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EL NIÑO Y SU JUEGO

Enviado por   •  12 de Marzo de 2018  •  6.522 Palabras (27 Páginas)  •  282 Visitas

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2. El juego simbólico

Alrededor del primer año de vida, el niño comienza a manifestar sus primeras simbolizaciones a través de gestos y actitudes que marcan un importante desarrollo de su inteligencia.- Del estadio inicial de imitación, con la finalidad de acomodarse a la realidad alcanzable por él, pasa a un periodo que se prolonga largamente en el tramo , donde el hacer como si se convierte en el fundamento de sus juegos.- Este "hacer como si" le permite asimilar la realidad a sus posibilidades de percepción y elaboración; los objetos y situaciones que no puede controlar son reemplazados por otros u otras que si puede dominar.- Por otra parte, los símbolos utilizados, por ser justamente producto de sus fantasías y pensamiento imaginario, tienen un importante componente afectivo.- Esta forma de juego es característica de la primera infancia y tiene su apogeo entre los dos y cinco años de edad.- Sin embargo , al igual que el juego-ejercicio, los juegos simbólicos no desaparecen y pueden tener facetas de desarrollo muy importantes orientándose hacia el teatro, la mímica y la danza, donde el reemplazo de la realidad por la ficción es el elemento sustancial.- El niño que ingresa al ciclo primario lo hace en un momento de transición entre la etapa del pensamiento mágico donde primaba la asimilación y la del pensamiento lógico concreto, en el cual comienzan a acentuarse los procesos de acomodación y ajuste a lo real.- Al pequeño del primer ciclo lo vemos aun jugando diariamente a los juegos de roles o con juguetes de todo tipo, intercalándolos con otros donde trata de adaptarse a normas de grupo y a técnicas precisas de acción.- Existe una tendencia de los docentes, en relación con esta etapa, a presentar actividades dentro de un marco de fantasía o reemplazo de objetos, nombres o situaciones reales por otras que ellos creen más accesibles para los niños.- "¡A ver como los patitos pasean por el patio!", "¿Quien salta adentro del charquito salpicando mucho?", e infinidad de variantes más en los cuales los pequeños deben hacer prodigios de imaginación para tratar de entender donde están el charquito y el agua en un patio de baldosas desierto que el maestro se le ha ocurrido convertir en una playa.- Esta falsedad de imágenes externas no colaboran para nada con el desarrollo intelectual y motor de los pequeños, pues como camina un pato es algo inaccesible para un niño de ciudad por ejemplo, y las respuestas pueden ser a nivel de movimiento, de cualquier tipo.- No puede perderse el valiosísimo tiempo de clase en hacer mover a los niños sin objetivos claros de aprendizaje.- Mi posición al respecto es muy clara: las tareas motoras son de por si enormemente ricas en significados y valores para el niño; no se necesita en absoluto de imágenes extrañas a la realidad para incentivar la actividad.- Lo que sí es muy probable que de los propios niños surjan símbolos o asociaciones por las características del material o de las propuestas: el ejemplo más simple lo tenemos cuando les entregamos un aro y les pedimos que corran; casi automáticamente surge en ellos la imagen del automóvil manejado a toda velocidad, creándose un juego con sonidos de motores, frenos, bocinas, etc.- Esto sí es válido, pues surge del grupo como creación a partir de la realidad, e incluso es también valido que el docente intercale sugerencias para enriquecer el juego, siempre que no sean imposiciones o estereotipos motores.- Donde aparece más nítido el juego simbólico es en los juegos grupales, tanto los tradicionales y espontáneos que el niño realiza en los recreos (el "poliladron", "la mancha", etc.) como en los que pueden presentarse en la clase de educación física.- Un juego grupal en el primer ciclo, y sobre todo en la primera etapa, necesita de un entorno especial, definición de roles y personajes, un nombre que lo caracterice, le de unidad, marcación de refugios, etc.- Necesariamente aparece la fantasía (la casa, el oso dormilón, etc.) pero acordada para hacer posible el juego de todos juntos (ya vemos aquí como sutilmente surge y se mezcla la tercera etapa evolutiva del juego: el reglado).- Dentro de esa simbología, donde una cuerda larga marca "la frontera", otra en circulo es "el castillo" y el niño con una cinta azul representa al "príncipe veloz", los niños se mueven con plena libertad, corriendo, esquivando, escondiéndose, etc., lo cual les permite desarrollar la habilidad para tener éxito en el juego y participar en la medida de sus posibilidades.- Por supuesto que existe otra simbología mucho más profunda en el juego del hombre, pero no es el caso de tratarla en este trabajo, donde básicamente interesa aclarar conceptos de aplicación directa en la práctica docente, en el cual el juego aparece permanentemente, con la finalidad de que no se confunda su valor y su utilización pedagógica.-

3. El juego reglado

Insensiblemente, llegamos a este estadio del juego por ser típico del desarrollo durante el periodo de la escolaridad primaria.- En el ciclo preescolar, puede observarse la aparición de la noción de norma, de pauta, de aspectos de la vida a la cual el niño debe ajustarse y aceptar como tales.- Sus juegos comienzan a mostrar reglas incipientes, muy simples, pero que le permiten participar y disfrutar con otros niños.- Muchas veces los más pequeños tratan de integrarse en los juegos de los mayores y si son aceptados se aprecian las dificultades de interpretación de las consignas y sus consecuentes acciones.- Generalmente, aprenden por imitación el mecanismo del juego pero no entienden su esencia.- Esto observa claramente en los tradicionales juegos de relevo, cuando se intenta realizarlos con niños de cinco o seis años.- El mecanismo es muy simple y la mayoría de los niños lo comprende, dando la apariencia de participar plenamente, pero es muy difícil - salvo para los adelantados que siempre tiene cada grupo - que comprendan la importancia de la suma de esfuerzos individuales para obtener un resultado de conjunto.- Quiere decir, entonces, que las reglas son aceptadas, cumplidas, pero no comprendidas plenamente.- Sucede lo mismo con juegos como el futbol.- El varón de seis niños se entrega plenamente al correr tras la pelota y tratar de patearla, pero es muy probable que la dispute con un compañero del propio equipo, que siga jugando aunque la pelota haya traspuesto los límites del campo o que quiera "cobrar un penal" porque un rival la toco con la mano en el centro de la cancha.- Evidentemente, intenta imitar el juego de los mayores pero sin comprender las reglas del mismo; no debe confundirse este tipo de juego global con los juegos de iniciación deportiva o con los deportes

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