La influencia de la tecnología y la ciencia incide en las alteraciones del comportamiento humano

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al mismo tiempo, cada descubrimiento tecnológico supone una amenaza, constituye un potencial de riesgos, porque la tecnología en definitiva proporciona medios, herramientas que podemos utilizar bien o mal, y para el bien o para el mal.

Los avances tecnológicos exigen mucha responsabilidad a sus gestores y usuarios, pero esto no siempre es así, el afán por obtener capital, poder y la poca responsabilidad ética, han llevado a la humanidad a riesgos desmedidos. Tanta tecnología ha salvado y mejorado muchos aspectos de la vida pero ¿hasta qué punto estos avances ponen en riesgo la continuidad de la misma?

El contexto social y cultural que nos rodea determina en parte nuestro comportamiento, a menudo actuamos en beneficio de nuestros propios intereses, en ocasiones justificamos nuestros actos y hasta actuamos en forma irracional, el ser humano realiza experimentos aún en contra de las mínimas normas éticas, morales o filosóficas que envuelven el ser.

Finalmente la tecnología es progreso, pero asume riesgos y el mayor riesgo es el mismo ser humano que en su afán de avanzar olvida la consciencia social y la protección del medio ambiente, la protección a la vida como derecho sagrado.

La influencia de la ciencia y la tecnología en el trabajo

En este contexto que sucede con el trabajo? Hemos tratado de demostrar como la Ciencia y especialmente la tecnología ha cambiado nuestras conductas y comportamientos, más que podemos deducir en cuanto a la gran masa de seres productivos? Tomaremos como referente las tesis enunciadas por el Ricardo Andrade Urrutia quien señala:

“En la historia de la Humanidad se puede constatar, a partir del principio antrópico, un desarrollo conjunto de trabajo y espíritu humano, derivado de la extensión creciente de los conocimientos científicos y tecnológicos acumulados en distintas esferas de la realidad global, y aplicados humanamente en diversos ámbitos de la vida individual y social”

Este postulado implica como aumentan los estándares de la vida humana y un impacto en su vida material debido al incremento sustancial de los avances tecnológicos y científicos que se aplican en las actividades laborales alejándolo cada vez más de su desarrollo espiritual, derivada de las prácticas despersonalizadas de las actividades laborales y de los usos inmisericordes de los agentes involucrados, empresarios, gobiernos proveedores, consumidores y otros.

Segunda Tesis

“En la evolución de la especie humana, se percibe una asimetría ética y moral en torno a las principales concepciones del trabajo humano, derivada de las sucesivas y/o paralelas revoluciones experimentadas en el transcurso de los siglos: agrícola , industrial, económica, científica, tecnológica. Tal asimetría, desemboca en una ambivalencia conceptual manifestada en las ideas de que el trabajo es un derecho y un deber, que también expresa la situación de libertad y de nobleza por parte de quien lo ejecuta; las que no siempre han sido aceptadas o reconocidas en el devenir de la historia de la humanidad”.

Esta problemática significa, de una parte, asignarle al trabajo el carácter de actividad esencial en nuestras vidas y, de otra, reconocer que el trabajo es una actividad determinante en las distintas esferas contingentes de nuestra calidad de vida individual y social, tal como lo póstula una consecuente excelsa y pragmática filosofía del trabajo.

Subyace en estos postulados el trabajo como un deber, un derecho y la ambivalencia entre este derecho y deber son las exigencias cada vez mayores de consumismo y falso concepto que tener gran calidad de vida es acumular bienes, eso nos lleva a la situación actual en que el trabajo , como cumplimiento de metas, como imperativo de eficiencia y rendimiento, deja sumido al ser humano en un obscurantismo perverso, no tiene tiempo para nada que no sea ese fin, no obstante para que pueda ser productivo y acumulativo, para mantener su propia individualidad durante largo tiempo debe descansar y reponerse, sin embargo sumido como está en el mundo tecnológico, el ocio aparece como negativo, un peso en su conciencia, la ocupación integral de su tiempo, ante su celular o su computador se experimenta como felicidad y realización. De allí que se acepta como naturales las depresiones, cefaleas, tensiones y ser constantes victimas de stress

Nos hemos referido a las ventajas de la ciencia y la tecnología en el desarrollo de la vida moderna, somos longevos, gastamos menos tiempo en lo que tradicionalmente invertíamos horas y horas, realizamos grandes proyectos, llegamos a su concreción en tiempos record, la industria necesita un tercio menos de mano de obra humana reemplazada por recursos tecnológicos que aumentan la productividad y rebajan los costos, las comunicaciones son tan veloces que sabemos lo que ocurre en cualquier lugar del mundo al minuto del suceso, y se produce un gran contrasentido, el avance de la tecnología ha favorecido la incomunicación, ya nadie sabe escuchar, o si lo hace es con una dosis de impaciencia, la tecnología tiene al ser humano ocupado y sobrecargado