La educación actual: Un desafío de mañana
Enviado por Mikki • 16 de Abril de 2018 • 1.257 Palabras (6 Páginas) • 418 Visitas
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conseguirlo es necesario el empoderamiento
Para alcanzarlas, es necesario llevar a cabo este proceso de concienciación que da cuenta al estudiante de sus capacidades desde lo cual potencia su acción para transformarse y transformar su contexto, esto permite afirmar que el empoderamiento adquiere otras dimensiones que trascienden a lo individual, pasando así de elevar los niveles de confianza, autoestima y capacidad del sujeto para responder a sus propias necesidades, a otras formas colectivas en el proceso de interacción social, por consiguiente, el empoderamiento necesita orientarse hacia desafiar las estructuras opresoras y hacia nutrir las relaciones que habiliten a la gente para fortalecer el control sobre sus vidas para beneficio de todos (Torres, 2009)
Es por ello que para el empoderamiento, es necesario el cambio individual y social, que se centra en el estudiante a fin de desarrollar y fortalecer sus capacidades a la par que el reconocimiento de su poder como elemento transformador de sí mismo y de su contexto.
Pero ¿cómo lo llevamos a la práctica? Es tan sencillo que casi pasa inadvertido, por ejemplo al inicio de cada ciclo escolar al empezar con el reglamento interno de cada salón le permitimos al alumno opinar al respecto y hasta modificar el que ya teníamos previsto, en mi caso particular modifiqué con ayuda de los chicos nuestro reglamento a un ámbito positivo.
Ergo, si ellos son participes de estos acuerdos son capaces de modificar sus comportamientos ya que entre ellos mismos continuamente se están llamando la atención para generar ese cambio, reflexionando su comportamiento y desempeño dentro y fuera del ambiente áulico; básicamente la idea es que no se puede romper lo que ellos mismos han creado momento en el cual entra nuestro cargo de autoridad en el aula y en la escuela.
Siguiendo con esta pedagogía, claro está que la función del docente como líder educativo, quien reconociendo al estudiante como sujeto protagónico puede iniciar un proceso de alianza con él o ella que revitalice y potencie el aula como espacio para la reflexión, la contestación y la proposición que trascienda al hecho educativo.
Para conseguir un mejor comportamiento de nuestros adolescentes, otra estrategia es hablar con sus padres o tutores para conocer el contexto social, familiar, escolar, si no partimos de este punto estaremos muy alejados de las necesidades del muchacho y estaremos en pleno desconocimiento del porqué de sus acciones y actitudes, porque todo lo que dice y hace el niño es por algo.
Luego, hablar con el departamento de orientación o trabajo social para conocer lo anterior en caso de no tener este acercamiento con los progenitores del alumno, si estos departamentos ya lo tienen identificado y aun mejor canalizado a algún centro de ayuda dependiendo de su necesidad apoyar en todo los que sea necesario para sacar adelante a ese o a esos muchachos.
Ciertamente, en esta fusión pesa más el comportamiento de nuestros niños, porque de éste depende no solo la disciplina, sino la participación que genera la obtención de los buenos o malos resultados y para cerrar el interés en las actividades de la clase y materia.
Así que, estos cuatro puntos vienen a ser como eslabones de una cadena educativa en la cual nosotros los docentes somos quienes les proporciones el material para elaborar su cadena del saber, los alumnos por su parte son los hacedores de ella, depende de ellos si estos eslabones son grandes, redondos, chuecos, pequeños, macizos, si es larga o muy corta; todo depende de ellos y de nuestro quehacer docente. Labor por demás dificilísima y comprometida, pero bellísima que nos deja satisfacción cada día, y aún más cuando nos topamos a exalumnos que han conseguido alguna carrera o que lograron salir adelante a pesar de las adversidades y que reconozcan que fuimos una partecita de lo
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