La Responsabilidad Social en el Turismo Sustentable.

...

“El futuro de la actividad turística depende de los acuerdos que permitan conciliar los intereses de los grupos empresariales con las preocupaciones de la sociedad” (Santana Medina, Ortiz Decenas, Guerra Ávalos, Moreno Ortiz, Laure Vidriales, & Quintero Villa, 2013)

Es aquí donde la sustentabilidad pretende entrar para formar parte esencial del turismo. Pretende cuidar de nuestros recursos, de nuestras personas, nuestra economía, para que el turismo no se termine a corto plazo y podamos todos convivir y sacar provecho de nuestra tierra en armonía con ella, no a pesar de ella. La sustentabilidad es tratar de regresarle o por lo menos no quitarle tan agresivamente sus recursos a la madre naturaleza. Es dejar de ser egoístas, pensar en realidad también en nosotros, cuidar ese recurso que nos está generando riqueza, para nuestras futuras generaciones, es pensar en todo, no solo en dinero, no solo en el ahora. Es pensar en el mañana.

La naturaleza de la tierra está cambiando, por lo tanto nuestros atractivos naturales también, huracanes con frecuencia acompañados de lluvias muy fuertes y destructivas, temporadas de sequía con calores insoportables, terremotos fuertísimos que dañan el corazón de una región. A esto vamos a sumarle el poco tacto del ser humano para tratar su planeta hogar, quien caza animales, quien destruye manglares, glaciares, selvas, quien contamina aguas, aire. Pensando en dos cosas muy erróneas; los recursos son eternos y no habrá consecuencia alguna. Pero estamos acabando con el mundo que, le vamos a dejar a nuestros hijos, estamos acabando con nuestra fuente de ingresos, estamos acabando con el turismo también.

Entonces aquí es donde tenemos que hacernos responsables, de nosotros mismos, de nuestro planeta, de nuestras acciones. La Responsabilidad Social es la manera de regular nuestras acciones. Muchas veces no podemos remendar ya el hecho de que se ponga un gran hotel en un área protegida o la tala masiva de árboles o la carga que tiene ya un espacio, la explotación de animales para nuestro entretenimiento, o la invasión de su espacio. Pero, si podemos hacer que nuestra presencia en ese lugar sea mucho menos agresiva, que no deje una huella tan negativa en ese lugar.

Entonces la responsabilidad social es tomar acciones positivas para si bien no remendar, por lo menos ayudar a que lo que ya estamos haciendo sea menos consecuente con nuestra naturaleza. Pero ¿quién es el responsable? La respuesta es todos, pero por supuesto que hay partes de responsabilidad más pesadas que otras.

La primera es el gobierno. Si el gobierno se hiciera responsable y no hubiera intereses monetarios de por medio, no se violarían los derechos de por lo menos las zonas que ya están protegidas, no se daría ese permiso que sale de la nada y quién sabe como para destruir todo un ecosistema y construir un emporio económico. El claro ejemplo es el terrible ecocidio cometido por el gobierno el pasado 16 de Enero de este año. 22 hectáreas de manglares destruidos en una madrugada. Años le tomó a la naturaleza crear ese ecosistema sumamente especial y exótico. Para que en una noche, se llevaran miles de árboles y sepultaran vivos a miles de animales. Justificando que el manglar estaba inmerso en una zona urbana…pero ¿quién le estorbaba a quién? ¿Por qué permite el gobierno este tipo de acciones?

La segunda son los inversionistas. Ellos son los que piensan en cómo poder hacer un negocio rentable, quienes necesitan el permiso del gobierno para poder llevar a cabo su proyecto, quienes convencen al gobierno por medio de sobornos y promesas un tanto guajiras de la derrama económica y el beneficio que esa inversión en ese lugar dejará. Lastimosa y realmente es que la mayoría de las ocasiones, la inversión es hasta extranjera, logrando así atraer turistas pero solo para que circule el dinero por aquí, a lo mejor sí, crea empleos, pero y el resto de la ganancia se va a otro lado, cuando los recursos que se explotan y destruyen son los de aquí. Un ejemplo es el Hotel Diamante K un hotel ubicado en el Parque Nacional Tulúm, clausurado ya por segunda vez en el año 2015 por daños al ecosistema. Pero ¿de qué sirve clausurar? ¿Por qué le dan permiso de construir un hotel en un parque nacional a alguien que se dedica a hacer telenovelas?

La tercera parte son los pobladores quienes son invadidos para ser observados, pero también son observadores de cómo se acaban su entorno, muchas veces ellos sin hacer absolutamente nada, es su patrimonio, es su tierra, para que cualquier persona llegue a querer hacer una modificación para beneficio de unos cuantos. Ellos son los que deben de impedir que este tipo de cosas suceda, si supiéramos el poder que tendríamos al organizarnos en contra de este tipo de acciones, viviríamos en un mundo diferente.

La cuarta y última parte son los turistas, quienes llegan y dejan el destino peor que como lo encontraron, ¿de qué se trata? Es cierto que el turismo es una fuente económica muy importante para algunas regiones, es cierto que cada vez nuestra sociedad se dedica más al ocio y a viajar. Pero también es cierto que este planeta está siendo sumamente deteriorado por estas causas. La falta de conciencia nuestra, tendrá graves consecuencias y lo que se hace hasta el momento es casi nada. Los turistas no miden la gravedad de sus actos. Por ejemplo un grupo de turistas mató un delfín bebé en las playas de Argentina…lo sacaron para tomarse fotografías con él, ¿es en serio? Sí, además es indignante.

Entonces ¿qué hay que hacer? Si ni el gobierno, ni los inversionistas, ni los pobladores, ni los turistas tienen conciencia. La respuesta es crearla. Cada vez somos más los que estamos abriendo los ojos y nos estamos dando cuenta de la gravedad de la situación. Yo como estudiante de la licenciatura de Turismo, me interesa realmente que se lleve a cabo sí, para generar ese movimiento económico que tanto nos beneficia a todos, pero de la manera menos impactante posible.

En nuestra realidad el gobierno solo ve por sus individuales intereses de quien está en el poder, no el nuestro, menos el de nuestro planeta. Ellos son quienes pueden sancionar, pero no debe haber sanciones porque no debe haber permisos riesgosos ni actividades que afecten a nuestra naturaleza. Nosotros como pobladores, de una ciudad, estado e incluso de país debemos alzar la voz para que sea regulado el turismo y no sea tan impactante como hasta ahora lo es. Y nosotros como turistas debemos ser responsables al viajar, tomar una actitud madura, pensar que lo que estamos haciendo puede afectar severamente un lugar.

Entonces aquí quien tiene el verdadero poder de hacer el cambio, son las empresas, los inversionistas que