La integración Europea y la competitividad italiana

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El acta única europea de 1985 modificaba el trato de Roma original para sortear 3 obstáculos. 1) las barreras físicas, incluyendo los puestos fronterizos intracomunitarios, los controles de aduana y el papeleo asociado, 2) las barreras técnicas, lo que implicaba cumplir estándares de productos nacionales divergentes, legalizaciones técnicas y leyes empresariales en conflicto, así como abrir los mercados de adquisiciones públicas, protegidos a nivel nacional, y 3) las barreras fiscales en general, en lo que se refería a calendario para que sus miembros eliminaran todos los aranceles internos y establecieran un arancel común y externo hacia 1970. Este tratado iba asentar las bases de una unión cada vez más estrecha entre los pueblos europeos y a consolidar la defensa de la paz y la libertad.

El número de miembros de la comunidad también aumento, gran Bretaña, Irlanda, y Dinamarca, se incorporaron en 1973, Grecia, en 1981, España y Portugal, en 1986, y Austria, Finlandia y Suecia en 1995 estas corporaciones elevaron el número de estados miembros a quince. El primer objetivo de la acta única europea (facilitar la libertad de movimiento para personas, mercancías y servicios) se había conseguido sustancialmente. Las comprobaciones aduaneras de los pasaportes y de las facturas de envió que habían eliminado prácticamente la mayoría de los aranceles externos se habían liberalizado, con la excepción de algunas importaciones estratégicas (automóviles, productos textiles y productos agrícolas). Incluso las restricciones voluntarias sobre las importaciones de automóviles japoneses, negociados en 1991, finalmente dejaron de estar en vigor hacia el año 2000.

Italia ocupa una posición entrar en el norte del mediterráneo, permitiendo un acceso fácil a Europa, el norte de áfrica y el oriente medio, al norte de Italia comparte frontera con Francia, suiza, Austria y Eslovenia. A Italia pertenecen las islas mediterráneas de Cerdeña y Sicilia, y en ella se encuentran los dos estados independientes. La ciudad del vaticano y la república de san marino. En 2003, Italia era el cuarto mayor país europeo en número de habitantes (57 millones) y PIB (1.3379 miles de millones de euros), aunque solo era el duodécimo en PIB per cápita (25.592 dólares) y era la civilización europea occidental más antigua, desde al menos el siglo VIII a.c, cuando se fundó Roma. Sin embargo, la economía de Italia había crecido solo el 1,7% anualmente desde Maastricht y había estado prácticamente estancada desde el año 2002. El primer ministro, Silvio Berlusconi, luchaba para llevar a cabo reformas estructurales, peor había conseguido poca cosa en 4 años, dada la fragilidad de su gobierno de coalición.

La Italia moderna se divide en 2 regiones socioeconómicas principales. Al norte y al sur. El norte era el corazón industrial del país. Esa región alardea de tener baja tasa de desempleo y una infraestructura bien creada. Su economía se compone de unas cuantas grandes corporaciones y de miles de pequeñas y medianas industrias familiares. El sur, conocido como el Mezzogiorno, sufre de una mayor tasa de delincuencia, de un alto índice de desempleo y de una pobre infraestructura.

Yvone Carbajal

Guadalupe Guerrero

Valeria Rojas

Ivonne Hernandez equipo 10