EL LIDERAZGO POLICIAL

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Teoría del Gran Hombre (Yukl y Van Fleet, 1992).

En la que sugiere que “ciertas características de las personas (enfoque de rasgos) diferencian a quienes pueden considerarse líderes de aquellos que no lo son (Bass, 1990)”, es decir, que existen cualidades específicas que diferencian al líder. Según Yukl (citado por Lupano y Castro) algunos rasgos son: altos niveles de energía, tolerancia al estrés, integridad, madurez emocional y autoconfianza. Las dos primeras características permiten atender las demandas de un líder, mientras que las segundas tienen que ver con las relaciones de mando (p 109). Bass (1985) contribuyen en esta caracterización afirmando que otros rasgos del líder son: “…tener convicciones sólidas, autoconfianza, presentar un fuerte anhelo de poder” (ibídem, p 112).

Esta teoría también se basa en la creencia de que los líderes son personas excepcionales, que nacen con cualidades innatas o que tienen atributos virtuosos de positivismo, organización, ambición, entusiasmo, entre otros. Como lo John Maxwell (citado por Estrada, p 347) en su libro “The 21 Indispensable qualities of a Leader” en que identifica y clasifica en una pirámide de las cualidades de los líderes a través de la historia, en el siguiente orden: focalización, iniciativa, carácter, generosidad, relaciones interpersonales, seguridad, valor, discernimiento, estabilidad, carisma, compromiso, visión del futuro, actitud positiva, capacidad de trabajo, responsabilidad, solución de problemas, escucha, comunicación, servicio, autodisciplina, pasión.

Para Yukl (2002) el liderazgo no es lo mismo que gerenciamiento (management), puesto que los primeros generan cambios desde los valores, ideales e intercambios emocionales, mientras que los segundos son guiados por el cumplimiento de obligaciones contractuales; los gerentes valoran la estabilidad, el orden, la eficiencia, la obediencia mientras que los lideres consideran la flexibilidad, la innovación, la adaptación, etc. (ibídem p 108-109)

Teoría conductista (1950 - 1960)

Se centra en el análisis de las conductas de los líderes. De acuerdo a los estudios adelantados en Ohio State Universilly basados en la implementación de instrumentos de medición LDDQ y SBD[1], esta teoría tiene dos categorías: la iniciación de estructuras que tienen que ver con actos de organización de trabajo, estructurar el contexto laboral, definir roles y obligaciones, entre otras, y la iniciativa de consideración que son las conductas que buscan mantener y mejorar las relaciones entre el líder y sus seguidores, aquí influye el respeto, la confianza y el clima del buen trato.

Teoría Situacional (Fiedler, 1967 – 1978)

Abordada de manera general en este trabajo, se comprende desde la idea de las situaciones, es decir que dependiendo de la situación existe un tipo de líder con unas características determinadas, algunos ejemplos situacionales son: Contingencia son las relaciones entre el líder y los seguidores, la estructura de las tareas y el poder ejercido por el líder; metas (Evans y House, 1971) la capacidad que tiene el líder para motivar (convencer) a sus seguidores; y recursos cognitivos tiene que ver con la capacidad de manejar el estrés interpersonal, el apoyo grupal y la complejidad de tareas, tiene que ver con la inteligencia, la experiencia y la pericia técnica.

Teoría transformacional (Bernard M. Bass, 1985)

Esta teoría integra la teoría de rasgos o gran hombre y la teoría conductista para que sean aplicables en la teoría situacional. Este enfoque científico aplica mayor atención a las actitudes de percepción, confianza y respecto que tiene los seguidores hacia el líder, hasta llegar al punto de idealizarlo con características excepcionales. Este concepto se centra en el cambio y el papel del liderazgo en la transformación del desempeño organización, a su vez está asociado a la premiación o sanción que imponen los lideres a los subalternos o seguidores en virtud de verificar del cumplimiento de los objetivos. Se supone que este tipo de liderazgo provocan cambios de conciencia en los seguidores para que transciendan sus interés personales hacia los de la organización (Bass, 1985). En este tipo de liderazgo influye el carisma, la inspiración, la estimulación intelectual, las consideraciones individuales.

Para Vargas (sf) la tipificación de esta teoría se divide en dos, cultural desde la integridad moral y compromiso social, plenitud de valores humanos, expresado en el servicio hacia los demás y social desde los psicológico, social, cultural, histórico y espiritual.

La representatividad del liderazgo en el servicio policial

La argumentación teórico-conceptual antes descrito permite determinar que el liderazgo se convierte en un elemento esencial en el gerenciamiento del servicio policial, puesto que se requiere que el personal en general desarrolle cualidades básicas de liderazgo como dirección de personal, disciplina, orden, confianza, tolerancia, compromiso, que se pueden ver como valores básicos del individuo, pero como lo muestra la historia en necesario desarrollarlos en la experiencia de vida. A partir de esto se tendrá como resultado un personal calificado para comprender, aprender y reaprender, planificar, coordinar, toma de decisiones, manejo del poder, habilidad para la negociación y la concertación, entre otros.

En el contexto policial o desde la teoría empírica, se encuentra reflejadas muchas de las particularidades que señala Alcaide, en reflexión del libro “El mito del Líder”, como “El liderazgo tiene mucho que ver con el equipo”, “El liderazgo abarca a todas las personas”, “El verdadero líder desea y trabaja por ser prescindible”, “El liderazgo es coherencia y ejemplo”,” El liderazgo es comunicación”, El líder no se deja seducir por las alabanzas”, “El líder reconoce sus carencias y solicita ayuda”, entre otras, pero definitivamente estas no tendrán los resultados esperados si no se aplican a partir de la teoría transformacional.

Para terminar, y sin tener el ánimo de agotar esta investigación, el liderazgo en la institución y el ejercicio policial se convierte en un recurso necesario en la gerencia puesto que a partir de ello se adelantan los diferentes niveles de toma de decisiones[2], estrategias tácticas, operativas, y administrativas; mejora la comunicación y bienestar laboral; y finalmente es una cualidad esencial en los jefes y comandos que tienen a cargo el direccionamiento de sus grupos de trabajo.

Conclusiones