INICIATIVAS DE CALIDAD: UNA EVALUACIÓN DE VALOR

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Control del Proceso Estadístico

La Ford Motor Company en la revisión de su estándar del sistema de calidad Q-101 para incluir evidencia de capacidades de proceso en la evaluación de sus propias plantas y las de los proveedores ayudó a relanzar el interés en el SPC. La aplicación comenzó en serio por las empresas europeas en 1984. Hoy en día, SPC exhibe un buen uso en una amplia gama de diferentes procesos, y el conocimiento de la técnica está muy extendida. SPC ahora ha avanzado para ser un ajuste con las actividades comerciales normales de una organización. Sin embargo, lejos de la convicción de la Ford Motor Company de que a mediados de los años ochenta se "blitzen" problemas de calidad, hay pruebas (por ejemplo, Dale y Shaw (1991)) de que los resultados obtenidos no han sido espectaculares y el uso de SPC no es Tan generalizada como cabría esperar. Una faceta importante del SPC es la necesidad de una mayor apreciación y comprensión de la capacidad del proceso. Recientemente se ha renovado el interés en el desarrollo de la capacidad de proceso de una gama de empresas. El tipo de depósitos dejados por el SPC incluyen: mejor conocimiento de la variación del proceso y capacidad del proceso; Importancia de un enfoque formal de resolución de problemas; La necesidad de integrar el uso de una variedad de herramientas y técnicas para resolver eficazmente los problemas; La necesidad de definir indicadores de desempeño relevantes para los procesos; Mejor comprensión de las cuestiones relacionadas con la medición; Y visualización visible de los datos de rendimiento.

Serie ISO 9000

Esta serie ISO 9000 de normas del sistema de gestión de la calidad se introdujo por primera vez en 1987, pero debe mucho a los primeros estándares de defensa. Van der Wiele (1998), en su trabajo sobre la moda, la moda y el camino de ajuste, considera que la serie ISO 9000 es ahora un ajuste con las actividades operativas normales de una organización. Es cierto que ninguna iniciativa de calidad ha generado tanto debate y argumentos tanto a favor como en contra, y lo que tiene y no ha logrado como la Serie ISO 9000. Fuera del debate sobre su valor o de otra manera la serie ISO 9000 ha dejado ciertos depósitos positivos, incluyendo: mejorar la conciencia y la comprensión de la calidad entre todos los empleados; El valor de describir y documentar los procedimientos; Proporcionar una especificación clara de lo que está implicado en un sistema de gestión de la calidad; Y asegurar que una organización tenga controles adecuados sobre la calidad. En general, el valor positivo de estos depósitos está relacionado con la motivación interna para la introducción y utilización de la serie ISO 9000.

Benchmarking

El Benchmarking fue popularizado por el trabajo seminal de Camp (1989). Si bien el concepto de productos y servicios de benchmarking ha existido durante un tiempo considerable, la aplicación de un método estructurado para buscar las mejores prácticas es relativamente nueva. A partir de las experiencias bien publicitadas de Xerox muchas organizaciones han emprendido alguna forma de benchmarking y muchos clubes, centros y redes de benchmarking han sido establecidos. El tipo de depósitos establecidos mediante la evaluación comparativa incluye: una ruptura con el pensamiento y las prácticas insulares; Educación de las personas que primero deben entender su propio proceso antes de buscar maneras, usando la inspiración externa, para mejorarlas; Se genera una cultura de desafío del tipo de pensamiento quo; Y una mejor comprensión de las mejoras progresivas versus mejoras incrementales.

Reingeniería de Procesos de Negocio (BPR)

BPR fue popularizado como un concepto formal por los escritos de Hammer (1990), Davenport y Short (1990), y Hammer y Champy (1993). Se propone por ellos como los medios que permiten a una organización adoptar una mirada radical y revolucionaria en su funcionamiento. Sin embargo, muchas empresas no son "fuertes" suficientes para soportar el impacto total de BPR como se había previsto en primer lugar. Como resultado varias versiones diluidas de BPR han sido desarrolladas, principalmente por consultores gerenciales con un interés en proveer experiencia. BPR se ha convertido en popular en un corto período de tiempo, prometiendo sorprendentes resultados muy rápidamente en relación con el cambio corporativo y tecnológico, la transformación y las presiones competitivas. Algunos escritores lo consideran un sucesor de TQM, haciendo el punto que, en vez de mejorar continuamente un proceso, BPR desafía la necesidad de un proceso. Los protagonistas de BPR argumentan que, en lugar de TQM, es el concepto que permite a una organización hacer los cambios necesarios paso a paso, la originalidad y las mejoras de la empresa que le permitirá salir de la competencia. Sin embargo, otros escritores creen que BPR pronto caerá en desgracia con los industriales; Las características típicas de una moda pasajera. BPR ha dejado algunos depósitos positivos típicos de los cuales son: desafía la necesidad de un proceso; Mayor comprensión de la reingeniería y rediseño de procesos; La importancia de mejorar los procesos centrales de una empresa y la necesidad de innovación en los procesos; Y la comprensión de mejoras radicales versus mejoras incrementales.

Autoevaluación frente a un modelo de excelencia

La publicación del Premio Nacional de Calidad Malcolm Baldrige (MBNQA) y de la Fundación Europea para la Gestión de la Calidad (EFQM) en 1987 y 1991, respectivamente, ha producido un interés considerable en los métodos de autoevaluación. Estos modelos comprenden definiciones de TQM en un sentido amplio y son holísticos en diseño y naturaleza. Las organizaciones utilizan los criterios del modelo elegido para ayudarles a diagnosticar el estado de salud de su proceso de mejora y proporcionar indicadores de cómo alcanzar la excelencia empresarial. Los métodos de autoevaluación se han vuelto muy accesibles en el desarrollo de redes nacionales y regionales de adjudicación de calidad. Como tal, las empresas con aspiraciones modestas pueden adquirir experiencia de autoevaluación a nivel local / regional. El tipo de depósitos establecidos por autoevaluación con respecto a un Modelo de Excelencia (incluso cuando la autoevaluación se lleva a cabo sólo en relación con la solicitud de un premio) incluye: la importancia de la autoevaluación regular para identificar la fuerza y ​​las áreas de mejora; La importancia de medir la mejora de manera coherente en términos de número; La importancia de entender la dirección