El gestor eficiente en las instituciones

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se necesita rapidez ante un problema, la intuición (que es un proceso inconsciente creado por la experiencia destilada según Robbins) es de gran ayuda.

Un elemento que se no debe dejar nunca fuera al momento de tomar una decisión es la ética. Robbins (2004) menciona tres formas de enmarcar éticamente las decisiones: utilitarismo (¿es útil para todos?, ¿es congruente con nuestras metas?); los derechos (¿respeta a los demás?) y la justicia (¿es imparcial?)

Los tres criterios deben ser tomados en cuenta para asegurarnos que la decisión final que se tome sea ética y no vaya contra los valores de la institución.

En este mundo globalizado otro factor a considerar al momento de tomar una decisión es la cultura. Lo que en algunos lugares se considera ético, en otros puede no serlo. “La necesidad de las organizaciones mundiales de establecer principios éticos para quienes toman decisiones en países como India y China y de modificarlos para asimilar las normas culturales será crucial para sostener criterios elevados y tener practicas congruentes” (Robbins. P.145)

La toma de decisiones según la cultura es aplicable también a instituciones que sean de una región o de otra, es decir, lo que puede servir para las escuelas urbanizadas, puede no ser funcional para una escuela rural.

Cuando se toma una decisión por pequeña que ésta sea, se pueden generar conflictos. El conflicto es connatural a la vida misma. Solo donde no hay vida no hay conflicto, Si este ocupa una gran parte de nuestra vida, la habilidad de manejarlo es imperiosa y conveniente (Sánchez, F. p. 167). El gestor eficiente debe saber detectar y manejar los conflictos. La manera en que un líder resuelva un conflicto de manera efectiva lo hará mas capaz a los ojos de sus profesores. La mayoría de los conflictos surgen a raíz de una mala comunicación, la forma en la que interpretamos, la diferencia de caracteres, la información incompleta, la falta de transparencia, el no respetar los canales jerárquicos y la falta de una actitud mental positiva, son algunas de las causantes que provocan conflictos dentro de una institución y es deber del gestor eficiente saber identificarlas y contar con estrategias para enfrentarlas.

El conflicto debe ser considerado como una oportunidad de cambio y de progreso, no se debe de ver como una situación fatalista que paralice la llegada a los objetivos. Sino como la oportunidad para crecer de manera individual y grupal. Sánchez comparte un enfoque para la resolución de conflicto: a. aceptar y reconocer la existencia del conflicto. Definirlo y formularlo por escrito para identificarlo y conceptualizarlo bien. Analizando sus causas y orígenes; b. evaluar la situación desde tu punto de vista y el de otros. Descubriendo y aceptando la diversidad de otros; c. reflexionar sobre las consecuencias y efectos. En esta etapa se proponen soluciones; d. planear y ejecutar la solución elegida, con programa, guía y calendario. Supervisando periódicamente el cumplimiento de la solución.

Como conclusión un gestor eficiente no se da de la noche a la mañana, conlleva mucho estudio, análisis, actitudes de liderazgo y sobre todo necesita experiencia, por lo que etiquetar a una persona, pensando que será un mal gestor (director), por el simple hecho de que su inexperiencia le ha llevado a tener algunos errores en su administración, es adelantarse a los hechos. Los errores generan conocimiento y vuelve a las personas más sabias.

Aunque este ensayo aborda las características que el gestor eficiente debe tener en cuenta para sí mismo, no hay que olvidar que son igual de importantes las personas que rodean al líder eficiente, ya que las capacidades, habilidades y destrezas que manifiesten serán una ayuda esencial para el mismo.

Cuando el administrador logre hacer un buen trabajo, tomando como punto de partida sus funciones y responsabilidades, y logre hacer partícipe a sus subordinados de la visión de la institución, ese será el día en que las instituciones educativas (sobre todo las públicas) se volverán menos sub-administradas y eficientes.

REFERENCIAS

- Mancebo, C. (1999). El administrador y su entorno dentro de la administración. México: Limusa

- Osorio, N. y Tináh J. (2010). El trabajo del administrador escolar desde la perspectiva docente. UADY. Tizimín, Yucatán

- Sánchez, F. (2003). Desarrollo y formación de líderes. España: Arca

- Robbins, E. (2004). Comportamiento organizacional. México: