El PET es un material muy versátil que tarda muchos años en degradarse

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que se convierte en basura casi de inmediato.

La conservación del ambiente es un reto que debemos afrontar con cambios en nuestra vida diaria.

La UNAM ha dado este primer paso con el proyecto Ecopuma. Su principal objetivo es que entre todos ayudaremos a disminuir el impacto de la universidad en el ambiente, se generará tecnología amigable con la naturaleza y se desarrollarán diversos programas de educación ambiental. Todos los universitarios podemos y debemos participar.

Entre todos podemos ahorrar mucha agua y energía, disminuir la basura que generamos, tener una mejor calidad del aire, conservar las áreas verdes y consumir productos y alimentos sustentables. Sólo es cuestión de tomar la decisión.

La UNAM trabaja para procurar un manejo responsable del agua. En CU hay dos plantas de tratamiento de aguas que se utilizan para regar los jardines, alimentar las fuentes del campo y que además contribuyen a la recarga de los mantos acuíferos.

Cuando comenzó la revolución industrial, nadie pensó en el deterioro ambiental. Se creía que el cielo era de un azul tan intenso que nada podría cambiar su color, que el agua de los ríos nunca dejaría de ser cristalina y abundante y que los bosques siempre permanecerían frondosos.

150 años después podemos ver que no es así y que si no cambiamos nuestros hábitos y estilo de vida, pronto ocasionaremos que la Tierra deje de ser un lugar donde se puede vivir y pierda su cobertura verde-azulada característica.

La responsabilidad de que esto no ocurra depende ahora de nuestras decisiones y de que cada uno de nosotros comience con poner su granito de arena.

Proteger nuestros bosques y selvas, la belleza y limpieza de nuestros paisajes, ríos, lagos y mares, y la biodiversidad de los ecosistemas naturales es cuestión es decidir.

Tú puedes hacer mucho para proteger el ambiente porque tus acciones pueden servir de ejemplo para muchos. Aun actuando de manera individual, podemos impulsar el cambio en los demás. Piensa antes de actuar, lee las etiquetas antes de comprar y decide antes de tirar.

Para cuando un ecosistema natural se dañaba tanto el campo como las ciudades lo resisten porque ambos dependen de los dos servicios y productos que los ecosistemas les proporcionan.

Si no cuidamos el ecosistema donde viven los animales que polinizan los cultivos, los que dispersan las semillas y los que controlan las plagas, entonces nuestros alimentos podrían verse amenazados.

Esto mismo pasa con todos los servicios que nos dan los ecosistemas naturales.

Todos los ecosistemas naturales, el campo y las ciudades intercambian recursos constantemente.

Los ecosistemas naturales saludables son el elemento más importante de este intercambio porque están funcionando todo el tiempo, sin importar que pase en la ciudad y en el campo. Además nos proporcionan servicios y productos fundamentalmente para nuestra vida diaria.

Todos los productos o servicios que consumimos provienen de la naturaleza. El uso indiscriminado de estos productos ha provocado serios daños a los ecosistemas y una constante pérdida de los recursos naturales. Ante este panorama, la sala tiene como objetivo propiciar la conciencia sobre nuestros hábitos de consumo y promover la práctica de las 3rs: reduce, reutiliza y recicla.

Además de advertir nuestra situación como sociedad, en la sala se encuentran alternativas prácticas para conservar el ambiente y comprender que la solución es una responsabilidad compartida entre individuos, instituciones, empresas y gobiernos.

Una vida amable con el planeta depende de las acciones de todos los