El movimiento del 68 (opinión).

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Cuando el pueblo comenzó a apoyar a los estudiantes acudiendo a las marchas, mitin, donando a las brigadas para que imprimiesen nuevos folletos, me hizo pensar que a tal grado estaba la gente unida y decidida para lograr lo que se habían propuesto, pues el ver que ya no estaban solos los estudiantes, que muchas personas estaban de acuerdo con ellos hacían temblar al gobierno de Díaz, ya que las manifestaciones crecían más y más, con una organización impresionante ya que hasta hacían actuaciones para que el pueblo se enterara del pliego petitorio en mercados con mucha gente.

Llegó el 2 de octubre, el día en que la sangre escurrió a chorros por la Plaza de las 3 culturas; estudiantes, niños, mujeres embarazadas y personas de la tercera edad eran masacrados y asesinados por ese gobierno que les traicionó, saber que lo único que pueden llegar a hacer bien el gobierno es censurar, golpear y hasta matar a su futuro México, por el simple hecho de querer cambiar algo que desde la conquista no anda bien, no han venido a infectar de un virus con impresionante poder, que se ha impregnado de tal forma que hasta a nuestros días sigue dando de qué hablar.

El estar consciente de que nuestro propio presidente, esa persona que está a la cabeza de tan hermosa nación, ordenara acabar con las vidas inocentes, los que serían en algún futuro de México no muy lejano y decir que se sentía orgulloso de su desempeño en la presidencia y haciendo notar que el que más le gustó fuese el año de 1968, porque logro “salvar” al país, yo me pregunto ¿salvar de qué?, si lo único que hiso fue arruinar la vida de miles de personas, tratar de calmar el llanto de familias de luto con unos Juegos Olímpicos, ¿en qué cabeza cabe tal aberración?

Esto marco un México distinto antes del 2 de octubre y después de él.

En conclusión, falta mucho por lo que tenemos que luchar y nuestra única arma más fiel es la información. Lo que pasó en el 68 tiene gran peso en mi vida, pues no quiero hacer que todas esas personas que lucharon en su momento sean en vano, el cambio está en nosotros, así como somos la solución somos el problema.

Preguntas.

1.- ¿Qué me dejó la obra como estudiante?

En la vida diaria nos enfrentamos a diversas formas de pensar y es aquí cuando nuestra capacidad de asimilar y de ser tolerantes es cuando sale a flote, para así llegar a un acuerdo que satisfaga a todos.

2.- ¿Qué me dejó la obra como persona?

En lo personal, no me gustó las actuaciones y la historia, el papel de gay se me hizo muy estereotipado, esa manera de ver a una persona homosexual que es afeminado al punto de la exageración, el típico ser diferente y “delicado” ya lo he visto muchas veces. La verdad esperaba un poco de ellas, ya que la vez pasada me dejaron ganas de más, esta vez simplemente fue una obra como cualquier otra. Yo he asistido a varias marchas y el sentimiento que me invade es de apatía, emoción y un pensamiento de que esa utopía podría llegar a ser realidad. El cambio está en nosotros, ya que somos el futuro de este país, de nosotros de pende si hacemos que esto siga como va o hacemos algo para cambiarlo.

3.- ¿Qué aprendí de ella?

Conocí más a fondo ese tema que siempre me dio miedo, ya que, yo escucho música que habla mucho al respecto, por fin lo conozco lo que pasó, sé de qué es capaz el gobierno para tratar de seguir con su “México pacífico y soberano”.

La lucha no para aquí, hay muchas cosas por las cuales tenemos que alzar la voz y hacernos escuchar para