Los estudios culturales “¿Qué son y su relación con Latinoamérica?”

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sostén del status quo y herramienta para el control social, es imprescindible centrar la atención allí donde los efectos ideológicos se evidencian: en las prácticas culturales. Entonces a pesar de que entre cada uno de los pensadores de la escuela de Birminghan, todos compartían el foco ideológico de la importancia de la cultura en el desarrollo de la sociedad. También desarrollaron las ideas de contracultura, y subcultura (ambas van en sentido opuesto a la hegemónica, pero se diferencian en que, la primera, pretende el liderazgo, mientras que la segunda no), alegando que a pesar de que existe una cultura hegemónica, cuyo poder es consensuado en el imaginario colectivo, ésta no alcanza todas las expresiones de las prácticas culturales del grupo, sino que también hay resistencias generadas por otras resignificaciones. Esta idea desarrollada por Hall y Hoggart plantea la idea de una alta cultura y una baja cultura, que una influencia a la otra a pesar de que se encuentren muy alejadas de la otra. Este anterior ejemplo fue una de las tantas ideas desarrollados durante el auge británico y más importante de los estudios culturales.

Dicho esto podemos identificar una clara postura que tenía la Escuela de Birminghan contra la teoría crítica, si recordamos la visión que planteaba esta teoría que los medios de comunicación de masas se les atribuye una capacidad ilimitada para manipular ideológicamente a la audiencia. La audiencia es considerada por tanto como una masa homogénea y moldeable que no dispone de las herramientas necesarias para desarrolla una capacidad crítica frente a los contenidos que le son mostrados. Además proponen la idea de una industria cultural, que convierte a la cultura en una mercancía trivial. En contraposición la Escuela de Birminghan plantea que la capacidad de los medios para manipular a las masas es limitada. Además se opone a que la audiencia sea una masa homogénea sino que esta segmentada y juega un papel activo en donde puede decidir si acepta, rechaza o negocia los mensajes que recibe y considera a la cultura popular como objeto de investigación, y no existe una distinción entre esta y la cultura de elite sino que surge una relación entre la cultura y los aspectos privados del individuo.

Ya dejando de lado el contexto histórico, podemos reconocer la importancia del avance de los estudios culturales en la compresión de la comunicación en América latina porque funcionan como elemento que buscar integrar las identidades de los países y el papel de estructuración ejercido por los medios de comunicación. Además de reconocer el avance que tuvo Latinoamérica con respecto al desarrollo de los estudios culturales, porque lo que a Europa le costó tanto a nuestro continente no tardo tanto tiempo en ser entendió e implementado en ambientes académicos (Universidades).

Es importante mencionar que los estudios culturales latinoamericanos inician en la década de los sesentas y ochentas, con trabajos de intelectuales como Renato Ortiz, Jesús Martín Barbero, Néstor García Canclini y José Joaquín Brunner, puesto que son ellos los que reconocen la importancia de entender la comunicación en América Latina a partir de otras perspectivas. También reconocer la importación de los padres de los estudios culturales, Jesús Martin Barbero y Néstor García Canclini, que dieron la pauta para desarrollar todos los avances en este campo en el ámbito latinoamericano. Aquí cito primero a Barbero y el desarrollo del su concepto de Mediación, “considera que la recepción de lo que emiten los medios de comunicación, no es pasiva, es decir, el individuo no acepta lo que le imponen; primero reconoce los elementos que le significan y se los apropia a través de mediaciones, que pueden ser personales, colectivas, institucionales. Es así como lo que importa no es el mensaje, sino lo que el público recibió, reflexionó, interpretó y se apropió.” (Barbero, Jesús Martin (2003) De los medios a las mediaciones, Convenio Andrés Bello, Bogotá, Colombia) Y el desarrollo del hibridismo cultura por parte de Canclini, “genera un modelo de dos unidades en donde se piensa a través de oposiciones como tradicional versus moderno, popular v/s masivo, extranjero v/s local, etc. que caracterizaron el desarrollo de los estudios culturales en Latinoamérica; con dicha concepción se trata de evitar los reduccionismos disciplinarios y considerar un poco más la complejidad de la sociedad ( Canclini Garcia Nestor, Latinoamericanos buscando su lugar (2002), Paidos, Barcelona, España).

Dicho esto como a modo de conclusion, los estudios culturales abrieron caminos académicos en Latinoamérica y ofrecieron una manera de reencontrarse con identidades que se creían perdidas debido a los procesos capitalistas sucedidos durante el siglo xx, en el continente. También recocer el desarrollo de pregrados, postgrados y maestrías acerca de los estudios en este continente porque permite que no se olviden las culturas populares por encima de las culturas que han traído acá las mecánicas políticas y económicas del capitalismo.