Historia del fundador Economía Social Coparticipada y el Accionariado Obrero.

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El estado argentino de hoy es un estado concebido neutro por una Constitución Argentina sancionada en 1994, a espaldas del pueblo y cuya reforma no incluyó la Constitución Argentina de 1949 derogada por un gobierno militar en 1957; no restituida hasta la fecha. Constitución que inspiró la quinta fundación de la República de Francia y que André Malraux adoptó y vivió con intensidad y lucidez, contando con el asesoramiento de Arturo Enrique Sampay, redactor de la Constitución Argentina de 1949. Constitución que proveyó con sus artículos a las constituciones de Uruguay, Brasil, Chile, México, Bolivia y Venezuela. Constitución que hoy está considerada en el mundo como: La Cuarta Teoría del Estado.

Por ello, hoy aún al pueblo argentino no se le han restituido sus Derechos Humanos ni Derechos Civiles consagrados por aquella extraordinaria Doctrina del Estado. Para la Constitución hoy vigente en la Argentina, el ser humano está concebido como una persona aislada, necesitada de llegar a un Estado concebido neutro y cuya máxima es el “laissez faire”, porque todo el pueblo está en libertad de protestar pero sin conseguir nada por ello. Para la Constitución Justicialista de Perón, fue el hombre social que vive siempre en comunidades y cuya unidad de orden se da en un Estado partícipe pero no intervencionista, y árbitro de los conflictos sociales. Esta es la Cuarta Teoría del Estado, posterior al capitalismo, marxismo y corporativismo, que estableció la Justicia Social Atributiva y Distributiva entendida como realidad y realización axiológica del bien social común y construcción de una Comunidad real y justa, conciliando los intereses del individuo con los intereses del Estado.

La Justicia Social fue fundada como la columna vertebral ideológica del Justicialismo y como Tercera Posición filosófica ante el plano político mundial, porque ya se había demostrado que en el mundo, luego de la segunda guerra mundial, las libertades formales del individualismo capitalista o el colectivismo marxista no son ni fueron la garantía humana suficiente, ni el desarrollo armónico de la estructura socioeconómica de la comunidad.

Desde 1976, a cambio de espejismos, se sigue desangrando al Estado Nacional Argentino permitiendo la ocupación del país. Y la privatización de todos los bienes públicos, recursos y empresas estratégicas del Estado consumada en la década del 90, tomando el poder mediante la estafa electoral y democrática al pueblo prometiendo un gobierno peronista. Que hoy siguen explotando de manera indiscriminada recursos no renovables del patrimonio público argentino, culpando a las consecuencias de los 90 y sin poner freno a esta hemorragia económica y social desde hace 19 años. Llegando a casos extremos como ocurre con el caso actual del negocio del oro en la provincia de San Juan con la Barrick Gold, con el saqueo mineral y ambiental en la localidad cordillerana de Pascua Lama, sin dejar nada del producido en Argentina ni pagar nada de impuestos por esta explotación que despoja al pueblo argentino de su riqueza.

Hace 33 años se instaló el continuismo de aquel modelo de política económica que impuso, con sangre el proceso militar de 1976, a las empresas emblemáticas del Estado Argentino como YPF, Gas del Estado, Obras Sanitarias (agua potable), Teléfonos, Energía Eléctrica, Ferrocarriles Argentinos, etc. Se maquilló de organismos o empresas deficitarias a Servicios Públicos que son Derechos Humanos, durante el gobierno militar desmantelando sus activos y utilidades, a cambio de modernos servicios que no fueron tales.

Estas empresas y organismos estatales aportaban hasta 1976 el 24 % de sus utilidades al Tesoro Nacional del Estado Argentino, el ministro de economía de la dictadura militar (Martínez de Hoz) por un decreto anticonstitucional dispuso que estas empresas aportaran el 75 % de sus utilidades llevándolas al vaciamiento financiero y un déficit irrecuperable.

En la actividad empresaria privada se replicó esta trágica línea de vaciamiento económico. Las estadísticas muestran que desde 1976 hasta diciembre del 2001 se demolió todo el patrimonio de la industria nacional argentina. Hundiendo a los argentinos en el hambre y la desocupación. Por lo que se perdieron millones de puestos de trabajo, puestos de producción nacional y están desapareciendo los oficios y profesiones productivas.

Las fuentes de producción industrial sufrieron una demolición implacable. Única en el mundo:·

Del 24 de marzo de 1976 al 12 de mayo de 1986, desaparecieron los 18.000 establecimientos industriales principales del país con más de 500 puestos de trabajo promedio cada uno. Fuente de información: Consejo Argentino de la Industria, “La Nación” 12-5-86, página 14.·

Del 12 de mayo de 1986 al 20 de octubre de 1988, desaparecieron 52.000 establecimientos industriales, fuente de información: Consejo Argentino de la Industria, “La Nación” 20-10-88, página 13.·

Del 8 de Julio 1989 hasta el 20 de diciembre de 2001, 108.000 establecimientos industriales y comerciales fueron cerrados, fuente de información: Unión Industrial Argentina, “La Nación” 20-12-00, página 14.

Quedó demostrado que esta modalidad del saqueo de la economía se montó sobre dos mecanismos criminales:

El primer crimen original fue llegar a establecer el Terrorismo de Estado con la sangre, la violencia y la corrupción de Estado generalizada desde un gobierno militar.

Que comenzó, cuando el pueblo logró el retorno de la democracia y de Perón al país en 1973, con la subversión del orden constitucional mediante la lucha armada de grupos de izquierda al servicio de la sinarquía internacional para romper los mecanismos económicos reconquistados, basados en la justicia social y las fuerzas sociales organizadas que los sustentaban, a través de la unidad del movimiento obrero organizado en la Confederación General del Trabajo. Comenzó asesinando a su líder y secretario general, José Ignacio Rucci, el día siguiente que asumiera el general Perón la presidencia de su tercer gobierno. Luego el accionar de estos grupos de terrorismo de izquierda armada fue asesinando dirigentes industriales y sindicales para justificar y llegar al golpe de Estado militar donde se profundizó esta acción y modelo de saqueo social, político y económico popular. Desde estos grupos armados jamás fue secuestrado un terrateniente ganadero ni agropecuario, oligarquía agropecuaria que fue enriquecida por la dictadura militar. Hoy es la mayor actividad económica argentina y dicta la agenda política del gobierno siendo su mayor oposición y al mismo tiempo el sector mejor