«En tiempos de engaño universal, decir la verdad se convierte en un acto revolucionario».

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En aquel contexto, resultaba difícil presentar una obra que ponga en tela de juicio, la acción de la política soviética, resulta sumamente contra fáctico. (asimismo, la clase política británica, según Orwell, representaba más a los intereses de los comunistas soviéticos que a sus propios políticos.) Por ese entonces, Orwell era director literario de periódico Tribune, es decir, que poseía una fuerte influencia en la sociedad, pero aun así, sus escrituras suponían un ataque frontal al creciente poder soviético, por lo que han sido objeto de diversas censuras, y sus lanzamientos resultaban aplazados debido a esta situación. De este desencanto con la realidad sociopolítica que lo rodeaba, con los medios de comunicación, e incluso con su propia salud, es que nace su última obra, 1984, de aquí deviene, la ironía que le da significación a la visión de la realidad que plantea la frase extraída del libro que se cita al comienzo del párrafo.

En relación a este contexto, nos encontramos con la analogía que nos presenta el estilo de vida que lleva Winston, una vida que no tiene un sentido mayor que el de continuar la forzosa marcha que impone Big Brother para con los ciudadanos de Oceania, una vida dotada de una austeridad mediocre, que transmite una sensación de hambre, un constante conflicto bélico, en un contexto social en el que es prácticamente imposible profesar el propio pensamiento, ya que la policía del pensamiento está constantemente detrás del “crimental”, entonces, Winston, resulta un criminal, en relación a lo que el Gran Hermano demanda a los miembros del partido.

De la misma manera que Orwell se ve sometido por su propia realidad, pero en una exacerbación de esos valores que atisba a ver para el devenir humano y componen la trama, es que los personajes de 1984, se ven sometidos frente a la doctrina política que los gobierna.

IV La temporalidad

Por un lado, podemos decir que el comienzo de los acontecimientos que nos serán relatados a lo largo de la novela, se sitúan alrededor del 4 de abril de 1984, y que el desarrollo total de la novela, en relación a la cronología (1984 posee un tiempo que obedece a un orden seudo temporal, ya que dispone los acontecimientos, en función al hilo del relato) que sigue la trama de la historia de la novela, y para el final del capítulo VIII que engloba la primera parte de la novela, no habían masado más que unas cuantas semanas en torno a esta cronología. Sin embargo, a lo largo del relato, el narrador, hace foco en distintos puntos dentro de esta cronología, se habla entonces por ejemplo de momentos como el 2050 (el futuro) en referencia al habla del lenguaje INGSOC, de recuerdos de Winston de momentos vividos junto a su madre y su hermana (pasado), de recuerdos previos a la revolución, o del año de nacimiento de Winston (1944, 1945), en este sentido, las anacronias narrativas, incurren tanto en la prolepsis, como en la analepsis, es decir, someter al relato a contar o evocar, momentos ulteriores, o anteriores, al momento mismo, en el que según la temporalidad de la novela, se está suscitando la acción.

Por otro lado, el relato Iterativo, está siempre presente a lo largo de la historia, es decir, no se nos cuenta cada acción de la vida de los personajes, aun asi, sabemos que estos tienen necesidades fisiológicas, comer, dormir, respirar, etc, mas no se repara constantemente en aclarar cómo y cuándo es que esto sucede, sino, en los núcleos de la historia. En cambio, en lo que refiere a los “dos minutos de odio” por ejemplo, se hablara de acontecimientos que ocurren con frecuencia, y que son similares entre si, con el fin de que nuestro narrador exponga los pensamientos y relaciones que entran en juego durante la trama. También existen en la obra, varias elipsis explicitas “…llevo 6 semanas utilizando la misma hoja de afeitar…”, “.. A media mañana…”, “… Winston no sabía cuantos días habían pasado…” que suelen complementar al relato sumario. En estos casos, se nos da la información al respecto de la temporalidad que está ligada a cada elemento del relato, en relación a un marco temporal que engloba a toda la obra.

Por otro lado, existen también las pausas descriptivas, momentos en los que nos encontramos con elementos que sin relacionarse con la duración de la historia, el narrador nos describe por ejemplo, los cuatro ministerios o las facciones de los personajes como O´ Brien, pero sin ser estas, observaciones del autor, sino, elementos constitutivos del relato, datos necesarios para su correcta interpretación.

Como elemento final de este apartado, también se puede afirmar que durante varios segmentos del relato, se nos presentan escenas dialogadas:

“…W -¿ A que hora sales del trabajo?

J-Dieciocho treinta.

W-¿Donde podemos vernos? …”

En estas escenas, la temporalidad, queda en manos del fluir de la lectura, es decir, que se iguala por momentos, el tiempo de la historia, y el tiempo del relato.

V. El narrador

Del narrador, de 1984: Principalmente, se trata de un narrador omnisciente, es decir, durante todo el desarrollo de la novela, el narrador conoce todos los elementos que rodean tanto a los personajes, como a su situación dentro del entorno, conoce sus pensamientos, hacia donde miran o que sienten y también, se ocupa tanto de describir los elementos significativos del contexto, como los sentimientos y acciones de los personajes, a lo largo de la narración del relato. Sin embargo, podemos diferenciar a lo largo de la obra, varias posiciones distintas en las que infiere el narrador, de las cuales se tomara algún elemento de la historia para ejemplificar:

La voz del dialogo entre los personajes (las charlas entre Winston y Julia, los diálogos con Syme, las charlas de Winston con O`Brien), La voz que describe las acciones físicas ( Los momentos en los que Winston soluciona los problemas en el fregadero de su vecina, el vaivén de los pies cuando el personaje se pone nervioso, el contacto físico entre los protagonistas), quien describe las emociones( Lo que Winston siente al escribir o los sentimientos de Julia hacia Winston), quien describe los lugares( se describen los ministerios, se describen los campos por los que los personajes pasean, o las cantinas y barrios donde residen los proles), la propia voz de Winston al escribir en su diario, las distintas voces que salen de la telepantalla (gran hermano, la instructora de ejercicios), y lo que los personajes leen durante el desarrollo de la historia( el libro de