La moral en los animales no humanos

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Otro sustento para afirmar que los animales no humanos pueden expresarse moralmente se basa en su capacidad para experimentar emociones, e incluso en esto último hay más consenso en el mundo académico que en cuanto a la moralidad. Una emoción se conoce comúnmente como aquel sentimiento o percepción de los elementos y relaciones de la realidad o la imaginación, que se expresa físicamente mediante alguna función fisiológica, e incluye reacciones de conducta como la agresividad o el llanto; que los animales reaccionan ante los estímulos externos está fuera de discusión, claro que en algunos es mucho más notorio que en otros. “Fisiológicamente estas emociones tienen su origen en el sistema nervioso central para ser más exactos y por tanto el estado emocional de un individuo es el resultado de la interacción entre la actividad fisiológica y la evaluación cognitiva de la situación” (Edwards, Hernández y Vanda, 2006). Según esos mismos autores, las cogniciones emocionales determinan el tipo de emoción que se tienen, mientras que la actividad determina la intensidad, proceso que no sólo es aplicable a los seres humanos ya que la genética y las ciencias morfológicas han demostrado que existe una continuidad filogenética entre todas las especies de vertebrados, incluyendo la nuestra; así que existen similitudes funcionales entre nuestros órganos y los del resto de los animales del Subphylum vertebrata al que pertenecemos. Incluso Frans de Waal y otros científicos que también estudian los primates, creen que la base evolutiva de la moralidad está más apoyada en las emociones que en la racionalidad.

Aunque sin duda es más fácil continuar con la tendencia a considerar a los miembros de otras especies como si fueran criaturas totalmente ingenuas, inconscientes de lo que pasa a su alrededor y, por lo tanto, incapaces de comportarse de un modo solidario con sus congéneres o, en el otro extremo, de ser auténticamente malévolos (Hochel & Gómez, 2000). Así también algunas personas que no reconocen que la moralidad está presente en animales no humanos, dicen que es éticamente correcto explotar y matar a quien no tiene moralidad. Desde este punto de vista asumen que todos los humanos tienen moral sin indicar cuál es la manera para demostrar que un determinado humano la tiene. Y si esto es así, en la práctica se desconoce qué moralidad tiene un humano recién nacido o un humano con sus facultades mentales mermadas; y entonces según el argumento que esgrimen estas personas, podría ser éticamente correcto explotarles y matarles. Como si los seres humanos fueran morales cada segundo de sus vidas, también se podría aplicar entonces que cuando un ser humano no es moral entonces igualmente puede ser abusado en su integridad. Decir que sólo los seres humanos son capaces de actuar moralmente y negar que los animales poseen pautas morales, sería desconocer también que pueden sentir emociones como el amor, el dolor, la indignación y la empatía. Con respecto a ello Mark Rowlands en una entrevista con Cristina Turrau para el Diario Vasco en el 2012, afirmó que los animales se sienten motivados por distintos tipos de emociones, y pueden actuar moralmente debido a que pueden sentirlas. Estas emociones presuponen actos morales, el hecho de saber si una cosa está bien o mal.

Para concluir, la discusión sobre si existen comportamientos morales en los animales no humanos es algo que evidentemente aún enfrenta muchos aspectos por resolver, entre ellos la cantidad de especies que han sido estudiadas y las que aún faltan por estudiar, pero lo que sí está claro es que existen muestras de algún tipo de moralidad en distintos grupos animales la cual les ha ayudado a convivir y sobrevivir en el tiempo. Por lo tanto y como se dijo al principio la idea no es convertir la moralidad humana en un patrón a seguir, sino aprender a aceptar las diferencias y valorar el hecho de que estas existan, algo que incluso en nuestra propia especie ha sido muy difícil de llevar a cabo. Deberíamos dejar de lado los prejuicios y el punto de vista utilitarista en el cual no se considera que los animales experimentan emociones o tienen moral, simplemente para no entrar en controversias y poder seguir abusando de ellos a nuestro antojo.

Referencias

Bekoff, M; Pierce, J. (2010). Wild Justice. The Moral Lives of Animals. Edición original The University of Chicago Press.

Hochel, M; Gómez, E. (2000). La inteligencia. Capítulo 3: la inteligencia animal.

Edwards, C; Hernández, S; Vanda, B. (2006). ¿Existen o no emociones en los animales?

De Waal, F. 2013. El bonobo y el ateo.

Rowlands, M. (2012). ¿Pueden los animales ser morales? University of Miami.

... via Definicion ABC https://www.definicionabc.com/general/moral.php

http://www.diariovasco.com/v/20110603/al-dia-local/animales-pueden-actuar-moral-20110603.html