EL GRAN RMODELO PRESAGIO PRODUCTO

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Los profesores, al planificar, piensan en términos de contenidos o actividades cuya selección y valoración dependerán de la imagen que tengan de sus alumnos. Los objetivos suelen quedar ocultos en la planificación.

Durante la clase, el docente actúa guiado por los planes previamente establecidos. Sus esquemas funcionan como un filtro cognitivo que simplifica la compleja realidad del aula y aísla los posibles problemas. Cuando el plan original del docente no puede resolver ciertas problemáticas detectadas, tiende a utilizar otras rutinas que han tenido éxito en situaciones similares o bien a reaccionar de formas imprevistas y difíciles de analizar. Esto depende de su experiencia y de la naturaleza del conflicto.

Teorías mediacionales centradas en el alumno

Teorías anteriores olvidan las variables relacionadas con el pensamiento y la acción de los estudiantes en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Clark señala que alumno ha sido visto como un agente pasivo cuyo aprendizaje depende de la acción del profesor. Los estudiantes empiezan a ser reconocidos como transformadores activos del conocimiento y como constructores de esquemas conceptuales alternativos.

El pensamiento de los alumnos y sus esquemas alternativos han sido descriptos por numerosos autores.

Osborne y Wittrock resumen los postulados fundamentales de este enfoque:

- Los niños tienen opiniones y puntos de vista acerca de temas científicos desde temprana edad.

- Estos puntos de vista son a menudo distintos de las visiones de los científicos. Para los niños son prácticos y útiles.

- Estas concepciones pueden permanecer sin ser influenciadas por la enseñanza de las ciencias.

Estas teorías se centran en explicar el fracaso constatado en la enseñanza de los contenidos científicos.

Pope, siguiendo a Kelly, considera que los alumnos se explican a sí mismos y a su entorno construyendo modelos y teorías personales, que serán evaluados continuamente por medio de la experiencia. Kelly considera que cada individuo elabora un sistema de constructos personales que funcionan como paradigmas para interpretar y predecir la realidad.

Según Kelly las diferencias entre pensamiento de los alumnos, los del docente y los conceptos formales de la ciencia deben ser resueltas de forma abierta, consideradas como puntos de vista constructivos alternativos.

Driver da ciertas características de los esquemas alternativos:

- Suelen tener coherencia interna debido a su validez funcional (posibilidad de ser aplicados) en determinados contextos experienciales.

- Suelen tener carácter tácito y por eso, son difíciles de explicar.

- Ciertos esquemas son muy resistentes al cambio y algunos no se modifican fácilmente mediante la enseñanza tradicional.

Driver toma una concepción constructivista del aprendizaje, y resume sus principios de la siguiente forma:

- Lo que hay en el cerebro del alumno importa.

- Encontrar sentido supone establecer relaciones.

- El alumno construye activamente significados.

- Los alumnos son responsables de su propio aprendizaje.

Astolfi ha realizado aportes significativos en relación a las representaciones de los estudiantes en situaciones de clase. Según el autor, las mismas no deben ser consideradas errores conceptuales cuando se desvían del conocimiento científico, sino como adaptaciones simplificadas de la memoria a las siguientes variables contextuales:

- Los obstáculos específicos del campo conceptual trabajado.

- La decodificación que el alumno hace de la situación.

- Las interacciones inter-individuales presentes.

Astolfi busca analizar la naturaleza profunda de los errores conceptuales al ligarlos al contexto del aula y al comprobar los cambios que experimentan según las características del contexto educativo. Si este último es propicio, los constructos personales evolucionaran significativamente.

MODELO ECOLÓGICO

Este modelo critica concepciones anteriores por dejar de lado las variables contextuales y conductuales que completan el entramado de la situación áulica.

Doyle es uno de los investigadores más destacados en el estudio de ambientes de clase. Desde su punto de vista, tanto el pensamiento como la praxis de profesores y alumnos están condicionados y mediatizados por el intercambio que se establece en el aula entre las conductas de los alumnos y la evaluación del profesor. No sólo se evalúa por medio de exámenes: todo en la escuela es objeto de valoración. Horarios, normas y rutinas establecen márgenes que de ser traspasados son objeto de castigo, rechazo y recriminación social.

Las interacciones entre profesores y estudiantes se dan de manera jerárquica y no igualitaria. La estructura de poder en el aula y en el centro educativo, determina la dinámica de las relaciones pico-sociales.

Dentro de la estructura de poder alumnos y profesores negocian lo que Doyle denomina el intercambio de actuaciones por calificaciones. Este define las tareas académicas que el alumno debe realizar.

Este intercambio se da en dos planos:

- Explícito y formal: declaraciones del docente acerca de la naturaleza de los exámenes y la calificación, de los contenidos y la forma de prepararlos, y sobre cómo la conducta y el rendimiento diario afectan la calificación final.

- Implícito: aquello que pertenece oculto en la comunicación verbal y que se desarrolla sutilmente a través de miradas, gestos, omisiones, dobles mensajes, etc.

Por otro lado, al alumno se le presenta un intercambio simbólico caracterizado por la ambigüedad. Sus expectativas de salir airosos de los procesos evaluadores le llevan a detectar e identificar aquellos indicadores de situación que les permiten agradar o no, dependiendo de la situación. Esta ambigüedad hace que alumnos y docentes actúen con cierto grado de incertidumbre.

Toda la matriz situacional de mensajes, influencias,