En el presente trabajo abordaré de manera general, la relación de las temáticas presentadas en las tres unidades que abarca esta atería “Institución Escolar”

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Además esta institución lleva un modelo de organización burocrática donde existe una jerarquía entre el personal que labora en este lugar; el director tiene un papel como autoridad legal, racional o burocrática que al ganarse su puesto por medio de una convocatoria fundamentada en las leyes y de manera legal. Chiavenato (1990) menciona “…el gobernante es visto como una persona que alcanzó tal posición exclusivamente por procedimientos legales… y en virtud de su posición alcanzada ejerce poder dentro de los límites fijados por las reglas y reglamentos sancionados legalmente”.

Aunado a lo anterior, también se observa que existe un modelo de autoridad carismática a partir de que todo el colectivo respeta y participa en las actividades que el director propone ya que cuenta con un liderazgo que favorece, en su mayoría, a los docentes.

Cada actor tiene sus propias funciones, mismas que deben ser ejecutadas de acuerdo con las rutinas y procedimientos fijados por las reglas y normas técnicas. Es aquí donde se presentó un problema en dicha institución pues los maestros están sujetos a la vigencia de los planes y programas y es cuando llegan las reformas donde se manifiesta una actitud, de ciertos docentes, de resistencia al cambio pues al tener desconocimiento sobre lo “nuevo” se siente miedo y peligro a su seguridad y tranquilidad. En este tipo de situaciones es donde mi rol como ATP tiene suma importancia, por medio de un constante acercamiento para resolver dudas de los docentes así como la búsqueda de estrategias para que el director como todo el personal activo se empapen de las reformas para que posteriormente lo trasladen a su práctica educativa.

En lo que a mí me respecta, como ATP también estoy dirigida por cierta normatividad que me dice mi punto de inicia y hasta dónde puedo influir en la institución que acompaño. Cabe recalcar que mi rol es académico y mis actividades van encaminadas a la mejora de la calidad educativa.

En cuanto a lo que se refiere a la institución a través del paradigma de la complejidad, es necesario partir de que la formación del educando no se realiza únicamente en la escuela sino que se ve influenciada por el contexto, es decir, comunidad, cultura, sociedad, medios de comunicación, familia, religión, entre otros.

Por lo tanto desde el paradigma de la complejidad es imprescindible el estar conscientes que los alumnos y maestros tienen necesidades propias, mismas que no se pueden abarcar de una manera general sino que se debe buscar la manera de darles atención a partir de las características de los participantes.

Para estar inmerso en el paradigma de la complejidad es necesario cambiar nuestras formas de pensar y trabajar tradicionales, debemos arriesgarnos al cambio. En esta institución se observa una cierta apatía hacia el trabajo con el alumnado con necesidades educativas debido a la falta de capacitación sobre esta temática. Sin embargo, es aquí donde mi participación como ATP toma sentido al proponer a los docentes estrategias que le permitan atender las particularidades de su grupo.

Asimismo una de las propuestas que marca este paradigma es la autoorganización, Etkin (121) la describe como “… el sistema dispone de capacidades propias para articular nuevos comportamientos en el marco de su identidad y su autonomía”, es decir, que la institución escolar sea capaz de producirse por sí sola, que sea autónoma, que disponga de nuevas técnicas de gestión administrativa.

Si bien es cierto, no podemos ser una institución totalmente autónoma porque pertenecemos a un sistema educativo pero si podemos trabajar en conjunto para dar respuesta a las problemáticas o necesidades que tiene nuestra escuela de acuerdo a las condiciones propias de la misma. Un ejemplo es que nuestro marco académico es un plan y programa general, pero ya en la práctica cada docente puede trasladarlo y llevarlo a cabo tomando en cuenta las necesidades específicas de su grupo.

Conclusión

A través del abordar las lecturas de la asignatura Institución Escolar pude, en un primer momento, observar las características que tiene la organización de la escuela Plan de Ayala. Me percaté que tiene muchas deficiencias en cuanto a infraestructura y sobretodo en el aspecto académico puesto que las condiciones socioeconómicas del alumnado no son del todo favorable pero también se observa que el personal docente y directivo, en su mayoría, dan lo mejor de sí en su práctica educativa puesto que es cierto que su trabajo se rige por una normatividad pero en las actividades que realizan se ve el gusto y el placer de educar.

El paradigma de la simplicidad siempre estará presente al pertenecer a un sistema educativo nacional, siempre habrá una normativa que cumplir así como una autoridad que tendrá la responsabilidad de encaminar a su personal hacia la mejora de la educación. Lo importante aquí será no perder de vista que la educación es para los niños y por lo tanto se debe trabajar conforme y para ellos.

Por otra parte el paradigma de la complejidad nos exige modificar nuestras formas de trabajo y sobretodo la visión tradicionalista. Es fundamental que todos los actores estemos preparados para los requisitos que tiene la vida globalizante en la que actualmente participamos. Dejar de ser un centro educativo dentro de unas bardas y mejor darse a conocer dentro de la comunidad para poder influir de una manera sana sobre ella.

Este tipo de paradigma requiere del trabajo de los asesores técnicos pedagógicos para apoyar en las formas de trabajo de los docentes, busca el ser un aliado en su labor educativa y no un obstáculo que juzgue su manera de enseñar.