La mayoría de las personas que practica la cultura vegana ayudan a salvaguardar los derechos de los animales, pero no totalmente su vida.

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El no comprar ni comer carne asegura que no estás contribuyendo a esta industria explotadora.

El tema de comercio de la ropa con pieles de animales es uno de los más crueles, ya que una inmensa cantidad de sufrimiento va a parar a cada chaqueta de piel, o cinturón de cuero y cada suéter de lana. Los animales que están en granjas dedicadas a pelarlos se pasan todas sus vidas encerrados en jaulas de alambre. Los granjeros utilizan los métodos de matanza más baratos disponibles, ejemplo de esto es la asfixia, la electricidad y el envenenamiento. Raúl Mérida Gordillo en su libro “maltrato animal” describe infinidad de ejemplos de maltrato animal como el caso de la India señala que a las vacas les rompían las colas y les frotaban los ojos con chiles y tabaco para que siguieran caminando aun después de colapsar, mientras viajaban largas distancias en dirección al matadero. (Gordillo, 2002, pág. 45) El cuero que se utiliza para ropa, vestimenta, accesorios de piel puede provenir de vacas, cerdos, cabras y ovejas; de animales exóticos como caimanes, avestruces y canguros. Además, el cuero normalmente no es etiquetado, nunca sabremos realmente de donde o de quien provino. Es decir que por cada par de zapatos de cuero que compras, estas sentenciando a un animal a una vida de sufrimiento. Todos los años, la industria del cuero mata más de mil millones de animales y curte sus pieles. Muchos de esos animales sufren todos los horrores de una granja industrial (incluyendo castración, marcación, corte de cola y de cuernos sin anestesia) y también tratamiento cruel durante el transporte y la matanza. Ejemplo de esto son Lobos Caninus Lapus y Gatos Felis Catus, en una investigación que realizo (Peta, 2012, pág. 36) dice que la piel de perro y gato es intencionalmente mal etiquetada como piel de otras especies y es exportada a otros países alrededor del mundo para ser vendida a consumidores engañados. Así que, si estas comprando un suéter de pelaje, no hay manera de saber de quién es la piel que estas vistiendo. Para continuar vamos hacer mención a animales que son usados para experimentos. Muchos animales sufren y mueren en crueles pruebas químicas, cosméticas, de drogas y de comida. En muchas marcas de productos de belleza podemos ver que en la etiqueta dice “No probadas en animales” Por ejemplo, las etiquetas de los champús Herbal Essences de Clairol afirman que no están probados en animales. Sin embargo, Clairol realiza pruebas en animales para otros de sus productos. En vez de medir cuánto tiempo lleva que un producto químico queme la córnea del ojo de un conejo, los fabricantes pueden ahora dejar caer una gota de ese químico en estructuras de tejido de córnea 3-D producidas desde células humanas. Del mismo modo, los cultivos de piel humana pueden cultivarse y comprarse para pruebas de irritación de piel. Éstas, y decenas de otras pruebas son actualmente menos denigrantes para los animales.

Los animales no son de nosotros para usarlos como entretenimiento. Los animales usados en los circos no montan en bicicleta, ni se paran en sus cabezas, ni se balancean en pelotas, ni saltan a través de aros de fuego por su propia voluntad. Para que hagan estos trucos complicados los animales pasan por un estrés físico en el cual los entrenadores usan látigos, collares, bozales, artefactos de descargas eléctricas y otras herramientas que generan dolor. Otro ejemplo de entretenimiento son los zoológicos, pongámonos en el lugar de los animales, en este lugar ellos se la pasan aburridos, deprimidos y privados de todo lo que es natural e importante para ellos, muchos animales en los zoológicos enloquecen y padecen una enfermedad llamada “zoocosis”. Los animales con zoocosis desarrollan comportamientos neuróticos como el caminar de un lado al otro, se vuelven agresivos, lanzan heces, entre otros. Los caballos de carruaje soportan dolor y sufrimiento ya que son forzados a jalar cargas pesadas, además son obligados a trabajar duro bajo climas extremos, esquivar tráfico y golpear el pavimento durante todo el día. Es triste que los perros que se suponen ser los mejores amigos del hombre este mismo los obliga a pelear y los deja morir. Los perros que se crían más comúnmente para pelear por lo general son conocidos como “pit bulls”, muchos perros son inyectados con esteroides e incluso algunos peleadores de perros afilan sus dientes y cortan sus orejas. Los perros que ganan la pelea son obligados a pelear una y otra vez y son usados para criar cachorros para obtener ganancias. Para finalizar los animales de acuarios y de parques marinos solo nadan en círculos para ellos estar en albercas es como estar tinas de baño y no pueden comportarse naturalmente. Para obtener un delfín los traficantes de animales persiguen al grupo y lo llevan hacia aguas poco profundas donde los animales son rodeados con redes hasta separarlos de su grupo. Los delfines en cautiverio son condenados a vivir como atracciones en los parques marinos, donde son forzados a realizar trucos tontos como saltar por comida frente a gente gritona y nadar con turistas. Los delfines cautivos demuestran una variedad de conductas relacionadas con el estrés como vómitos inducidos y agresividad. Algunos delfines cautivos se han quitado la vida golpeando sus cabezas contra las paredes de las albercas o no queriendo salir a la superficie para buscar aire. (Azua, 2003, págs. 64-60) En mi humilde opinión yo diría que ¡No visites parques ni zoos que mantengan mamíferos marinos en cautiverio! Puedes también entregar volantes explicando la problemática, escribir cartas a editores de publicaciones locales, presionar a autoridades para que eviten hacer estos tipos de parques de atracciones compartiendo este tipo de información en redes sociales para que cada vez más personas se enteren de estos delitos contra los animales.

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"Cualquiera que esté acostumbrado a menospreciar la vida de cualquier ser viviente está en peligro de menospreciar también la vida humana" El maltrato animal es, a la vez, un factor que predispone a la violencia social y, al mismo tiempo, una consecuencia de la misma. Forma parte de la cascada de la violencia que nos va alcanzando a todos como individuos y como sociedad. (Glat, 2012, pág. 11) Analizar los comportamientos previos que pueden convertir a una persona en un maltratador y la influencia que tiene la educación familiar, escolar y social en el trato que damos a “nuestros” animales. Raúl Mérida en su libro “El trato que damos a los animales en la vida cotidiana” defiende que tenemos la obligación directa de no perjudicar al bienestar de los vertebrados, de la misma forma que tenemos una obligación para con los deficientes