La intrínseca desigualdad del capitalismo.
Enviado por Christopher • 11 de Octubre de 2017 • 2.868 Palabras (12 Páginas) • 541 Visitas
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El argumento que se deriva de dicho estudio que surge de estos cálculos de desigualdad de rentas en tiempos tan alejados ya del pleno siglo XXI, es que, desde la Revolución Industrial, la desigualdad mundial siguió creciendo hasta mediados del Siglo XX. Hubo un periodo de más de un siglo de crecimiento estable en la desigualdad mundial, seguido por unos cincuenta años, que podemos concentrar entre el final de la Segunda Guerra Mundial y el cambio al siglo XXI, donde la desigualdad mundial se mantuvo en cuotas muy altas, cambiando relativamente poco. En el gráfico de a continuación la altura de la barra representa el coeficiente Theil (que mide y compara la distribución de renta) de desigualdad mundial en los años tomados como referencia (1870 y 2008). La altura de la barra es considerablemente mayor en 2008, lo cual nos indica que la desigualdad mundial es hoy en la actualidad mayor que en 1870.
[pic 8]
Para Branko Milanovic la desigualdad mundial se puede descomponer en dos partes. La primera se debe a las diferencias en las rentas dentro de los países, lo que supone que esa parte de la desigualdad mundial se debe a diferencias de renta entre “pobres y ricos” de cada país, con todos los países del mundo. Si se suman todas estas desigualdades de cada país, se deriva su contribución agregada a la desigualdad mundial, lo cual Milanovic denomina desigualdades de “clase” de la desigualdad mundial, porque representa (la suma de) las desigualdades de renta entre las distintas “clases de renta” dentro de un país. El segundo componente, es el que Branko Milanovic denomina “ubicación”, el cual se refiere a la diferencia entre rentas medias de todos los países del mundo. Por ello si queremos saber cuáles son las diferencias en las rentas medias de por ejemplo entre España y Francia, entre Alemania y Portugal que influyen en la desigualdad mundial, sería la suma de las diferencias internacionales en la media. La primera parte, la clase, para Milanovic es “dentro de la desigualdad”, y la segunda parte, la ubicación, “entre desigualdad”.
Por ello el grafico anteriormente presentado, muestra estas dos partes, clase y ubicación, en los años 1870 y 2008. Hacia 1870, la clase explicaba más de 2/3 de la desigualdad mundial. Actualmente sin embargo, las proporciones se han invertido: más de 2/3 de la desigualdad total se deben a la ubicación. La implicación de esta ubicación, o ciudadanía (el hecho pues de ser miembro de un país rico o pobre), en la renta de toda nuestra vida es de vital importancia, ya que más del 50 por ciento de la renta de una persona depende de la renta media del país donde esa persona vive o ha nacido, lo cual ocurre en el 97 por ciento de la población mundial.
En aras de una mayor precisión y comprensión de la desigualdad mundial, Branko Milanovic ha desarrollado tres conceptos aplicables a esta, para sortear los frecuentes problemas en su tratamiento. Reconoce tres “conceptos” al tratar la desigualdad, los cuales son:
- Concepto 1 (Desigualdad): se centra en la desigualdad entre los países del mundo. Es una desigualdad estadística calculada con el PIB o con las rentas medias obtenidas por las estadísticas nacionales realizadas en todos los países del mundo, sin ponderación poblacional.
- Concepto 2 (desigualdad o Desigualdad): Se tiene en cuenta las mismas formas que en el concepto 1, pero en cambio, aquí se tiene en cuenta el tamaño de la población de cada país.
En ambos casos el cálculo no tiene en cuenta rentas individuales reales sino medias de los países, aparece pues para paliar este defecto el concepto 3:
- Concepto 3 (Desigualdad mundial): Se ocupa de las rentas individuales de los individuos, no de poblaciones o grupos.
[pic 9]
A tenor del gráfico presente que reúne los tres conceptos presentados, podemos comprobar como el concepto 1 y el concepto 2, cuyo cálculo obviaba las rentas individuales reales, y se basaba en las medias de los países, al observar el concepto 3 el cual, como hemos señalado anteriormente calcula las rentas individuales de los individuos, no de poblaciones o grupos, nos permite comprobar como la desigualdad ha ido aumentando, con altibajos, desde que se llevan a cabo la medición de este concepto, basado en estadísticas nacionales sobre las rentas personales o de consumo. La negativa de las personas ricas en la participación de estos estudios nacionales, y el hecho de que precisamente los países de los que se carece de estudios o estadísticas son los extremadamente pobres, son dos factores que sesgan las cifras de la desigualdad, a la baja. Aun considerando esto es innegable el hecho de que a pesar de la instauración del capitalismo en la mayor parte del globo, este ha sido incapaz de paliar la desigualdad mundial, como hemos visto, incrementándose desde 1870 hasta la actualidad, y a partir de estudios más concretos que entronizan a las personas como son los concernientes al concepto 3, y no a grupos o poblaciones, comprobamos como la desigualdad ha ido en aumento, y presenta serios problemas para consolidar un descenso.
Por otra parte, Piketty en su obra EL capital del siglo XXI, expone que la desigualdad es intrínseca al capitalismo. El leit motiv de su argumentación es la fórmula r>g, en palabras de este “r> g “donde r representa la tasa media anual de rendimiento del capital, incluyendo utilidades, dividendos, intereses, rentas y otros ingresos del capital, expresado como porcentaje de su valor total, y g representa la tasa de crecimiento de la economía” (Piketty, 2014:28). Es decir r representa la tasa media anual de rendimiento del capital (beneficios, dividendos, intereses y rentas) y g por otra parte la tasa de crecimiento económico. Durante gran parte de la historia moderna según nos dice el economista francés, la tasa de rendimiento del capital se ha situado entre el 4 y el 5 por ciento, mientras que la tasa de crecimiento sin embargo ha sido reseñablemente inferior, oscilando entre el 1 y el 2 por ciento. Esto crea una fuerza desestabilizadora, ya que cuando se da la secuencia r > g, el capitalismo genera automáticamente “desigualdades arbitrarias e insostenibles”.
En una economía de lento crecimiento por lo tanto, la riqueza acumulada crece más rápido que los ingresos del trabajo. Por ello los ricos, que ya poseen la mayoría de la riqueza, continúan incrementando su riqueza, mientras que todos los demás, que dependen principalmente de los ingresos de su trabajo, quedan desplazados. Los países en los que se da la secuencia r > g constituyen, la gran parte del mundo desarrollado actual.
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