El diario de amelia.
Enviado por tomas • 7 de Abril de 2018 • 1.114 Palabras (5 Páginas) • 439 Visitas
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La directora me indicó que fuera por mis libros al aula para retirarme con mi tía y yo aún impresionada no comprendía lo que estaba pasando y mi única reacción fue obedecer y dirigirme al salón por mis libros. Inmediatamente subimos al automóvil y fuimos a casa de mi tía donde me dio una de las noticias más dolorosas que una persona puede recibir: Mis padres acababan de tener un accidente automovilístico en el cual habían fallecido.
Sentí que el mundo se me venía abajo. No es justo, cuando por fin parecía tener sentido todo y la familia comenzaba a ser la de antes el destino se ensaña contra nosotros, lo único que deseaba era una familia feliz y ni eso pude conseguir simplemente subí al cielo para después caer en este infierno donde no hago otra cosa que preguntarme ¿Por qué? Recuerdo que lloré amargamente durante toda la noche.
A la mañana siguiente mi tía me pidió que la acompañara a buscar unos papeles de mi madre para hacer los trámites de su sepelio. Aún sin ánimos de nada accedí y caminé hacia el cuarto de mi madre para buscar los papeles que mi tía requería pero me esperaba una gran sorpresa. Al momento de hurgar entre el montón de papeles que mi mamá guardaba encontré algo que me partió el corazón, un acta de adopción con mi nombre estaba archivada en una carpeta que contenía fotos de una pareja que vagamente recordaba haber visto antes.
No quise decir nada a mi tía pues sabía que no era el momento para reclamaciones. Simplemente conservé la foto de la pareja dentro del bolsillo de mi cartera.
Llegada la hora del sepelio comenzaron a llegar todas las personas cercanas a la familia y llovieron sobre mí miles de palabras de aliento que no me hacían sentirme mejor. De pronto vi algo que me asombró, en el fondo de la habitación se encontraba la pareja de la foto que encontré en la habitación de mi madre; aunque mi mente ya había grabado a la perfección sus rostros decidí sacar la fotografía de mi cartera para compararlos y efectivamente eran ellos.
Me acerqué a ellos, notaba sus miradas algo nerviosas y lo único que se me ocurrió en ese momento fue comentarles acerca del acta de adopción que recién había encontrado. Ellos me confirmaron lo que tanto temía… Me dijeron que eran mis verdaderos padres, sus nombres eran Agustín Chávez y Marcela Zambrano. Aún me encontraba impactada con la noticia ya que de la noche a la mañana mi vida había dado un giro completamente inesperado.
Terminado el sepelio me quedé hablando con ellos y comenzaron a contarme como había ocurrido todo. Ellos eran muy humildes y precisamente por eso habían decidido darme en adopción para que yo no sufriera las carencias a las que ellas se habían enfrentado.
Poco a poco fuimos conociéndonos un poco mejor y me di cuenta que eran unas grandes personas y decidí darme una oportunidad junto a ellos , aunque no puedo decir que ellos reemplazaron a mis padres adoptivos ya que ellos siempre tendrán un lugar especial dentro de mí pues fueron quienes me vieron crecer y me apoyaron en todo.
En este momento estoy viviendo una nueva vida con Agustín y Marcela, los cuales me apoyan mucho y estoy a punto de cumplir mi sueño de recibirme como psicóloga.
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