El hecho social, Emile Durkheim
Enviado por tolero • 3 de Junio de 2018 • 2.818 Palabras (12 Páginas) • 629 Visitas
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*reglas de la disciplina.
Primera regla: alejar sistemáticamente todas las prenociones. Es preciso que el sociólogo, en el momento en que determina el objeto de sus investigaciones, o bien en el curso de las demostraciones, se prohíba el empleo de conceptos formados fuera de la ciencia para satisfacer necesidades que no tienen nada de científicas, tiene que liberarse de las falsas evidencias que dominan el espíritu del vulgo. Y si alguna vez tiene la necesidad de recurrir a ellas, que lo haga teniendo consciencia de su valor escaso. Esto puede volverse realmente complicado porque a menudo el sentimiento reclama su parte. Las ideas que nos hacemos nos dominan, lo mismo que sus objetos, y adquieren tal autoridad que no soportan la contradicción. Los sentimientos que tienen como objeto los hechos sociales están formados históricamente, son un producto de experiencia humana, aunque experiencia confusa y desorganizada. En vez de aportarnos claridades superiores a las racionales, están hechos exclusivamente de estados de ánimo fuertes. Una ciencia elaborada de esta forma no puede satisfacer más que a los espíritus que prefieren pensar con su sensibilidad más que con su entendimiento. El sentimiento es objeto de la ciencia, pero no es criterio de la verdad científica.
Segunda regla: no tomar nunca como objeto de las investigaciones más que un grupo de fenómenos previamente definidos por ciertas características exteriores que les son comunes, e incluir en la misma investigación todos los que respondan a dicha definición. Cuando los hechos no han sido sometidos todavía a ninguna elaboración, los únicos caracteres que pueden ser descubiertos son aquellos lo bastante exteriores para ser inmediatamente visibles. La manera en que el sociólogo clasifica los hechos no depende de él, sino de la naturaleza de las cosas. Los que están situados a un nivel más profundo son más esenciales, su valor explicativo es más alto, pero son desconocidos en esta fase y no pueden ser anticipados. El signo que las hace pertenecer a tal o cual categoría puede ser mostrado a todo el mundo, reconocido por todos, y las afirmaciones de un observador pueden ser encontradas por otros. La definición fundamental debe comprender, sin distinción ni excepción, todos los fenómenos que presentan igualmente esos caracteres. Estas propiedades son entonces todo lo que sabemos de la realidad. El concepto vulgar sirve de indicador, por medio de él somos informados de que existe en algún lugar un conjunto de fenómenos reunidos bajo una misma apelación y que, por lo tanto, es verosímil que tengan caracteres comunes. Nos indica a veces, de manera general, en qué dirección debe hacerse la investigación. La definición tiene por objeto ponernos en contacto con las cosas, pero no las explica: proporciona el punto de apoyo necesario para nuestras explicaciones. Estos caracteres exteriores pertenecen a la naturaleza de los fenómenos. Para ser objetiva, la ciencia debe partir de la sensación, debe tomar directamente de los datos sensibles los elementos de sus definiciones iniciales, y no puede proceder de otro modo.
Tercera regla: cuando el sociólogo se propone explorar un orden cualquiera de hechos sociales, debe esforzarse por considerarlos bajo un aspecto en el que se presenten aislados de sus manifestaciones individuales. Los caracteres exteriores en función de los cuales se basa el objeto de su investigación deben ser lo más subjetivos posible. Fuera de los actos individuales que suscitan, los hábitos colectivos se manifiestan bajo formas definidas. Estas formas existen de manera permanente, no cambian con las diversas aplicaciones que se hacen de ellas, constituyen un objeto fijo, una norma constante, siempre al alcance del observador y que no deja lugar a las impresiones subjetivas. Estas prácticas son únicamente vida social consolidada, entonces es legítimo estudiar estas a través de aquellas.
Educación y sciología
Definición de la educación: es la acción ejercida por las generaciones adultas sobre aquellas que no han alcanzado todavía el grado de madurez necesario para la vida social. Tiene por objeto suscitar y desarrollar en el niño un cierto número de estados físicos, intelectuales y morales que exigen de él tanto la sociedad política en su conjunto como el medio ambiente específico al que está especialmente destinado. Para que haya educación tiene que haber presencia de una generación de adultos y una de jóvenes, y una acción ejercida por los primeros sobre los segundos. La educación es a la vez múltiple y única. Es múltiple porque varía según las clases sociales y las zonas de residencia. También, cada profesión constituye un ámbito sui generis que recaba aptitudes concretas y conocimientos especiales, en los que imperan determinadas ideas, costumbres y maneras de interpretar las cosas. La educación a partir de cierta edad no puede ser la misma para todos los sujetos a los que se la aplica, porque en todos los países tiende a diversificarse cada vez más y a especializarse. Por otra parte, es única porque todas las educaciones se asientan sobre una base común, un número de ideas, sentimientos y prácticas que la educación debe inculcar indistintamente a todos los niños. Toda educación tiene como objetivo grabar este conjunto de ideas en las consciencias. La educación tiene por misión suscitar en el niño: *por un lado, un número de estados físicos y mentales que la sociedad a la que pertenece considera como debiendo florecer en cada uno de sus miembros. *también, ciertos estados físicos y mentales que el grupo social específico considera asimismo como debiendo existir en todos aquellos que lo constituyen. La sociedad no puede subsistir más que si existe entre todos sus miembros una homogeneidad suficiente, y la educación refuerza y perpetúa esa homogeneidad. Por otro lado, sin una cierta diversidad toda cooperación resultaría imposible, y es la educación la que asegura la persistencia de dicha diversidad necesaria, diversificándose y especializándose.
Carácter social de la educación: la educación consiste en una socialización metódica de la generación joven. La educación responde ante todo a necesidades sociales. En cada uno de nosotros existen dos seres, inseparables pero distintos: uno es el ser individual, mientras que el otro es un sistema de ideas, de sentimientos y de costumbres que expresan en nosotros el grupo o los grupos en los que estamos integrados, las opiniones colectivas de todo tipo. Su conjunto constituye el ser social. A cada generación, la sociedad se encuentra en presencia de un terreno casi virgen, sobre el que se ve obligada a planificar partiendo casi de la nada. Es necesario que al ser egoísta y asocial
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