Experiencia primaria a secundaria
Enviado por Helena • 13 de Julio de 2018 • 2.258 Palabras (10 Páginas) • 340 Visitas
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Ser maestro es todo un reto, ya que nos enfrentamos a varias dificultades dentro del aula, por ejemplo: algo muy común, es la gran diversidad de alumnos (no todos son iguales), así como el tiempo, el cual, a veces nos impide profundizar los temas. Por otro lado, tenemos el gran número de estudiantes, a los cuales debemos atender; es lamentable que, la mayoría va por obligación a la escuela, “ para dar el gusto a todo el mundo, ir forzado” (Watkins, Chris y Wagner, 1991, p. 61).
La mayoría de los adolescentes ve a la escuela como un requisito más para poder obtener un empleo en un futuro, otros no saben a que van, o simplemente no tienen ganas; y unos cuántos tienen claro su objetivo.
Sin embargo, no debemos desistir, pues para poder lograr un cambio se necesita paciencia, sobre todo dedicación; poder recordar el por qué elegimos esta profesión y cómo las prácticas escolares “pueden apoyar el proceso de adquisición de nuevas y más potentes formas de aprender, comprender y actuar sobre la realidad, de reconstrucción de la propia identidad personal, de adopción de valores y proyectos de vida” ( Onrubia, 1997, p. 169).
Debemos tener aquella pasión que nos mueve al hacer las cosas sin esperar nada a cambio, que nos cause satisfacción, estar dispuestos a enfrentar los retos que se nos presenten día a día, y que, con el paso del tiempo, nos daremos cuenta de que cada uno de nuestros esfuerzos valió la pena. Sé que no será sencillo, pues, como cualquier otra profesión, se necesita de esfuerzo, dedicación y mucha preparación, debemos tener fe en que todo lo que hagamos producirá frutos positivos en los estudiantes que formarán parte de nuestras vidas.
Sobre todo, porque se pueden identificar algunas deficiencias en los alumnos, y sería muy decepcionante que ese sea el futuro de nuestra nación, por lo cual debemos desempeñar un buen trabajo en las aulas, poder ser la diferencia.
Es increíble escuchar que ahora los niños comienzan a consumir alcohol, algunos fuman o ingieren algún tipo de sustancia nociva para la salud desde temprana edad, “el consumo de alcohol en menores de 12 años es cada vez más alarmante, tanto en niñas como en varones, lo cual es un foco rojo a escala nacional”(Hernández, 2015, p.15).
Lo peor, son los efectos que éstos tienen en el organismo de los adolescentes, “el problema de abuso en el consumo de alcohol entre los jóvenes es realmente preocupante, ya no sólo por los efectos dañinos, a veces irreversibles, que se provoca al sistema cerebral y hepático, sino a la relación que tiene, como primera causa de muerte, por accidentes automovilísticos, riñas, suicidios y homicidios” (Guillén, 2014, p.12).
Durante la adolescencia, los chicos están ansiosos por descubrir, experimentar o conocer cosas nuevas y diferentes, por lo que los hace más vulnerables a caer en diversos factores de riesgo, e incluso trastornos alimenticios como la anorexia o bulimia.
Los jóvenes constantemente están al pendiente de su apariencia física, pues es su principal “atractivo”, pero algunos llegan a tomar medidas extremas, “ los trastornos de conducta alimentaria ocurren con más frecuencia en mujeres de 14 a 18 años, aunque cada vez hay más hombres y niños menores de 12 años que lo padecen” (Coronel, 2015, p. 96).
La anorexia provoca que las personas se sientan “obesas” cuando reamente no lo son, por lo que genera un gran temor al aumento de peso, y eviten comer, ésto trae consecuencias graves para la salud, entre ellas: desnutrición, anemia, pérdida de cabello, piel seca, etc.
Mientras que la bulmia consiste en la ingesta de alimentos de manera incontrolable y recurrente “atracones”, por lo que las personas se sienten culpables y se ven obligados a vomitar o tomar laxantes, povocando daños relacionados con su nutrición, por ende perjudica su salud al igual que la anorexia.
“La causa de estos trastornos de la alimentación son múltiples, pero a veces se relacionan con problemas familiares y, en general, con una falta de vínculos afectivos así como presiones sociales” (Cuevas, 2014, p. 97). Lo dicho anteriormente, nos da un panorama acerca de las problemáticas con la que un docente se puede encontrar en un aula de clases, por lo que se debe recalcar que la educación no sólo se debe dejar a cargo de los maestros, y a que los padres de familia o tutores, también tienen un papel importante.
Es triste que algunos tutores le reclamen a los profesores sobre la conducta de sus hijos, cuando ellos deben considerar que la educación en casa es muy importante, pues en ella se dan las bases para la vida en sociedad, como saludar, respetar a los demás, incluyendo a las personas mayores, así como las opiniones ajenas; y algo muy importante son las normas.
Hay padres que no tienen buenas relaciones con sus hijos, o se sienten cohibidos al hablar acerca de algunos temas, por ejemplo la sexualidad, lo cual genera desorientación en los jóvenes, a su vez ellos buscan respuestas en otros lugares o personas, pero no siempre es lo adecuado, pues generalmente no son fuentes confiables y están llenas de mitos.
Durante mis recientes jornadas de prácticas, tuve la oportunidad de observar la clase de orientación y tutoría, en donde se abarcó el tema de métodos anticonceptivos, por lo que se les había pedido a los alumnos previamente que llevaran algunos de éstos, como: pastillas, parches, condones, entre otros; pero hubo comentarios de que algunos padres se ofendieron, por lo que se les recalcó a los alumnos que esa no era la intención, pues les es útil para su vida.
Debemos recordar que “la escuela puede jugar un papel decisivo en la elaboración de al menos algunos de los proyectos de futuro de los adolescentes” (Onrubia, 1997, p. 169), y en este caso, sería en planificación familiar, así como la prevención de enfermedades de transmisión sexual.
También pude notar que nuestra actitud como docente influye en el desempeño de nuestros alumnos, pues tuve uno en especial, el cual pude percibir que no cumplía con todos los trabajos, por lo que me acerqué a él y le comenté que me sorprendía el saber que no los realizaba, pues anteriormente había notado que si los realizaba. En la clase siguiente pude percatarme que ya entregaba, lo cual me dejó una gran satisfacción.
Además, también tuve una alumna que casi no participaba, de repente noté que en clase había levantado su mano para poder participar, por lo que le dí la palabra, realmente me sorprendió. “Es preciso que las pautas de atuación del profesorado creen un clima en las clases que evite los efectos negativos y maximice los
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