La hipertensión arterial sistémica (HTA)
Enviado por mondoro • 8 de Enero de 2018 • 2.178 Palabras (9 Páginas) • 586 Visitas
...
En caso de hipertensión arterial grave o de larga duración que no recibe tratamiento, los síntomas como cefaleas, fatiga, nauseas, vomito, disnea, desasosiego y visión borrosa se producen por lesiones en el cerebro, los ojos, el corazón y los riñones. Algunas veces, las personas con hipertensión arterial grave desarrollan somnolencias por edema cerebral (acumulación anormal de líquido en el cerebro).
Diagnostico.
1.- Realizar una historia clínica y un examen físico minucioso. En la historia clínica se deberá evaluar:
- Antecedentes familiares de hipertensión, diabetes, Dislipidemia, enfermedad coronaria, enfermedad cerebro vascular y/o renal.
- Episodios previos de presión arterial alta.
- Síntomas y/o signos de enfermedad coronaria, insuficiencia cardiaca, cerebro vascular o vascular periférica, diabetes, dislipidemias, enfermedad renal y tratamiento previos de esas patologías.
- Manifestaciones de endocrinopatias que pueden cursar con hipertensión.
- Evaluación del estilo de vida: tabaquismo, alcoholismo, nivel de actividad física e ingesta diaria de sal y de grasas.
- Antecedentes de medicación que pueda potencializar el aumento de presión arterial.
- Determinación de talla y peso del paciente, además del cálculo del índice de masa corporal (IMC) para establecer el estado nutricional del paciente.
2.- Investigación del laboratorio que comprenda.
- Hemograma
- Glicemia
- Creatinina
- Ácido Úrico
- Colesterol y triglicéridos
- HDL y LDL colesterol
- Na y K séricos
- Hematuria-Proteinuria
- Orina: físico, químico y sedimento
- Radiografía estándar de tórax.
- Electrocardiograma.
La presión arterial se determina después de que la persona haya estado sentada o acostada durante 5 minutos. Una lectura de 140 / 90mm Hg o más es considerada alta pero el diagnostico no se puede basar en una sola medición. Cuando se registra una medición inicial elevada debe determinarse de nuevo y luego dos veces más en el día diferente, para asegurarse de que la hipertensión persiste. Las lecturas no solo indican la presencia de hipertensión arterial sino que también permiten clasificar su gravedad. Cuando se ha establecido el diagnostico de hipertensión arterial, habitualmente se presentan efectos sobre los órganos principales, sobre todos los vasos sanguíneos, el corazón, el cerebro y los riñones.
La retina (membrana sensible a la luz que recubre la superficie interna de la parte posterior del ojo) es el único lugar donde se pueden observar directamente los efectos de la hipertensión arterial sobre las arteriolas. Se cree que los cambios en la retina son similares a los de los vasos sanguíneos de cualquier otra parte del organismo como los riñones. Para examinar la retina se emplea un oftalmoscopio (Un instrumento que permite visualizar el interior del ojo) el grado de deterioro de la retina (retinopatía) permite clasificar la gravedad de la hipertensión arterial.
Los cambios en el corazón (particularmente una dilatación debido al incremento de trabajo requerido para bombear sangre a una presión elevada) se detectan con un electrocardiograma y una radiografía del tórax. Un ruido anómalo, denominado el cuarto ruido cardiaco que se ausculta con un fonendoscopio es una de las primeras manifestaciones.
Las lesiones iniciales del riñón se detectan mediante un examen de la orina. La presencia de células sanguíneas y albúmina (un tipo de proteínas) en la orina por ejemplo puede indicar la presencia de tal afección. Cuando la causa es un feocromocitoma en la orina aparecen los productos de descomposición de las hormonas adrenalina y noradrenalina. Habitualmente estas hormonas también producen varias combinaciones de síntomas como cefaleas intensas, ansiedad, sensación de latidos rápidos o irregulares (palpitaciones), sudor excesivo, temblor y palidez
Tratamiento.
El objetivo del tratamiento es disminuir la presión arterial por debajo de 140/90, con la finalidad de disminuir la morbimortalidad a causa de las complicaciones cardiovasculares. El tratamiento antihipertensivo considera dos componentes importantes: Modificaciones del estilo de vida y Tratamiento Farmacológico.
El tratamiento farmacológico pretende incrementar la perfusión de los órganos, reducir el espectro de factores de riesgo cardiovasculares y mejorar la calidad de vida. Las medidas no farmacológicas se aplican para prevenir la enfermedad, controlar los factores de riesgo y completar el tratamiento. Siempre hay que considerar los riesgos y beneficios asociados con un régimen terapéutico antes de instituirlo.
1. No farmacológico:
- Reducción de peso: Mantenimiento de peso corporal (IMC. 18,5-24,9kg/m).
- Dieta tipo DASH: Consumo de dieta rica en frutas, vegetales. Y pocas grasas saturadas totales.
- Reducción de Sodio en la dieta: Reducir consumo de sodio, no más de 100mmol/día (2,4 gr sodio o 6 de cloruro de sodio).
- Actividad física: Hacer ejercicio físico aeróbico regular como caminar rápido (30 minutos al día casi todos los días de la semana).
2. Farmacológico:
- Diuréticos tiazidicos.- Deben ser la droga de primera línea en el tratamiento de la HTA primaria, pueden utilizarse solos o en combinaciones con otros fármacos, tener precaución en pacientes con gota, dislipidemia o historia de hiponatremia. Clortalidona: dosis: 12,5 – 25 mg/ día Hidroclorotiazida: 6,25 a 12,5 mg/ día.
- Diuréticos Ahorradores de Potasio.- Como la espironolactona, utilizado en la hipertensión asociado a hiperaldosteronismo primario y secundario, con edema y ascitis. Espironolactona: 25 a 50 mg / día.
- Inhibidores de ECAS.- Muy utilizados en la hipertensión asociado a insuficiencia cardiaca, disfunción ventricular izquierda, postinfarto de miocardio, nefropatía diabética, tener en cuenta
...