EL MOMENTO DE LA VERDAD: CRÓNICAS Y CRÍTICAS AL DESCUBIERTO.
Enviado por Albert • 17 de Abril de 2018 • 3.550 Palabras (15 Páginas) • 246 Visitas
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Llegar al punto cero, es decir descalificar transformar a los hombres en salvajes e infieles, a los dioses locales en demonios, a su forma de vida en barbarie, fue el objetivo de los europeos, esto lo evidenciamos en el cuarto viaje Colón, en el que cuenta estar rodeado de un millón de salvajes, de crueldad y enemigos. Hernán Cortés también consideraba que los indígenas eran gente bárbara y apartada del conocimiento de Dios.
Una vez alcanzado el “punto cero”, España extendió su imperio mediante una administración y virreinatos a su imagen y semejanza, las crónicas realizadas por Hernán Cortés, quien llevo a cabo la conquista de México, en sus cartas dirigidas al rey de España Carlos V. además de describir las características del espacio urbano, de sus riquezas, tiene el afán de convertir a sus habitantes a la religión católica, deshacerse de los dioses que los nativos profesaban con la imposición del catolicismo imperial, por ejemplo:
“Yo les hice entender con las lenguas cuán engañados estaban en tener su esperanza en aquellos ídolos, que eran hechos por sus manos, de cosas no limpias, e que habían de saber que había un solo Dios, universal Señor de todos, el cual había creado el cielo y la tierra y todas las cosas, e hizo a ellos y a nosotros, y que éste era sin principio e inmortal, y que a él le habían de adorar y creer, y no a otra criatura ni cosa alguna; y les dije todo lo demás que yo en este caso supe, para los desviar de sus idolatrías y atraer al conocimiento de Dios nuestro Señor; y todos en especial el dicho Moctezuma[…]estuvieron conmigo hasta quitar los ídolos y limpiar las capillas…y les defendí que no matasen criaturas a los ídolos, porque demás de ser aborrecible a Dios, vuestra sacra majestad por sus leyes lo prohíbe y manda que el que matare lo maten.” (Hernán Cortes, 84)
Eduardo Galeano, en su obra, “Las venas abiertas de América Latina”, intenta develar los hechos que se han ocultado durante la conquista española, por esta razón en el capitulo, ”Fiebre del oro , Fiebre de la plata”, el autor, nos explica las causas que dieron lugar al viaje emprendido por Cristóbal Colón, los Reyes de España decidieron financiar la travesía pues pretendían expandir el reino de dios sobre la tierra y liberarse de altos precios que pagaban a sus proveedores, ampliar nuevas rutas de comercialización y el afán de metales preciosos(oro y plata) en forma de pago, como se evidencia en el escrito por Bernal Díaz del Castillo, fiel compañero de Hernán Cortés en la conquista de México, escribe que han llegado a América por “servir a Dios y a Su Majestad y también por haber riquezas”. (Eduardo Galeano, 1970, 13). Así comienza la historia de la conquista de América, la reina Isabel se hizo madrina de la Santa Inquisición y la Iglesia dio el carácter sagrado a la conquista de las tierras americanas y el Papa Alejandro VI, convirtió a la reina Isabel en dueña y señora del nuevo mundo. Colón es el primero en empezar una “campaña militar en contra los indígenas”, aunque esta intensión lo tenía pocos días de haber llegado a tierra, en su crónica él advierte:
“…salvo que Vuestras Altezas cuando mandaren puédenlos todos llevar a Castilla o tenellos en la misma isla captivos, porque con cincuenta hombres los terná todos soguzgados y los hara hacer todo los que quisiere.” (Colon, 47)
Entonces podemos decir que el rol de la Iglesia Católica jugó un papel muy importante durante la colonización, esclavización y desaparición de las pueblos americanos, con la excusa de que sus acciones eran en nombre de dios los europeos sometieron a un dominio político, social y cultural, más de quinientos nativos fueron enviados a España, vendidos como esclavos en Sevilla, otros llevados a las minas en donde terminaban con su vida. Con la llegada de otros conquistadores europeos a América, tras el oro y metales preciosos, la población fue desapareciendo, los indígenas eran exterminados en los lavaderos de oro, tal es el caso de la población de las islas del Caribe. Algunos indígenas al ver el avance sobre las tierras americanas se anticipaban al destino impuesto por sus nuevos opresores blancos: mataban a sus hijos y se suicidaban en masa. Pero más absurdo es pensar como lo hizo el cronista Fernández de Oviedo, interpretando lo siguiente: “Muchos dellos, por su pasatiempo, se mataron con ponzoña por no trabajar, y otros se ahorcaron por sus manos propias”.(Eduardo Galeano, 1970, 15). Al contrario a nuestro parecer, los nativos optaron por tomar la vida de sus hijos y la de ellos a ser forzados a empuñar la espada con la cruz y escarbar por el oro que se los llevaban los españoles.
Otras de las ventajas con la contaban los conquistadores fue desconocimiento de los adelantos científicos de la época por parte de los originarios, este desnivel de desarrollo de ambos bandos explica la facilidad con la que desaparecieron las civilizaciones nativas. Además los españoles fueron muy habilidosos en tramar intrigas y traición, lograron la discordia entre tribus, la adhesión de los jefes más altos quienes intrigados por estos “buenos señores” eliminaban a su propia gente. Como lo vemos en Hernán Cortés, consiguió la alianza del jefe de la ciudad de Tenochtitlan, Moctezuma, éste luego seria traicionado, apresados y eliminado por sus mismas tropas, y luego los españoles se abalanzaron contra la ciudad, como lo describe una de la voces de los vencidos:
“La ciudad quedó, devastada, incendiada y cubierta de cadáveres, cayó. «Y toda la noche llovió sobre nosotros». La horca y el tormento no fueron suficientes: los tesoros arrebatados no colmaban nunca las exigencias de la imaginación, y durante largos años excavaron los españoles el fondo del lago de México en busca del oro y los objetos preciosos presuntamente escondidos por los indios”. (Eduardo Galeano, 1970, 18)
Pero los invasores utilizaron otras armas, otros factores trabajaron por la victoria de los invasores: los caballos, contribuyeron a dar fuerzas mágicas ante los atónitos ojos de los indígenas, armados con arreos de guerra, dispersaban las masas indígenas y sembraban el terror y la muerte.
Luego las bacterias y los virus fueron los aliados más eficaces de los europeos traían consigo la viruela, el tétanos, enfermedades pulmonares, intestinales y venéreas, el tracoma, el tifus, la lepra, la fiebre amarilla y las caries. Los indios morían al adquirirlas, ya que sus organismos no poseían defensas ante las enfermedades nuevas o en defecto quedaban debilitados.
Ante esta situación, algunos teólogos protestaron y en 1516, se dicto la prohibición de la esclavitud que en realidad, no fue prohibida sino bendita,
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