El proyecto de Graue....

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Resulta claro el carácter tecnificante de este indicador disfrazado de pedagógico, pues solo hace un comparativo entre lo invertido para el ingreso y permanencia de los universitarios, y la ganancia que estos puedan generar al ejercer laboralmente su formación universitaria, de ahí la necesidad de que se injerten al mercado laboral de manera casi inmediata al término de su carrera.

Es claro que de esta manera, el rumbo de la investigación científica, social y humanística deja de atender las necesidades sociales del país, y se ajusta a necesidades de tipo mercantiles-utilitarias. De este modo, el cambio de postura de la educación genera también cambios en la forma misma de la enseñanza, privilegiando el conocimiento técnico y tecnológico por encima del teórico-metodológico.

En cuanto a la planta docente el Plan de Desarrollo, despliega el fortalecimiento del Programa de Renovación Académica y el subprograma de retiro voluntario por jubilación del personal académico, ambos aprobados en el año 2013, con el supuesto objetivo de renovar la planta académica de la UNAM, integrando juventud y experiencia.

Así pues el programa de renovación está convocado para las vacantes generadas por el subprograma de retiro voluntario, que contempla solo a académicos en una edad mínima de 70 años, con 25 años de antigüedad, de los cuales los últimos 7 años hayan sido de tiempo completo. Cabe señalar que las plazas que no entren de este programa, por defunción o algún otro motivo, prácticamente desaparecerán. Esta condicionante resulta más excluyente que el mismo concurso de selección para los académicos de carrera, modalidad que a diferencia de los académicos de asignatura ofrece estabilidad laboral y condiciones dignas de trabajo; ya que el perfil de los candidatos describe a sujetos menores de 39 años de edad para mujeres y menores de 37 años para hombres, que cuenten mínimo con una maestría para laborar en la facultad de arquitectura, Trabajo Social, Diseño, Artes, en la ENEO y a nivel bachillerato; para los otros espacios universitarios es necesario que cuenten con doctorado.

El Estatuto del Personal Académico de la UNAM (EPA) diferencia a los académicos en 7 nombramientos, con sus respectivas categorías y niveles; según las estadísticas de la Dirección General de Personal Académico en el año 2015, sólo el 31.50% eran académicos de carrera es decir, sólo el 31.50% contaba con estabilidad laboral mientras que el 68.5% estaban a la incertidumbre de que sus contratos no fueran renovados. Así también la mayoría eran profesores de asignatura pues suman el 57.26% del total. En ese sentido, y dado los filtros y candados de los procesos de concurso y selección, aunado a que las evaluaciones están en función del contenido de las exigencias de las entidades donde existan plazas, evidente es que las condiciones laborales de los académicos no mejoraran sustancialmente.

El fin de estas medidas, es desechar a aquellos que no cumplan con las normas de eficiencia, de esta manera la lógica del outsoursing se impone a partir de argucias administrativas, vinculando las problemáticas de la planta docente de la UNAM a la propuesta de servicio profesional docente inscrita en la reforma educativa impuesta militarmente a los profesores de la educación básica.

Si en algo estamos ciertos hoy día es que el ataque a la educación pública y como hasta ahora la concebimos es global y no respeta a ninguna persona que se sirva de formar parte de la misma, a excepción de los esbirros que apoyan o legitiman este tipo de enfoques, que ven a la educación no como practica humana sino como negocio.

En la actualidad a la mayoría de los estudiantes se nos hace creer que estudiamos solo para trabajar, y a los docentes que dan clase para obtener tan solo una remuneración económica, en razón de esto debemos buscar divulgar las verdades que tenemos por ciertas y cimentadas, así como avanzar en el acompañamiento de las luchas, que si bien no pretenden alcanzar los mismo fines, si buscan defender la educación en tanto su carácter de verdadera gratuidad, crítico, laico y como derecho social.