Etica en la salud.

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En este punto el ser humano debe tener la capacidad para tomar sus propias decisiones, lo cual inmediatamente tiene una implicación moral, con significado para el individuo que las ejecuta y fruto de una decisión personal basada en patrones de razonamiento y valoración propios, por lo que es posible de justificar una acción o decisión y generar obligaciones de responsabilidad para quien las lleva a cabo.

Ahora bien, luego de haber explicitado todos los conceptos fundamentales dentro de la ética en salud, podemos mencionar algunas de las problemáticas a las que los trabajadores de la salud se enfrentan, tales como la eutanasia, el aborto y el estado vegetativo en pacientes.

La principal polémica viene estando sobre la palestra durante bastantes años y es la eutanasia, la cual consiste en el acto deliberado de poner fin a la vida del paciente a petición propia o de sus familiares, esta práctica es completamente contraria a la ética profesional de un trabajador de la salud, el cual es el encargado de la mantención de esta, sin pensar en las condiciones, ni en la decisión tomada por el paciente o sus familiares. A pesar de esto, esto no impide que el profesional de la salud respete el deseo de un paciente, por lo que a partir de esto surge la premisa de “derecho a la muerte”, cuyo principal exponente fue Jack Kevorkian, el cual ocasionó gran controversia por el uso de sus conocimientos en la aplicación de eutanasia a 130 pacientes enfermos incurables, con su lema “morir no es un crimen”. Desde este punto de vista podemos pensar en que este hombre quizá debía ser condenado por sus actos, pero por otra parte vemos la opinión de muchos, los cuales piden poder “morir con dignidad” como lo hacía una niña en nuestro país no hace mucho tiempo. Dignidad se relaciona completamente con la calidad de vida y es ahí donde se encuentra el principal debate, según la ética profesional, lo primordial es la mantención de la vida y la estabilidad de la salud del paciente, pero no se ven las implicancias emocionales y sociales que esta mantención de la salud de un individuo que ya no quiere vivir debido al sufrimiento que le causa cada día su enfermedad no es considerado, ni lo que piensa su familia, sino solo el hecho legal de que la persona no debe morir porque este estado debe mantener y garantizar la vida y la salud, lo que nos lleva a pensar si estas legislaciones debiesen ser modificadas o no, pues día nos encontramos en el sistema de salud con personas en estados graves, terminales, sufriendo en cada momento, pero no pueden morir, pero tampoco pueden vivir de una manera adecuada, digna y de calidad.

Así mismo el tema del aborto terapéutico hace poco ocupaba todas las planas de los periódicos nacionales, en los cuales médicos de diferentes instituciones de salud se negaban a hacer estas prácticas aunque una nueva ley les obligara a dar asistencia, generando así también controversia respecto a la misma ética ocupada para la eutanasia, cual es el costo que debe pagar una madre por los diferentes juicios de valor dentro de esta nuestra sociedad por llevar en su vientre un feto que es inviable para la vida o que está poniendo en riesgo su propia vida, la calidad de vida nuevamente se ve afectada, la dignidad y todo el contexto social y familiar de esta se ven afectados por una resolución valórica en la cual no se considera su opinión y ni siquiera su propia salud.

CONCLUSIÓN.

La ética dentro de los servicios de la salud o ligados a la salud es primordial pues se trata con la vida o la muerte, y primordialmente permite que se garantice a la ciudadanía la salud y la vida, pero también, se muestra como la piedra de tope para otras situaciones, en la que los juicios valóricos de cada profesional y la decisión del mismo individuo y su familia debiesen bastar para que una situación sea resuelta o se le ponga fin, como lo es el ejemplo de la eutanasia, donde si aplicarán los juicios de valor emocionales, más que los legales, quizá tendríamos en los servicios sanitarios una cantidad menor de gente sufriente que ya ha tomado la decisión de que quiere hacer con su vida, pero se le impide por estos patrones éticos, los cuales condenan a quien asista estas peticiones. Creo que habría que legislar para permitir la mantención de la vida, pero de calidad y digna para todos los pacientes de los servicios sanitarios.