Educación Comparada.La necesidad de la Educación Comparada

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y la relación de percepción de los sentidos con lo que hay afuera. En este aspecto, el estudio de la educación tiene un punto menos a favor, ya que si bien es cierto que los fenómenos educativos se observan, aun no existe una sofisticación conceptual que permita desarrollar un estudio más verosímil sobre la observación directa de muchos fenómenos de interés.

Otro aspecto general de la ciencia es su naturaleza comparativa (y para este estudio la más importante). Esto se establece porque la ciencia busca definir una relación en el ámbito de la existencia del fenómeno. Una ciencia generalizadora, es una ciencia comparativa en su esencia.

Aunque la ciencia intente preponderar su carácter generalizador o empírico, es imposible concebir proposiciones científicas o teorías sin que haya de por medio una comparación, por lo que, la comparación es un aspecto de relevancia en el desarrollo de la ciencia.

Sin embargo, es necesario entender a la comparación como una herramienta útil de la ciencia que le permite llevar a cabo diferentes muestras en sus estudios y así comparar los efectos de las diferentes variables y de los controles sobre el comportamiento de lo que se está estudiando. Por otro lado en el estudio del comportamiento humano no se puede presuponer la identidad absoluta entre los universos específicos y generales. asimismo se desconocen qué aspectos de la humanidad o ciertos segmentos de ésta pueden ser considerados homogéneos para su estudio, análisis y comparación científica. A pesar de lo anterior es una necesidad utilizar datos comparados, ya sea para estudios meramente científicos como para estudios educativos o del comportamiento humano. Es bien sabido que cuando se trata del estudio comparativo del comportamiento humano los miembros de la disciplina de educación comparativa son los únicos calificados, por su experiencia, para aplicar y analizar los datos obtenidos de una amplia variedad de la sociedad y verificar las proposiciones relativas a la educación, a fin de construir una teoría sobre la educación y comprender mejor a la institución humana. Cabe señalar que lo más importante no es la cantidad de datos que se tengan sobre el estudio que se quiera lograr y la comparación entre ellos, esto es una concepción errónea, lo realmente importante es la necesidad real de comparatistas expertos en la materia que, después de la comparación de datos y fenómenos arrojen buenos resultados, y a partir de ahí, describir y definir postulados.

El problema de la comparabilidad de los datos

Una vez establecida la validez científica del trabajo realizado por la educación comparada se vienen un sinfín de problemáticas que necesitan abordarse antes de establecer lineamientos o parámetros para dichos estudios.

Uno de los principales problemas es que según algunos destacados estudiosos de la educación comparada, opinan que no es posible abordar sistemáticamente un problema a partir de datos obtenidos en sistemas educativos diferentes Y establecen que sólo cuando los fenómenos estudiados sean muy similares será posible establecer conexiones de comparaciones fructíferas. La confusión entorno a este problema continúa evidente en la obra de Bereday quien indica que el objetivo de la yuxtaposición es de terminar si la comparación es posible .

Existe otra problemática entre la comparabilidad y semejanza, entendidas e identificadas como inherentes una a la otra.

Ante esta problemática se dice que para que la comparación pueda ser fructífera se necesitan que los fenómenos a compararse tengan un grado de semejanza ni muy alto ni inexistente; es necesario definir que comparación no equivale a igualación y no existen una razón lógica por la que la comparación debe centrarse únicamente en las semejanzas en lugar de tratar las diferencias. Aparte de afirmar que dos cosas son semejantes o que no suponen una comparación. De lo anterior se desprende una problemática más, la problemática de la equivalencia de datos, ya que si dos fenómenos a comparar son demasiado diferentes presenta más dificultades porque plantea el problema de la presencia de demasiadas variables incontrolables. Por otro lado el problema de las variables no controlables se refiere a la cuestión de la falta de datos y no a la diferencia en si de los fenómenos.

Si el objetivo de la comparación es generalizar una relación descubierta de un sistema a otro sistema con el fin de establecer la credibilidad de una proposición y descubrir factores que especifiquen las relaciones, entonces con uno o dos casos que se expongan sus resultados será suficiente para determinar las conclusiones de los mismos. Por último, existe otra problemática en relación a la comparabilidad, y se refiere a la distinción entre conceptos y observables. Estos datos hacen referencia a conceptos tales como: status social, influencia, desarrollo económico, etc. A diferencia de los datos observables, en donde se englobas aspectos como: el sexo, la edad, color de piel, tipos de escuelas, entre otros.

Por esta razón, se tiene una gran confusión sobre qué tipos de datos se deben abordar en los estudios comparativos, tanto si son propiedades abstractas o mesurables.

Es importante constatar que a lo largo de su desarrollo, un gran número de estudios de educación comparada trabaja estrictamente en los niveles de lo observable y se ha determinado, que incluso un mayor numero de estudios, contienen una confusa combinación de datos observables así como de conceptos. Es decir, que los estudios pueden combinarse con los datos que se requieran para arrojar mejores resultados y establecer, en medida de lo posible, proposiciones certeras en el ámbito de la comparabilidad de la educación.

Sin embargo y a pesar de todos los estudios, sigue siendo complicado elaborar una teoría o acumular resultados empíricos con el estudio de datos observables, a pesar de lo anterior, si se trabaja con datos conceptuales, se tendrá un acercamiento para determinar los resultados, en donde los datos observables no sean suficientes.

Por eso se dice que “cuando se trabaja con conceptos, la comparabilidad de los datos no plantea graves problemas que cuando se trabaja con observables”.

En última instancia, Farrel asegura que lo que realmente ocasiona una problemática en el campo de la Educación Comparada no es en realidad un problema sino una confusión, que reside en los puntos antes expuestos y que a través de un trabajo arduo, se puede llevar a cabo a una conclusión positiva, dando oportunidad a la consecución del modelo de educación comparada que él mismo establece.