Estudios culturales forman parte de un análisis crítico de las relaciones sociales
Enviado por tolero • 1 de Marzo de 2018 • 1.035 Palabras (5 Páginas) • 519 Visitas
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código o patrón que organiza el territorio con un centro común de poder, bajo una persona o personsa-rol. Este Estado también puede relacionarse fuera de las codificaciones, leyes, que él cree oportunas realizar, lo que se llama estado de excepción.
El segundo vértice habla hacia los estratos políticos que involucran el cuerpo. Se refiere a la biopolítica, la constitución y organización de la vida misma como diría Foucault. Unos aparatos humanos o no humanos que imprimen mecanismo político una estratificación social y una distribución de poderes. La euromodernidad imprime en el individuo una doble estratificación, la existencia biológica misma y la afectación entre la naturaleza y cultura del ser humano. Las relaciones de la biopolítica también observan y articulan como relaciones de alteridad, humano e inhumano. De estas relaciones en sale la ejemplaridad, entendida como apelación de la propiedad universal común o identidad que confiere una frontera de exclusión o inclusión del individuo; y la violencia como forma de violencia necesaria para expresar la guerra en la política, una materialidad aparente de la cultura dentro de la política.
El tercer y último vértice es la producción de la vida cotidiana que supone la construcción y administración de las poblaciones en una localidad concreta que le confiere al individuo identidad, un ser diferenciado y un lugar donde se conjuran las relaciones sociales. Una organización de los espacios donde vive el individuo organizado con estados de intensidad que crean domicilios y formas de empoderamiento local frente el poder establecido. Organiza la movilidad en torno a un modelo de espacio estructurado con unas pautas construidas. Los engranajes del diagrama acaban dando una estructura sólida a la biopolítica conectando con los cuerpos y el Estado. La vida misma es capturada y politizada incluyendo luchas literales y en torno a los cuerpos como la salud, la sexualidad, la inmigración y la muerte. La política sobre el cuerpo trabaja directamente para mejorar estos aspectos anteriores. Incluíamos en esta perspectiva la violencia que transmite la guerra dentro de la política y las identidades representadas por sociedad civil y ciudadanía liberal así como luchas populares.
El autor plantea a modo de conclusión la dificultad que se encuentra los movimientos de izquierdas vez de intervenir en los asuntos políticos que se han descrito anteriormente, lo que considera política ontológica y la coyuntural. Una discusión que los divide hacia la acción que deben llevar hacia el cambio del poder establecido. Los primeros principalmente los marxistas debaten sobre cómo y si tienen que cambiar el poder desde dentro las mismas instituciones creadas por el Estado. Los segundos debaten cómo actuar para cambiar el mundo sin alcanzar el poder vinculado a los movimientos okupas y antiglobalización. Esta última cree en una lucha autónoma hacia el poder ontológico representado sociológicamente estructural para el Estado. Estos debates ontológicos y autónomos políticos sin saberlo acaban impregnando los mismos estudios culturales con sus teorías y discusiones. Estas apropiaciones por la cultura a partir de la política constituyen e identifican la modernidad, constituida como euro modernidad o sus reconfiguraciones.
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