ESTADO COMO ORGANIZACIÓN POLÍTICA DE LAS SOCIEDADES

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Este Estado democrático, se caracterizó porque en él participan todos los ciudadanos y los grupos sociales; en tanto que el poder del gobierno y los derechos de los gobernados se encuentran determinados por las leyes positivas, instauradas por los gobernados, mediante referéndums, o por medio de sus representantes. Lo anterior pretende, de manera general, poner al Estado al servicio de la sociedad y defender así, los derechos y libertades principales de los individuos frente al poder. Dando lugar, a la célebre frase (Lincoln, 1863), “…el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”.

Por otro lado, al analizar el contexto que da lugar al origen de la palabra Estado se difiere a “la máxima organización de un grupo de individuos sobre un territorio en virtud de un poder de mando”. (Bobbio, 1999). Esto sugiere que para las primeras instituciones que surgieron dentro de un Estado, permitieron gobernar y mantener en activo a quienes estuvieron en el poder, sin importar el tipo de organización que estuvieran gobernando.

En otras palabras, lo que Hobbes denomino “… es manifiesto que durante el tiempo en que los hombres viven sin un poder común que los atemorice a todos, se hallan en la condición o estado que se denomina guerra; una guerra tal que es la de todos contra todos”. (Hobbes, 1983). Lo anterior, pone en manifiesto las primeras civilizaciones antiguas que, esencialmente, intentaron por mantener la característica principal de tener un Estado de guerra permanente y, el individuo está en riesgo constante.

Al mismo tiempo, para Hobbes -el estado de naturaleza, es guerra, una anarquía absoluta, que sólo puede ser detenida por el derecho natural derivado de la razón, premisa fundamental para la transición hacia el Estado-, dicho en otras palabras, es en el Estado lo que fundamenta la transición del poder de un gobernante a otro, satisfaciendo la reciprocidad de ser mejores que los anteriores. De ahí que, el poder se alcanza mediante dos conductos: el primero, por fuerza natural y el segundo, por acuerdo mutuo.

Por el contrario, (Weber, 1979) agrega que el Estado es una “asociación de dominación con carácter institucional que ha tratado, con éxito, de monopolizar dentro de un territorio la violencia física legítima como medio de dominación y que, a este fin, ha reunido todos los medios materiales en manos de su dirigente y ha expropiado a todos los funcionarios estamentales que antes disponían de ellos por derecho propio, sustituyéndolos con sus propias jerarquías supremas”. Esta definición plasma al Estado como un organismo que no se hace por los fines sino por los medios y, en últimas representa un instituto político de actividad constante, cuando y en la medida en que la estructura política lo permita.

No obstante, la evolución del Estado fue el significado de un proceso económico que, al satisfacer la propiedad privada alcanza su poder en lo político y social, por medio de las clases sociales y, por ende, jerarquías; llevando consigo el desequilibrio de la sociedad en general. Lo explica Engels como “la disolución de una sociedad gentilicia basada en las relaciones familiares, y el nacimiento del Estado señala el paso de la barbarie a la civilización”.

Entretanto, el Estado marca una tendencia evidente entorno a instituciones, propiedad privada y territorio, forjando así, un gobierno cuyo fin requiere, una lucha salvaguardista por mantener y enriquecer el poder. Por tanto, el poder es la máxima expresión del Estado. Bajo esa perspectiva, la estructura de la sociedad en general, representa una infinita singularidad de relaciones entre los individuos que la integran y, al mismo tiempo, simbolizan diferentes finalidades que determinan los cambios y transformaciones de dichas sociedades. Para su orden y control, la sociedad misma es la que crea la figura del Estado y su supremacía respectiva.

El Estado, legitimado por la misma sociedad, juega no solo el papel de un árbitro en ella, sino que también un papel de corrector en las situaciones anormales que vulneren la pacífica convivencia entre los individuos. Así el Estado es el único facultado para emitir y hacer cumplir las normas que son aceptadas y legitimadas por la sociedad por considerarlas necesarias y propias. Es importante reconocer que el desarrollo político de una nación se alcanza a través de la construcción de un Estado, cuyo fin prima el interés general.

Finalmente, se establece, que el origen de un Estado parte fundamentalmente cuando las tres corrientes principales de este: pueblo, territorio y poder estén intrínsecamente desarrolladas. A su vez, los factores que comprende el dominio territorial, la sociedad segregada (basada en diferentes clases sociales), los poderes económicos y la aparición de instituciones, deben de garantizar y comprender el bienestar social, la igualdad colectiva y la protección y servicios elementales de un Estado de manera interna y externa frente a su sociedad civil o nación. Así pues, el Estado se instaura como una organización jurídico – política que está autorizada a ejercer la fuerza para tener el control y el poder de los miembros de la sociedad.

REFERENCIA BIBLIOGRAFICAS

Weber, M. (1979): Política y Ciencia, Editorial Leviatán, Argentina.

Borón, A (2003): La filosofía política moderna. De Hobbes a Marx, Buenos Aires.

Hobbes, T (1983): Leviatán. México: Fondo de cultura Económica

Bobbio, N (1999): Estado, Gobierno y Sociedad México: Fondo de Cultura Económica

Maquiavelo N (2008): El Príncipe, Librodot.com

Méndez, Manuel: El Estado y Organización Política: http://www.acfilosofia.org

Pizarro, Rafael (2013): Conceptos de Estado y Nación, Seminario de Pensamiento Político

Claessen, Henri (revista): El Surgimiento del Estado Primero: http://biblio.juridicas.unam.mx

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