LA CONSTRUCCIÓN DE UNA ESCUELA INCLUSIVA Y LA NECESIDAD DE SUPERAR LAS BARRERAS PARA EL APRENDIZAJE Y LA PARTICIPACIÓN

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Posteriormente, en la parte IV se reflexiona sobre “El maestro: protagonista del proceso de inclusión y atención a la diversidad”, mediante el análisis de las inquietudes, miedos, prejuicios, limitaciones, motivaciones y deseos, actitudes y formas de percibir la realidad inmediata, lo que define la manera en cómo el maestro asume el reto de aceptar o no un alumno con Necesidades Especiales.

Finalmente, en la parte V: “El reto de la inclusión y la diversidad” se establece que caminar a la inclusión y diversidad implica un ejercicio permanente de crítica y análisis, de introspección y proyección, de evaluación de lo logrado y lo no hecho, de entender y conocer las evidencias en el ámbito de la integración.

En la parte final de este estudio se ofrecen las conclusiones del mismo, recuperando los elementos importantes que pueden permitir tener claridad al asumir una postura ante la construcción de una escuela inclusiva y la necesidad de superar las barreras para el aprendizaje y la participación.

DESARROLLO

I LA INCLUSIÓN Y ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD EN LA REFORMA CURRICULAR 2011

La Reforma Integral de la Educación Básica (2011), estipula que uno de sus principios pedagógicos es:

La educación especial se reorienta a partir de esta reforma y los protagonistas de esta reorientación indudablemente son “(…) las dos instancias, la escuela regular y los servicios de educación especial, en un pacto de corresponsabilidad tanto normativa como metodológica” (2011, p. 64).

De acuerdo a lo señalado por Frola y Velásquez (2012, p. 19), la reforma plantea “(…) una revisión a fondo de todos los aspectos involucrados en el proceso de enseñanza-aprendizaje, es en pocas palabras una apuesta al futuro de nuestro país a través de la educación”. Ante lo cual es preciso cuestionarnos ¿realmente en la actualidad se está favoreciendo la educación incluyente, en particular las expresiones locales, la pluralidad lingüística y cultural del país, y a los estudiantes con Necesidades Educativas Especiales, con o sin discapacidad, y con capacidades y aptitudes sobresalientes?

Para dilucidar sobre ello es necesario recurrir al análisis de las características del Plan de Estudios 2011 para la educación básica, que se resumen en los siguientes aspectos:

- Reconoce que la ‘equidad’ en la educación básica constituye uno de los componentes irrenunciables de la calidad educativa, por lo que toma en cuenta la ‘diversidad’ que existe en la sociedad y se encuentra en contextos diferenciados. En las escuelas, la diversidad se manifiesta en la variedad lingüística, social, cultural, de capacidades, de ritmos y estilos de aprendizaje de la comunidad educativa.

- Reconoce que cada estudiante cuenta con aprendizajes para compartir y usar, por lo que busca que se asuman como responsables de sus acciones y actitudes para continuar aprendiendo. En este sentido, el aprendizaje de cada alumno y del grupo se enriquece en y con la interacción social y cultural, con retos intelectuales, sociales, afectivos y físicos, y en un ambiente de trabajo respetuoso y colaborativo.

- Se orienta hacia el desarrollo de actitudes, prácticas y valores sustentados en los principios de la democracia: el respeto a la legalidad, la igualdad, la libertad con responsabilidad, la participación, el diálogo y la búsqueda de acuerdos, la tolerancia, la inclusión y la pluralidad.

- Propone que la evaluación sea una fuente de aprendizaje y permita detectar el “rezago escolar” de manera temprana y, en consecuencia, la escuela desarrolle estrategias de atención y retención que garanticen que los estudiantes sigan aprendiendo y permanezcan en el sistema educativo durante su trayecto formativo.

Si se examina ese sustento, se observa que se trata de hacer de la educación básica que se ofrece a los educandos un proceso “incluyente” que tome en cuenta la diversidad, el aprendizaje colaborativo, el respeto, en suma una educación de calidad para todos.

De lo anterior podemos deducir, coincidiendo con lo sugerido por Booth (2012, p. 65), las características que deben tener las escuelas incluyentes son:

- Admitir a todos los alumnos de su área de influencia anteponiendo el derecho a recibir educación, la cercanía y accesibilidad para los padres sobre las características de los alumnos. En esta característica entrarían también las escuelas que ofrecen servicios de “educación especial” dado que son parte del Sistema Educativo Nacional.

- Que los estudiantes sean asignados a los grupos de manera aleatoria sin importar su condición y por consecuencia la lógica de los grupos sea heterogénea.

- Que los docentes de apoyo y servicios especiales sean enfocados al diseño de situaciones de aprendizaje que involucren a todos los alumnos.

- Las estrategias didácticas sean diseñadas con criterios de exigencia para todos los alumnos, pero en la evaluación se realicen los señalamientos y observaciones necesarias para los alumnos que tienen algún tipo de impedimento para el pleno acceso al logro de las metas propuestas.

- Se realicen actividades de sensibilización para los alumnos sin discapacidad a fin de que respeten e involucren a todos sus compañeros. Por lo regular este paso no ocasiona problema a los estudiantes, la mayoría de las veces es más evidente el temor a que esto no suceda por parte del docente.

- Se establezca una colaboración estrecha entre el maestro del aula regular, los especialistas y el personal de apoyo, que todos trabajen en el diseño, desarrollo y evaluación de una misma situación de aprendizaje incluyente.

- La gestión escolar sea centrada en acciones orientadas a la desaparición de las principales barreras para el aprendizaje y la participación de los alumnos.

Los elementos citados, basados en nuestra experiencia nos permiten afirmar que estos están alejados de la realidad, debido a que pareciera que hay maestros que se empeñan en hacer todo lo contrario, lo que en consecuencia se llama una “escuela excluyente”.

Otro elemento nuevo y pertinente del plan de estudios (SEP 2011), es el establecimiento de 12 principios pedagógicos, cuya implementación es indispensable para el logro de una “educación de calidad”[1]∗, todos de alguna manera hacen referencia a la inclusión, pero uno en especial se refiere a la misma de manera puntual.

Principio pedagógico 1.8. Favorecer la inclusión para atender a la diversidad

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