La democracia es un valor en sí mismo, cuando sus funcionarios actúen con equidad; sus instituciones tendrán como principio LA JUSTICIA.
Enviado por Ledesma • 23 de Mayo de 2018 • 862 Palabras (4 Páginas) • 425 Visitas
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Ahora bien, la violencia organizada es uno de los controles del estado. Nuestra sociedad es profundamente jerárquica y vertical, y está acostumbrada a responder al poder de una clase política y una clase social, a través de símbolos y de imaginarios que les reafirma su poder. El que gobierna es el poderoso, el que puede abusar, el que manda, y está por encima del derecho y de los derechos. El rico tiene el poder, puede comprar todo, está por encima y puede escapar de la ley. Debemos respetar al gobierno y sus símbolos de poder y control, aunque ellos no los respeten y se posicionen sobre ellos y sobre nosotros.
Muchas personas dan su consentimiento a dejarse dominar por ese control al actuar, casi siempre inconscientemente, bajo esos símbolos de dominación de las personas cuando éstas consideran legítimo el uso de su poder, aunque se utilice para oprimirlas.
Por eso creo que mantener el discurso de la democracia débil, herida de muerte pero en pie, les ayuda a continuar su dominación simbólica y real. Hoy necesitamos encarar otra idea: que no vivimos en una democracia y que es necesario replantear las cosas para pensar en un proyecto democrático real hacia dónde ir. Pienso que es mejor enfrentarlo así, y caminar claros hacia lo que deseamos construir.
México no quiere aventuras políticas, no quiere saltos al vacío, no quiere retrocesos a esquemas que ya estuvieron en el poder y probaron ser ineficaces. México requiere democracia, pero rechaza su perversión que es la demagogia.
La idea de libertad. La libertad es el valor central de la vida. La libertad y la responsabilidad de la persona son los conceptos que sustentan la propia dignidad de la persona como titular de derechos y libertades inalienables y su respeto, “eso es democracia”,
Reconoce el pluralismo, se basa en la igualdad jurídica y garantiza las libertades de todas las personas que conforman una sociedad. Debemos defenderla Y, por último, hay que decir que la prosperidad, el bienestar y el futuro de millones de personas dependen de nuestra capacidad para extender la libertad. Y esa tarea, que me parece la más noble e importante a la que se enfrenta el mundo de hoy en día, necesita de bases intelectuales y morales firmes y convincentes para culminarla con éxito.
Soy de las que creo que el futuro no está escrito. Creo profundamente que nada ni nadie está condenado a un destino determinado.
Y creo también que del uso que hagamos de nuestra responsabilidad depende el futuro de las personas y de las naciones.
Gracias…
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