición y validación del conocimiento, es decir, un enfoque epistemológico[5].
Cuando se hace alusión al concepto de epistemología, de ella no se tiene una única acepción; desde una concepción contemporánea, se propone como el estudio de la naturaleza del conocimiento científico, de las circunstancias de su producción[6] y en relación con "episteme", significa literalmente teoría de la ciencia[7] tratando los problemas planteados por la misma. En otras palabras, es en esencia el estudio crítico de los principios, de las hipótesis y de los resultados de las diversas ciencias, destinada a determinar su origen, su valor y su contenido objetivo[8].
Dificultades epistemológicas del constructivismo
Hasta principios del siglo XX, las concepciones realistas o empiristas y, consecuentemente, las teorías de aprendizaje asociacionistas, eran dominantes en la epistemología y la psicología. Sin embargo, durante el pasado siglo ha ido creciendo una fuerte corriente de oposición frente a estos paradigmas[9]. Según Marino, esta corriente de oposición es la que ha puesto de moda el constructivismo como uno de sus principales representantes; sin embargo, los vacíos en la elaboración del propio discurso constructivista, todavía plagado de dudas e incertidumbres, exige que se le asuma de manera flexible y critica[10].
En los constructivistas se percibe un cierto matiz exaltado, que se puede percibir en el empeño metacientífico que ponen en la defensa de sus postulados, en el ímpetu con el que consideran superado cualquier otro planteamiento y en el frecuente secreto de un lenguaje psicologizante que es solo accesible a sus partidarios.
Entonces, el conocimiento es el resultado de un proceso dinámico e interactivo, a través del cual la información externa es interpretada y reinterpretada constantemente por la mente, que va construyendo de modo progresivo modelos explicativos cada vez más complejos y potentes; por lo tanto, se conoce la realidad a través de los modelos que se construyen para explicarla, siempre susceptible de ser mejorada o cambiada[11].
Por consiguiente, el constructivismo reduce el realismo y el materialismo a sus versiones mecanicistas y contemplativas, y se ve cuestionado por la coincidencia entre los postulados de este y los del empirismo de Hume[12]. Al respecto, Montes plantea que la ligazón entre los diferentes autores estaría dada en tomo a algunos principios epistemológicos, pero que de ninguna manera podríamos considerar que estamos frente a una teoría en sentido estricto[13].
Por ende, algunos de los constructivistas teóricos son abiertamente idealistas, como Von Glasersfeld, para quien no hay más realidades que aquellas que el conocimiento constituye por su propia actividad, hasta aceptar el constructivismo radical sin matices; en otras palabras, la noción empirista-idealista de impresión, según la versión de Locke; es decir, solo intuimos nuestras propias intuiciones, o en términos de Berkeley, nuestras ideas o sensaciones no nos informan que las cosas existan sin la mente o que existan aparte de nuestro acto de percibirlas[14].
Por esta razón Barrio Maestre justifica que la objeción principal que puede plantearse al constructivismo se refiere al equívoco que subyace en la noción misma de construcción del conocimiento, ya que es un conocer que no es dominar la realidad de lo conocido, sino su mera idealidad, en la que la representación que el sujeto construye no es conocer en modo alguno, puesto que la actividad del sujeto no anula la correspondiente actividad de la cosa conocida, debido a que lo que es completamente inactivo, o pasivo, es el objeto en tanto que objeto. De esto resulta que la cosa no consiste en su ser-objeto, ya que también hay en la cosa una actividad que hace posible, a su vez, la actividad de conocerla por parte del sujeto, es decir, su acto de ser. Entonces, la primera condición de posibilidad del conocimiento no está en el sujeto, sino en el acto de ser la cosa, de modo que su ser es, por lo mismo, dejarse conocer[15].
Además, se puede afirmar que no hay nada nuevo en el constructivismo[16], a pesar de haber ejercido una fuerte influencia en los últimos años en educación, puesto que los conceptos y tesis fundamentales del mismo son muy oscuros, escasos e inconvenientemente fundamentados[17].
Postulados de base del Constructivismo
El constructivismo por su parte, se interesa en cómo se crean las significaciones y cómo se construye la realidad. Su punto de articulación se sitúa en una epistemología descriptiva, evolutiva o genética, la cual se centra en las siguientes cuestiones: ¿Cómo se conoce? ¿Y cómo se comunica lo que se conoce? (Zúñiga, 1993). Las características básicas de la epistemología constructivista nos llevan a pensar que el mundo así construido es un mundo empírico compuesto de experiencias, que no pretende de ninguna manera presumir de la obtención de “verdad” en el sentido de una correspondencia a una realidad ontológica. (Von Glasersfeld, 1988: 32). El constructivismo indica que las realidades son múltiples y que ellas existen en el espíritu de la gente. Así, la realidad se presenta a partir de múltiples construcciones, de las cuales la base es social, vivenciada, local y específica, dependiente de su forma y su contenido de las personas que las construyen. El conocimiento, para el constructivismo, es una representación pertinente de la realidad y no una correspondencia icónica de este último. De esta forma, el conocimiento, es la comprensión de cómo se construye el mundo. Mencionemos, bajo la perspectiva
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