La depredación ambiental y social de la economía estractivista minera
Enviado por Christopher • 17 de Diciembre de 2018 • 2.024 Palabras (9 Páginas) • 432 Visitas
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Las crisis del agua potable producidas por la actividad minera
El impacto ambiental de la actividad minera no es el único factor de degradación producido, sino también el social. Un ejemplo de lo que la actividad minera sin ningún tipo de restricción es capaz de generar, se dio durante fines del año 2016 e inicios del 2017 cuando se produjo en la ciudad de La Paz, sede de gobierno, una crisis hídrica sin precedentes. Los sectores sur y ladera este de la ciudad sufrieron interrupciones del suministro de agua, en muchos casos repentinas y prolongadas, nadie recibió ninguna explicación por ello. La actitud de las autoridades no fue nada eficiente frente al problema sino que se trató de manipular el problema para hacer demagogia. Lo cierto fue que nadie sabía a qué se debía la crisis. En medio de tal incertidumbre, comenzó a correr el rumor de la existencia de empresas mineras chinas en las faldas del emblemático nevado Illimani de La Paz, principal fuente natural de abastecimiento de la ciudad, que habían desviado las corrientes de agua de las represas hacia la extracción minera en ese sector. Estos embalses a los que nunca antes les había faltado agua, ahora estaban vacíos. El gobierno ante estos rumores negó rotundamente todo, mientras que, de manera sospechosa, a varias instituciones y grupos ambientalistas se les negaba el ingreso al sector, y la documentación respectiva por parte del Ministerio de Minería era denegada.
Este problema de empresas privadas o cooperativas en operación sobre fuentes de agua en la ciudad de La Paz no es algo nuevo, ya el CEDIB en 2014, mencionó que la mayor cantidad de sectores con derechos mineros declarados en La Paz, se hallaban alrededor de las represas más importantes de la ciudad, las de Incachaca y Jampaturi, que alimentan las zonas sur y este, y las de Janko Khota y Milluni, que alimentan a las zonas norte y oeste de la ciudad, como peligros potenciales de contaminación actual y futura. Por ejemplo la represa de Milluni habría sido asiento de la empresa del mismo nombre, de propiedad del ex presidente, prófugo desde 2003, Gonzalo Sánchez de Lozada. Y que aunque sus operaciones se han detenido hace casi treinta años los residuos del desmonte que quedaron, por la acción de las lluvias y la erosión han generado una contaminación en las aguas de una de las represas de un nivel que superaría los límites máximos aceptados mundialmente, ante este problema previsto por las autoridades la solución consistió en hacer que la normativa se flexibilice, para que contemple como permitidos niveles mucho más elevados.
De este modo para suministrar agua potable a la ciudad de La Paz, se estaría llevando a cabo continuamente un tratamiento de descontaminación y potabilización muy costoso, de aproximadamente 10 millones de dólares al mes, para hacer que la población paceña pueda consumir un agua potencialmente peligrosa.
El incremento de las actividades mineras desde 2006, ha traído sin duda la conformación no solo de empresas del Estado, sino la de cooperativas cuya actividad precaria pasa por alto toda legalidad. La actividad minera aurífera se está constituyendo hoy en una de las más depredadoras, no solo al contaminar las aguas de los ríos, sino al talar grandes extensiones de bosque, y avasallar propiedades comunales y urbanas no mineras, como sucedió en mayo de 2016 en Teoponte, norte del departamento de La Paz, donde tres cooperativas, deforestaron grandes extensiones de tierra, mientras, aparentemente armados, hostigaban a comunarios y vecinos para que abandonaran sus propiedades, mientras el Estado se tomaba todo el tiempo del mundo para dar solución a este problema.
Los beneficios económicos del extractivismo minero
Los beneficios económicos debidos a la actividad minera, son los más importantes de la economía nacional. Bolivia ha sostenido su economía a través del extractivismo minero a lo largo de casi toda su historia. La mayor cantidad de inversiones del Estado en la actualidad, casi el 90 %, se hallan sobre el rubro de la minería y la extracción hidrocarburífera.
¿Pero es el Estado el mayor beneficiario de la economía extractivista? La respuesta es no, porque el extractivismo lo que hace es brindar materia prima en bruto, con muy poco procesamiento y a muy bajos precios en los mercados mundiales, para que luego este insumo sea convertido en diversos productos que luego son vendidos a mayor precio en los mercados mundiales, favoreciendo a los grandes capitales y consorcios mundiales, más que al propio país del actual proceden las materias primas.
Lo que genera no solo una dependencia de la economía nacional a los precios internacionales de los minerales, que muy a menudo fluctúan entre bajas y altas, sino que el mayor nivel de impacto y degradación ambiental y social se queda en el país, mientras la riqueza mineral sale.
Es por ello que la economía extractivista minera, que ha sostenido y todavía sostiene el país, por su carácter depredador y poco sostenible, no se constituye en una de las mejores alternativas. Sería preciso o mejorar las condiciones del trabajo minero para que esta actividad sea menos dañina al medioambiente o explorar nuevas alternativas para hacer que la economía nacional pueda sostenerse en otro tipo de actividad económica que no implique los niveles de degradación ambiental y la dependencia económica a la que se ha llegado.
Conclusión
Parece ser que la gravedad de las consecuencias de la economía extractivista minera sobre el medio ambiente, no se notan sino hasta que comienzan a afectar a los seres humanos. Es importante un punto de reflexión. Mientras no se tome consciencia de la necesidad de emplear nuevas formas de extracción minera que no afecte el medio ambiente y la seguridad de los ciudadanos de un país, la actividad extractiva seguirá constituyéndose en una seria amenaza para la existencia de la vida en este planeta y nuestra supervivencia. No es suficiente anteponer el desarrollo económico sobre los intereses ambientales y sociales, porque se quiera o no sin la naturaleza los seres humanos no tenemos futuro. No se debe olvidar que la tierra no le pertenece al ser humano, sino que el ser humano es quien le pertenece a la tierra.
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