El libro de los diez negritos

...

Tres negritos pasearon por el zoo;

un gran oso atacó a uno y quedaron dos.

Dos negritos se sentaron al sol;

uno de ellos se tostó y solo quedó uno.

Un negrito quedó solo;

se ahorcó y no quedó ninguno.

El general Macarthur decía que el seria el siguiente y se quedó al pie de la playa, donde las olas pegaban bruscamente hacia las rocas, ahí se sentó a observar al horizonte esperando su final hasta que llego le habían pegado en la cabeza muy duro con un salvavidas o algo parecido, esto ya no podía ser coincidencia, ¿Quién seguía? ¿Cómo sería? ¿Quién es el asesino? Ya lo habían buscado por toda la isla por cada espacio por cada rincón eso significaba que era uno de ello, pero ¿Quién es? ¿Por qué? En fin todos se fueron a dormir esperando que todos los negritos estuviesen ahí en la mañana cuando despertaran y Mr. Rogers se encargaría de eso pues cerro todo muy bien con llave para que nadie les jugara una broma, pero cuando despertaron a las 9 el desayuno no estaba y Mr. Rogers no estaba en la cocina ni en su cuarto ni en ninguna parte y su navaja para afeitar aún estaba fresca, lo buscaron toda la isla y lo encontraron atrás de la casa había ido a cortar leña y alguien le había dejado caer el hacha en la cabeza cuando se agacho, pero todos salieron de sus cuartos, menos la señorita Emily llego de la nada pues había ido a dar una vuelta por la isla, ¿ella sería la asesina? Quien saldría sin miedo a deambular sola en una isla con un asesino suelto, las dos mujeres se dispusieron hacer el desayuno ya que Mr. Rogers había muerto cuando de pronto a Mr. Brent se empezó a sentir mareada y el doctor le recomendó darle algo para el dolor, pero ella estaba muy desconfiada y mejor decidió sentarse un momento mientras ellos recogían y querían llegar a la conclusión de quien era el falso negrito , pero a Emily le empezaron a zumbar los odios como si un panal de abejas acercándose, pero no solo era un simple avispón en la ventada frente a ella queriendo entrar, pero de repente siento como en el cuello le picaba algo, pensó que era un avispón, cuando vieron que no llegaba a la cocina fueron a buscarla, pero ya había muerto y no fue un piquete del avispón si no lo que sintió antes de morir fue una jeringuilla hipodérmica la cual tenía cianuro de potasio el mismo que se usó con Marson, sin embargo la abeja que estaba en la ventana era la marca del asesino, pues se apegaba a la canción de cuna de los diez negritos, ahora se sospechaba del doctor pues el tenía una jeringuilla igual a la que había matado a Emily la cual encontraron tirada afuera de la ventana junto con el negrito correspondiente, subieron todos a la habitación del doctor a buscar la jeringuilla y los medicamentos que traía y no la encontraron ni el revolver de Lombard fueron a todas las habitación a buscar ese revolver pero no lo encontraron por ninguna parte, pero pudieron esconder en una caja fuerte los medicamentos del doctor y cerraron con llave la despensa y repartieron las dos llaves para que nadie pudiera robar las cosas, ya a todos se los consumían los nervios, a cada uno de distinta manera a uno con tics a otros fumando cigarrillos sin parar, otros idos y Mr. Craythorne veía al vacío esperando sobrevivir, ella subió a su habitación con una vela, pero se pagó y llego a su habitación con ese olor a mar y cuando entro sintió una mano fría y húmeda como de un muerto que vino por ella a cobrarle lo que había hecho grito y grito los 4 hombres subieron solo eran algas en el techo colgadas, pero donde estaba el juez, ya sabíamos que era viejo y lento, pero lo encontrar con su toga roja de magistrado y su peluca, el juez había muerto de un disparo en medio de la frente y la peluca estaba hecha con la lana gris que había perdido Miss Brent y la toga roja era la cortina de baño que se había perdido hace varios días de repente a sus mentes llego la estrofa de la canción de cuna “cinco negritos estudiaron derecho. Uno de ellos se doctoro y quedaron cuatro”, todos fueron a dormir después de cenar lengua de vaca, pero de repente el cajón de Philip estaba el revolver. Blore escuchó un ruido en pasillo y salió a investigar vio a un hombre saliendo de la casa y regreso a las habitaciones para saber quién faltaba y el único que no estaba en su habitación era Armstrong lo fueron persiguiendo mientras miss Claythorne se quedaba encerrada en cuarto muriendo de miedo y curiosidad, ellos sabían que iban directo hacia su muerte, pero ya querían acabar con todo eso de los asesinatos y dejar de volverse locos, lo buscaron por toda la isla, pero desapareció como el humo, el cristal de la mesa había sido roto y solo quedan 3 negritos, ellos se sentían más aliviados, el humor cambio y todo parecía ir bien, todo se había acabo por fin, pero ¿dónde estaba Armstrong? Y su cuerpo si había muerto ya lo decía la canción pista falsa, pero de repente se escuchó un gran grito de Blore y le habían aplastado la cabeza con un reloj de mármol en forma de oso, el doctor seguía vivo y tenía un escondite secreto, pero ¿Dónde estaba ese escondite tan bueno? Pero cuando estaban en el acantilado parecía un motón de ropa y algas en el mar junto a las rocas, era el cuerpo del doctor, no entendían como pues ya había pasado tiempo para que su cuerpo se fuera así, ¿Quién había aventado el oso de mármol? Brujería tal vez, pero miss Claythorne le había quitado el revolver a Philip y cuando él se acercó a quitarse ella respondió casi sin pensar en disiparle al corazón, ella ya se sentía segura todo había terminado, se fue a la casa a dormir y cuando llego a su cuarto había una cuerda con una silla y ella decidió acabar con todo, pues no eran los dedos del pequeño los de la otra noche que le tocaron el cuello, para que todo acabase, al llegar la policía no sabían quién había sido el culpable, todos estaban muertos, quien había regresado la silla donde subió Claythorne a su lugar, pues fue el juez , junto con el doctor lo confeso todo en una carta que aventó al mar pues quien no querría reconocimiento por gran crimen que nadie ha podido resolver.