La perspectiva sociológica: El hombre dentro de la sociedad.
Enviado por mondoro • 24 de Abril de 2018 • 2.911 Palabras (12 Páginas) • 461 Visitas
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Capítulo 5:
La perspectiva sociológica: La sociedad dentro del hombre.
Casi siempre que nos preguntan nosotros deseamos lo que la sociedad espera de nosotros. Esto es así porque la sociedad no determina sólo lo que hacemos, sino también que somos. Resumiendo, que la posición social influye tanto en nuestra forma de ser como en nuestra manera de hacer. Nos centraremos pues en tres campos de la investigación y la interpretación en sociología: La teoría del rol, la sociología del conocimiento, y la teoría del grupo de referencia.
El primer tema a tratar es la teoría del rol, la cual fue creada básicamente por William James pero con progenitores más inmediatos como Charles Cooley y George H. Mead. Vamos a lo importante que es la teoría del rol a partir de una nueva referencia al concepto de "definición de la situación" de Williams Thomas. Recordemos que Thomas entiende la situación social como una especie de realidad acordada y convenida por los definidores de la situación. Esto significa, desde el punto de vista del individuo que cada una de las situaciones en las que interviene le plantea unas expectativas específicas, y exige de él unas respuestas específicas a tales expectativas. Como las situaciones sociales pueden tener fuertes presiones, si ésta puede subsistir es una virtud del hecho de que, la mayoría de las definiciones de las situaciones más importante, poco o muy coinciden. De todas formas, a veces las definiciones son demasiado complicadas en lo que será inevitable un conflicto social o desorganización. Los individuos se encuentran normalmente con expectativas muy diferentes en su vida social que encajan dentro de unas grandes categorías determinadas. Una vez el individuo entra en una categoría de algo estará jugando el rol de esa categoría. En definiremos el rol como la respuesta tipificada. Y la tipología fundamental es la sociedad la que la ha definido previamente. Este rol proporciona la pauta de acuerdo con lo que el individuo debe actuar en el contexto de una situación determinada. Sin embargo, nos equivocaríamos si nos limitáramos a considerar el rol como una simple pauta reguladora de unas acciones visibles desde fuera estando. Los roles comportan determinadas acciones, y al mismo tiempo las emociones y las actitudes correspondientes, las cuales llevarán a un proceso que dará una fuerza desde su carácter inconsciente y no reflexivo. Lo que sería excepción sería que un hombre reflexione sobre sus roles y se que las personas, aunque sean muy inteligentes, tienden a implicarse más en una actividad de la que dudan en vez de reflexionar sobre ella. Así diremos que todo rol conlleva una disciplina interior llamada formación, por lo que el ejercicio de cualquier rol va ligado a una cierta identidad.
Siguiendo con los roles, podemos decir que nosotros como individuos adquirimos y nos identifican con los roles sexuales como lo hacemos con los raciales. Por lo que podríamos resumir la significación de la teoría del rol diciendo que la identidad se confiere socialmente, se mantiene y se transforma socialmente también. Todo esto desde una perspectiva sociológica. Formando parte, además de nuestra personalidad,
Podemos decir que el análisis más bien hecho es el de George H. Mead, el cual afirma que la génesis del propio yo y el descubrimiento de la sociedad sonido dos procesos absolutamente coincidentes. El aprendizaje del individuo de conocer a sí mismo a medir que conociendo la sociedad, se hace en una interacción constante con la de otras personas. Dicho de otro modo: la identidad no es un dato, sino que nos es conferida en actos de reconocimiento social. Las identidades son pues conferidas socialmente y depende de la conducta, la cual es una respuesta a una situación social concreta. Estos casos nos hacen ilustrar la nuestra vida cotidiana, la que vivimos dentro del marco de una compleja red de reconocimientos y de no reconocimientos. Lo que hace que los individuos optan por asociarse con otros, de tal manera que éstos les confirmen en sus interpretaciones de ellos mismos. Es decir más fácilmente, cualquier acto de afiliación social implica una elección de identidad. Y viceversa. Una vez relacionado todo este, podremos decir que el individuo se coloca socialmente dentro unos sistemas de control y que cada uno de estos sistemas dispone de un aparato generador de identidades.
Gracias a esta perspectiva sociológica sobre el carácter de la identidad nos permite entender mucho mejor la significación humana de los prejuicios ya que la dignidad humana es una cuestión de tener permiso.
Por cierto, también sabemos que la transformación de la identidad es también un proceso social, ya que el "rito de paso" implica siempre un rechazo de una identidad previa y la iniciación de una identidad nueva. Y además para transformar estas identidades en situaciones sumamente estructuradas, pondremos como ejemplo el psicoanálisis que implica que el individuo es inducido a repudio la concepción que tenía de sí mismo. Estas personas hablan de transferencia para referirse a esta relación social que se establece entre el analista y la persona analizada. Diremos que el psicoanálisis es construir una nueva identidad.
Una vez sacadas conclusiones, la teoría del rol nos proporciona una antropología sociológica, es decir, una visión del hombre basada en su experiencia en la sociedad. La persona es, pues, como un repertorio de roles, cada uno de los cuales proviene de una identidad determinada. Esta concepción sociológica constituye un reto mucho más radical, por lo que el hombre es considerado como social en todas y cada una de las dimensiones. En términos sociológicos enumeraremos las situaciones en la que un hombre es una cosa y otra en la que ese hombre es otra cosa como únicas respuestas. Malogrado todo, estas transformaciones no se pueden multiplicar indefinidamente, es decir, la capacidad de transformación del propio yo depende del grado de habitación a unas identidades anteriores. Aun así, lo que pone de manifiesto el análisis sociológico es la discontinuidad del propio yo. Pero ahora, las presiones son externas e internas, aunque si el individuo sobrepasa unos determinados límites de tolerancia, la sociedad le retirará su reconocimiento considerando la sevaconducta como una aberración moral o psicológica. Hay presiones externas, pero también internas y están basadas en una profunda necesidad psicológica de unidad personal. Es decir, el individuo tiende a fijar su atención en la identidad concreta que cae en ese momento, olvidándose provisionalmente de todas sus otras identidades.
Los procesos de representación
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