La etnografia. Sobre el proceso de cambio

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La obsesión por anotar todo también puede conducir a que el investigador no formule preguntas en momentos en que la conversación decae y se produzcan entonces silencios desconcertantes para ambos interlocutores, el registro escrito puede estorbar al informante en la medida que le recuerda permanentemente que está siendo observado.

Sin embargo todo depende de los hábitos de los nativos. Si el informante homologa “trabajo serio” con formas de registro visibles, como sucede en el periodismo, puede incluso ofenderse si el investigador no toma notas o graba filma, bajo el supuesto de que alterara u olvidara partes significativas de su discurso.

Si bien cada situación es única e irrepetible, el material generado es por lo tanto irrecuperable, la naturaleza plural y reiterada del trabajo de campo antropológico puede contribuir a descubrir sus regularidades y recuperes palabras o hechos perdidos.

Las formas de registro dependen de varios factores que atañen a la investigación, el marco teórico y metodológico del investigador, y a la situación de entrevistas y observación. La vialidad y la practicidad de diversos medios de registro dependen de varios factores: la temática a tratar, su conflictividad y el grado de compromiso que entraña para los informantes; la personalidad de los presente; la etapa de la investigación; el método de análisis de datos (si se trata de un análisis semiótico o de discurso).

Al fin y al cabo, las vías para registrar información son parte de la reflexividad del investigador y del informante, en el marco de la relación social, y, por lo tanto, son parte del proceso de conocimiento.

-¿Qué se registra?

Si bien a grandes rasgos los registros obedecen a los lineamientos del objeto de la investigación y del marco conceptual, ello no implica que haya una correspondencia directa, ya que a veces los exceden o resultan insuficientes.

En el trabajo de campo, el investigador suele apelar a dos usos del registro que no tienen por qué ser excluyentes. Uno consiste en realizar solo aquello que se vincula con lo que prevía encontrar en función de su objeto de conocimiento.

La segunda posibilidad consiste en registrar todo lo que parezca, todo lo que recuerde, y establecer luego las relaciones y no-relaciones entre esos datos reales o presuntos son su objeto de investigación.

Teniendo en cuenta estas premisas, proponemos registrar todo (lo posible). De acuerdo con las recomendaciones de capítulos anteriores, incluidos aquí los datos observables y audibles, esto es, los que proceden de la observación y las verbalizaciones. Ambos tipos de datos surgen en situaciones donde convergen un ámbito, una serie de actividades y un grupo de personas (dentro de las que se cuenta el investigador o equipo de investigación) en una secuencia de tiempo.

Convendría recordar que el investigador aprende gradualmente a diferenciarse más y más de los informantes, a distinguir sus inferencias de los datos observables, y sus propias valoraciones de aquellas que no le pertenecen. Esto entraña, por un lado, efectuar una nítida diferenciación entre lo que el investigador observa y escucha, aquello que creyó ver y escuchar, y lo que piensa sobre lo que vio y escucho.

La fuente, entonces, del proceso de registro es la situación conformada en el cruce de:

- Actividades

- Lugar

- Personas

- Tiempo

Así no solamente cabe en el registro los entrevistados sino también los testigos a quienes se encuentren presentes, aunque fuera esporádicamente, durante el encuentro. Estos pueden afectar la disposición del importante y los temas a tratar, además de aportar información acerca de los vínculos del informante con otros individuos en su medio laboral.

Registrar personas significa tener en cuenta las siguientes variables:

- Sexo

- Edad (aproximada)

- Nacionalidad y/o grupo étnico

- Ocupación/es

- Vínculos que mantienen entre si y formas de trato interpersonal

- Flujos sociales

- Vestimenta y ornamentación

- Actitudes generales

- Actitudes desarrolladas en el lugar