ESPECIES INTRODUCIDAS EN COLOMBIA UN PROBLEMA PARA LA CONSERVACIÓN

...

El Instituto de Investigación de Recursos Biológicos “Alexander von Humboldt” declaró en 2005 para Colombia las siguientes especies invasoras, en plantas a: canutillo (Melinis minutiflora), retamo espinoso (Ulex europaeus), retamo liso (Teline monspessulana); susanita de ojos negros (Thunbergia alata); buchón (Eichhornia crassipes). En invertebrados marinos a: Electroma sp., (probablemente llegó del Indopacífico adherido a través de los cascos de los buques) y al mejillón de estuario (Mytilopsis sallei). En moluscos al caracol de jardín (Helix aspersa). En artrópodos a la hormiga loca (Paratrechina fulva). En anfibios a la rana toro (Rana catesbeiana) y en peces: la trucha común (Salmo trutta); la trucha arco iris (Onchorhynchus mykiss) y la tilapia nilótica (Oreochromis niloticus) (Gutiérrez, 2006).

En el país, la autorización y el seguimiento a la introducción de especies están a cargo de entidades e instituciones de diferentes sectores; como el Ministerio de Ambiente Vivienda y Desarrollo Territorial (MAVDT), el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR) y el Ministerio de Protección Social (MPS, Instituto Nacional de Salud, INS). Y no fue sino hasta el 2008 cuando el país con la construcción del Plan Nacional para la Prevención, Manejo y Control de las Especies Introducidas, Trasplantadas e Invasoras en Colombia (MAVDT) que se establecen los lineamientos nacionales, que sirven como herramienta y constituye un elemento de apoyo para la toma de decisiones sobre el tema de las invasiones biológicas (Baptiste et al., 2010). Esto resulta muy importante pues es prioritario evaluar el riesgo de introducción, establecimiento e invasión de futuras especies que vayan a ser introducidas a Colombia, y aplicar esto como parte de las acciones preventivas ya que resultarían más económico que las acciones de control y manejo. Además creo que sería importante crear conciencia del riesgo de pueden tener la introducción de una especie nueva a un país o alguna región y que no se pueden introducir especies sin antes haber evaluado el riesgo que implicaría su introducción, debe ser claro especialmente para las autoridades ambientales y sobre todo se debe procurar que la población en general incorpore este conocimiento como propio, pues es un problema que abarca varios sectores, por ejemplo la simple decisión de comprar una mascota o llevar una planta que no es de tu país a otro lugar puede generar impactos a la biodiversidad.

Bibliografía:

Baptiste M.P., Castaño N., Cárdenas D., Gutiérrez F. P., Gil D.L. y Lasso C.A. (2010). Introducción y conceptos empleados. Análisis de riesgo y propuesta de categorización de especies introducidas para Colombia. Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt. Bogotá, D. C., Colombia. 15-31 p.

Cárdenas L. D., Castaño A.N. y Cadenas-Toro J. (2011). Plantas introducidas, establecidas e invasoras en Amazonia colombiana. Bogotá, Colombia: instituto Amazónico de Investigaciones Cientificas- Sinchi. 1-18 p.

Castro-Diez P., Valladares, F.; Alonso, A. (2004). La creciente amenaza de las invasiones biológicas. Ecosistemas, (XIII) 3. Asociación Española de Ecología Terrestre. Alicante, España

Chaves M. E. y Arango N. 1998. Informe nacional sobre el estado de la biodiversidad – Colombia.Tomo I. Causas de pérdida de la biodiversidad. Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, Pnuma, Ministerio del Medio Ambiente. Bogotá, Colombia

Gutiérrez F. (2006). Estado de conocimiento de especies invasoras. Propuesta de lineamientos para el control de los impactos. Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, Bogotá, D.C. - Colombia. 158 p

Rejmánek M., (1996) Species richness and resistance to invasions. En Orians GH, Dirzo R, Cushman JH (Eds.) Biodiversity and Ecosystem Processes in Tropical Forests. SpringerVerlag. Berlin, Germany. pp. 153-172.

Rodríguez J.P., (2001). La amenaza de las especies exóticas para la conservación de la biodiversidad suramericana. Interciencia, (26)10. 479-483 p