El pensamiento critico forma individuos autonomos
Enviado por Rebecca • 22 de Diciembre de 2018 • 3.001 Palabras (13 Páginas) • 599 Visitas
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Los resultados de las investigaciones llevadas a cabo especialmente en los años ochenta por Glaser (1984), Perkins (1985), y Whimbey (1985) en lo relativo al impacto de la escolarización sobre el desarrollo de las habilidades de pensamiento, señalaban la mínima influencia real de la escuela en este tema. Por lo que parece necesario la enseñanza explícita de ciertas habilidades y su práctica a partir de actividades cotidianas para lograr su tranferencia (Sáiz y Rivas, 2008; Guzmán y Escobedo, 2006). Como ya lo ha señalado Nickerson (1988), aunque el conocimiento es esencial para el desarrollo del pensamiento, esto no garantiza el desarrollo de un pensamiento crítico.
Con todo lo anterior, la misión de la escuela no es enseñar al alumno una multitud de conocimientos que pertenecen a campos muy especializados, sino ante todo, aprender a aprender, procurar que el alumno llegue a adquirir una autonomía intelectual (Jones e Idol, 1990). Por ejemplo, Halpern (1998) señaló que en una encuesta realizada a estudiantes de secundaria en los Estados Unidos, el 99% de los encuestados expresaron creencias y el 65% reportaron una experiencia personal en al menos una de las siguientes cuestiones: clarividencia, telepatía, viaje astral, levitación, fantasmas, el misterio del triángulo de las Bermudas, auras, ovnis, entre otros fenómenos que se escapan de los objetivos del pensamiento crítico, tales como describir el mundo o la realidad lo más precisa posible (Shermer, 1997).
De este modo, Como estrategia para mejorar esta situación se debe considerar estimular el pensamiento de orden superior en el aula, entendiendo por éste, “un pensamiento rico conceptualmente, coherentemente organizado y persistentemente exploratorio... cuyos rasgos pueden entenderse como aquellas metas a las que el pensamiento de este tipo siempre tiende a alcanzar y no como aquellas de las que nunca se desvía” (Lipman, 1998, p.62). Asimismo, Lipman sostiene que el pensamiento de orden superior es una fusión entre pensamiento crítico y pensamiento creativo y que estos se apoyan y refuerzan mutuamente; a su vez, se trata de un pensamiento ingenioso y flexible, quedando claro que lo que se necesita formar es seres autónomos y no personas que memoricen y no sean capaz de tomar sus propias decisiones en forma acertada.
Se deben establecer estrategias de enseñanza con el fin de generar pensamiento crítico en los estudiantes , generación de interrogantes y la oportunidad de que el alumno, sea quien en su desarrollo brinde alternativas de solución, es decir, realice procesos de pensamiento y sea capaz de socializarlos frente a los demás
El sistema educativo actual requiere de alumnos y personal docente, ciudadanos con la capacidad de pensar más y tener más competencias para afrontar la realidad, de este modo el pc se ve como aprender a pensar y como ese conocimiento puede desarrollar un fructífero desarrollo en la persona. Tanto en las matemáticas como en la vida, este tipo de pensamiento ayuda a entender y afrontar mejor las problemáticas. En el caso de las matemáticas el pensamiento crítico es fundamental, ya que ésta es una ciencia muy compleja, así que el estudiante debe manejar y comprender cada tema para poder avanzar en su nivel de escolaridad ya que las matemáticas siguen una secuencia en tanto a los temas.
Dentro de algunas estrategias que se pueden plantear tenemos:
Enseñar los diferentes tipos de argumentos como son:
Racionales que son las ideas o verdades que han sido aceptadas en una sociedad.
De hecho que se basan en pruebas comprobables teniendo en cuenta la sociedad donde se viva.
De ejemplificación se presenta un ejemplo para comparar una situación o facilitar la comprensión.
De autoridad se valen en un punto de vista de una persona reconocida.
Emocionales se apela al sentimiento de la personas para producir una reacción.
MATERIAL DIDACTICO
Una enseñanza que se promueva a través de los materiales didácticos adecuados y con la autonomía en el aprendizaje, aspira a que los alumnos participantes no sólo memoricen, sino que, «aprendan a aprender», de modo que el proceso sea lo más efectivo posible. Desde esta perspectiva, los contenidos didácticos enfocan el desarrollo de técnicas y estrategias de estudio autónomo, que permiten al alumno programar, planificar y autoevaluar su aprendizaje.
El material didáctico o el profesor han de facilitar oportunidades e instrumentos adecuados para que el alumno realice la autoevaluación: tests cada cierto tiempo, cuestionarios sobre los contenidos lingüísticos tratados y sobre los medios y técnicas de aprendizaje aplicados.
Distinguimos dos aspectos en el proceso de la autoevaluación:
a) autoevaluación de los objetivos y contenidos lingüísticos
b) autoevaluación de tos procesos y estrategias de aprendizaje
ESTIMULAR LA CONFIANZA
Estimular la confianza del alumno en sus propias capacidades y en sus conocimientos previos, así como su autonomía, su capacidad de aprender sin depender en todo momento del libro y del profesor.
Esta confianza en el alumno, genera independencia, libertad y opcionalidad plasmada en la proposición de tareas entre las que el alumno tiene que elegir. Nos movemos aquí dentro de lo que se ha llamado«pedagogía de la negociación» (cf. Holec). Así, diferentes alumnos pueden elegir, a la hora de trabajar individualmente, ejercicios diferentes entre varios propuestos (por el profesor o en el material didáctico); ahora bien, en otro momento dado, cuando haya que trabajar en parejas o en pequeños grupos, esos mismos alumnos deberán «negociar» entre sí cuál (o cuáles) de los ejercicios o formas de trabajo quieren desarrollar juntos.
«La pedagogía de la negociación es decididamente sistemática y dinámica. Concibe la enseñanza/el aprendizaje de un idioma extranjero como un proyecto que los alumnos realizan juntos». Desde este punto de vista cada alumno se hace organizador (manager) de su propio proceso de aprendizaje.
¿Y el profesor, qué función asumirá frente a un «alumno-manager»
En esta función de asesor, el profesor crea y facilita situaciones que fomentan la autonomía y la «negociación» de intereses por parte
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