Estructura y organización del sistema educativo costarricense

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La estructura actual del sistema educativo nacional se basa en el Ministerio de Educación Pública la cual consta según el informe final de gestión 2006-2010 , con 20 Direcciones Regionales de Educación, subdivididas en circuitos que albergan alrededor de entre diez a treinta centros educativos que lo componen Escuelas, CEN SINAI, Colegios, en los cuales se imparten clases desde el nacimiento con la educación inicial el cual tiene como objetivo la atención integral de niños y niñas, luego sigue la educación prescolar que es la preparación para la educación general básica la cual acepta niños desde los seis años y seis meses en adelante, en donde se obtienen los conocimientos básicos, una vez concluidos los primero y segundo ciclo de la educación básica, los estudiantes están preparados para iniciar con la educación secundaria en tercer ciclo en donde se sigue obteniendo conocimientos básicos con otra jornada mas extensa, la cual llega hasta noveno año, de ahí en adelante continua con la educación diversificada o cuarto ciclo en diferentes modalidades según el centro educativo, ya sea este modalidad académica (décimo y undécimo), técnica o comercial (décimo, undécimo, duodécimo), en esta instancia se afirman una concepción del mundo al desarrollar habilidades y se prepara al estudiante al mundo laboral y empresaria, hasta esa instancia la educación es gratuita y obligatoria según consta en los artículos 78 y 79 de la constitución política de Costa Rica, es desde ese punto en donde el estado solo es un propulsor de la educación superior, el ciudadano costarricense tiene diferentes opciones para alcanzar estudios post-segundaria entre ellos las Universidades Públicas (UNA, UCR, UTN, ITC), Universidades Privadas, la cuales presentan una oferta muy variadas y reguladas por la CONESUP, también existen los Colegios Universitarios o Para-universitarios que brindan carreras cortas, las cuales no son acreditadas ya que cuentan con pocos créditos entre 60 y 90 lo cual no alcanza para ser acreditado ya que se necesita de al menos 120 créditos. Existen otros institutos que colaboran con la fuerza laborar en la capacitación y formación personal de trabajadores como es el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA).

Conclusión:

No debe obviarse que el proceso educativo, en la medida de lo posible, no termina con la escuela o colegio; la “formalidad” no es limitante de los sueños, del crecimiento individual de cada estudiante, razón por la cual es importante finalizar con este apartado, por momentos pocamente explorado.

La búsqueda de soluciones será el resultado de un futuro, de los individuos y una de una sociedad que despertó a las necesidades de su país, que toma conciencia y que enfrenta las transformaciones que su país necesitada. Pasemos más allá de proponer, a la acción de retomar el ideal de costarricenses que queremos.

Reflexionemos en lo expresado por el autor Quesada: “…desde los albores de la vida republicana, la esperanza en la educación ha constituido un elemento primordial en el imaginario costarricense. Por eso, tal vez hoy como ayer, siga teniendo vigencia el deseo de hacer coincidir el sueño con la realidad. Esa debe ser la tarea del ciudadano de hoy y mañana” (Quesada, Juan Rafael, Educ. y Ciudadanía, 2007, p.171).

Esta nueva realidad de sembrar futuro, de ver acción más que las palabras; nos expresa la urgencia de un cambio, nos expresa la necesidad del compromiso. Siendo con ello la urgente realidad de crear, dar, sentir y forjar en los sueños, las risas, las carreras y mejillas sonrosadas de nuestros niños, los ideales de los jóvenes y, la acción… la suya y la mía hacia dejar este mundo en mejores condiciones de cómo lo encontramos. Además es evidente que los factores que inciden en la calidad de la educación son múltiples y diversos; y que interactúan en forma dinámica entre sí y con otros factores sociales de diversos tipos. Nada en educación tiene una única causa, ni una solución única será suficiente para resolver el gran reto de que Costa Rica llegue a tener, efectivamente, un nivel organizativo que demuestre una educación relevante y de calidad para toda su población.

Por: Ronald Martínez Marín

Bibliografía:

Consejo Superior de la Educación. Centro educativo de la calidad como eje de la educación costarricense. Setiembre del 2008.

Ministerio de Educación Pública. Viceministerio Académico. Dirección de Desarrollo Curricular. Informe Final de Gestión 2006-2010. San José, mayo del 2010.

Quesada, Juan Rafael, Educación y Ciudadanía, 2007, p.171