Futuro de la salud pública en Costa Rica

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El sistema de salud pública del país debe continuar con sus políticas en áreas sensibles e importantes como el VIH/SIDA, salud mental, salud ambiental y vulnerabilidad y preparativos para desastres, pues son temas básicos que no puede ignorar. La salud es un conjunto de factores que dependen de un ambiente sano y a cubierto de riesgos previsibles, los cuales muchas veces son causados por una explotación desmedida de los recursos naturales y por una falta de respeto a quienes habitan dentro de un ambiente determinado, a la vez que es imposible actuar en contra del desarrollo. Todo esto implica tener en cuenta los grandes pasos que dio Costa Rica en materia de protección de la naturaleza.

De esta manera Costa Rica ha decidido intentar lograr una cobertura universalizada de las prestaciones en salud, y a pesar de muchas vicisitudes ha tenido grandes avances en el desarrollo social. Este sistema, no siempre perfecto, ha querido desarrollar políticas públicas dirigidas a preservar y mejorar la salud como un derecho fundamental, no siempre respetado, pero siempre dentro de un contexto democrático, y en principios como la universalidad, la obligatoriedad, la unidad, la equidad y la calidad, a los cuales se desea orientar al país, las cuales son sus metas más allá de las presiones de grupos de poder e intereses mezquinos.

Queda aun mucho por hacer para que los servicios de salud sean accesibles y financieramente sustentables, y que la sociedad costarricense esté en disponibilidad de utilizar y a la vez sostenerlos. Por ello se debe trabajar en la accesibilidad, una justa distribución de recursos tecnológicos y humanos, igualdad de género, distribución equitativa de la riqueza, una mejor organización social y un impulso en igualdad de oportunidades, pues a simple vista parece haber un estancamiento social generalizado.

Es importante mantener estable la inversión en salud pública para no bajar el nivel de desarrollo logrado. Costa Rica, además, debe prepararse para afrontar enfermedades emergentes con criterios modernos de oportunidad y de calidad de los servicios, como el impulso de los estilos de vida saludable para mejorar los niveles de salud de la población.

En conclusión, el futuro de la salud pública en nuestro país está ligado a los determinantes sociales de la salud. Un país sin justicia social crea una sociedad desigual.