La vida moderna abre nuevas puertas a muchos temas de tipo social;

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- Reconocerse como individuo y docente en sus estilos de aprendizaje, habilidades y debilidades.

- Identificar y tomar en cuenta los estilos de aprendizaje de su alumnado.

- Considerar la elaboración del plan como si fuese un FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas) de la propuesta educativa.

- Atender la multicultura a la que se enfrenta, en dado caso.

- Hacer las adecuaciones curriculares necesarias para las particularidades de alumnos con NEE.

- Apegarse al modelo institucional de planeación

- Adecuar la planeación al modelo oficial.

En seguida también se ha de considerar, menciona la RMIE, lo polisémico de la innovación y la asociación con tres aspectos:

a) Intencionalidad de la acción,

b) Mejoras en los resultados y

c) Novedad tanto del proceso como en el objetivo que se pretende alcanzar

Todo lo anterior se pudiera ver como si con eso, fuera suficiente para alcanzar que el docente logre el impacto educativ; pero los dilemas a los que se enfrenta el profesional, no son solo la objetiva y efectiva planeación, sino también la consideración de la selección del material con el que apoyará su labor y que ésta sea lo suficientemente efectiva para el logro de los propósitos planteados. Como lo es el uso de los libros de texto, que lejos de atenderlos como un recurso se usan como si fuesen la guía de aprendizaje y el autor la autoridad en ello (Roselló, 2010). Alejándose de los propósitos de los programas.

Ahora bien, la efectividad e impacto también se dará, si en la labor del docente está el contemplar en la planeación el control de la disciplina grupal y las habilidades de comunicación del profesional, sin dejar de lado las circunstancias personales del educando; desde las familiares, físicas, cognitivas, situaciones económicas, culturales, hasta las traumáticas. De tal forma se pueda impactar al alumnado y con ello favorecer los aprendizajes y el éxito académico.

Por otra parte la inclusión, como la plantea Rosello, se deriva de un trabajo conjunto del alumno y el docente; desde la construcción de la planeación durante el desarrollo de los aprendizajes, así como la evaluación de los logros. De tal manera que se convierte en un ejercicio conjunto, dando pie a la participación activa de los agentes directamente involucrados en el proceso de enseñanza aprendizaje y con ello se anula la exclusión académica.

Por último, el modelo moderno de educación, presenta la oportunidad de un mejoramiento compartido y la flexibilidad de adecuaciones académicas y profesionales acordes a las necesidades sociales.

CONCLUSIÓN

La participación de diversas disciplinas en el apoyo y fomento de nuevas reformas educativas, profesionalización de los docentes, inclusión de los jóvenes en la planeación, desarrollo y evaluación de nuevos programas, harán posible durante el desarrollo educativo, la preparación de generaciones con capacidades, habilidades académicas y laborales acordes a un modelo moderno que fomente un desarrollo social efectivo, realista e incluyente. Debido a ello el involucramiento de todos los agentes sociales en el entorno del proceso de enseñanza aprendizaje, dará como resultado una educación activa y efectiva a la modernidad.

REFERENCIAS

Roselló, R. (2010). El reto de planificar para la diversidad en una escuela inclusiva. Revista Iberoamericana de Educación. España: Universidad de las Islas Baleares. Recuperado en: http://rieoei.org/3197.htm. (14 de septiembre de 2016).

Villalta, P., Martinic, V. y Guzmán, M. (2011). Elementos de la interacción didáctica, en la sala de clase que contribuye al aprendizaje en contexto social vulnerable.PDF. Revista Mexicana de Investigación Educativa. México: Consejo Mexicano de Investigación Educativa, A.C. Recuperado en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=14019203006