LA CREACIÓN DEL UNIVERSO: VARIOS AUTORES.

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No puede faltar por supuesto la foto de los difuntos a los que se le ofrece el altar y el alimento tradicional: el pibipollo o mukbipollo. En la ofrenda de los niños, se agregan juguetes y las velas son de colores.

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CHICHAN PIXÁN

Para el altar de los niños, se ponen manteles, también bordados, velas de colores, jicara de chocolate, flores como el xpujuk o el amaranto, ruda, sandiego, sunchos pequeños, donas, pastas y galleta animalitos, jícama, yucca con miel , camote, tamales y un vaso de agua. El alimento es servido en pequeños platos y en pequeñas porciones.

También junto a la mesa principal, se pone una mesa más pequeña y jicaritas de chocolate, vasos de agua, pasteles en forma de animales, juguetes hechos de madera o barro y velas. En el medio día, a los niños se les da una merienda, que generalmente es una olla de pollo “para darle energía a los niños” y dulces como zapotitos(hechos de pasta de semillas de calabaza, formas y colores como diferentes frutas), a pesar de que el difunto nunca pudo comerlo en vida.

Otros postres incluidos en el altar son coco negro horneado, coco blanco, tortillas de miel, calabaza caramelizado. Y por supuesto el llamado xek servido al fin de la ceremonia.

En algunos hogares es común poner un altar para el alma solitaria, dedicado para todos los difuntos quien nunca nadie los recuerda en la tierra, o quienes no le conocen pariente, o los parientes no mostraron ningún interes en ellos. Puede ser un viajero que su cuerpo desapareció sin que nadie los buscara; y al enfermo quien fuera abandonado por sus parientes. Esta ofrenda es simple, una mesita con mantel, junto con una vela blanca grande, un vaso con agua y un plato de comida.