Adolescente como puerta al cambio social.
Enviado por monto2435 • 26 de Febrero de 2018 • 7.934 Palabras (32 Páginas) • 545 Visitas
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Siendo como fin primordial y has cierto punto humano, regresar a los adolescentes la responsabilidad que les corresponde y que por derecho tienen sobre la toma de sus propias decisiones, otorgando por añadidura la dignidad y desmitificar que el adolescente es una individuo conflictivo y que la única solución es llegar a la etapa adulta.
Formulación de hipótesis
Hipótesis: La resiliencia en los adolescentes es un factor predominante para la toma de decisiones.
Hipótesis nula: La resiliencia en los adolescentes no es un factor predominante para la toma de decisiones.
Marco Teórico
Durante años las generaciones de individuos han trascendido en relación las diferentes problemáticas que se le han presentado, un ejemplo claro de ello a considerar es la adolescencia como una etapa de la vida en la persona, es decir la adolescencia es una de las etapas del desarrollo que todo ser humano pasa, y es la más fascinante y quizás la más compleja, ya que es una etapa de formación en la que cada individuo con sus características propias y únicas generará su propia personalidad, asumirá nuevas responsabilidades y experimentará una nueva sensación de independencia, es por esto que se dificulta un poco su definición, la cual nos atreveremos a establecer desde un punto de vista psicológico, como una etapa de la vida humana que comienza con la pubertad y se prolonga durante el tiempo que demanda a cada joven la realización de ciertas tareas que le permiten alcanzar la autonomía y autosuficiencia con el fin de hacerse responsable de su propia vida. La forma que adquiere la realización de estas tareas está supeditada a las características de la época en que al adolescente le toque vivir, de acuerdo a su particular situación familiar, de lugar, de género, de clase social. (Weissmann).
Sin duda alguna estas características que hacen totalmente personal e individual la vida de cada adolescente, es por su parte compleja por no determinar un rango de edad especifico por lo cual, según Susana Quiroga, profesora de Adolescencia de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, la divide en tres momentos: adolescencia temprana (entre 13 y 15 años), en la que se suelen intensificar las conductas rebeldes y el mal desempeño escolar; adolescencia media (entre 15 y 18 años), donde ubica los primeros noviazgos y la formación de grupos de pares; y la adolescencia tardía (entre 18 y 28 años), que es el tiempo de resolución de las problemáticas que conducirán al adolescente hacia la adultez.
Sin embargo acorde a Kohlberg, psicólogo norteamericano, se definen tres niveles en el desarrollo moral del ser humano, y por ende del desarrollo en la toma de decisiones, cada uno de los cuales está relacionado con la edad, iniciando con el nivel pre-convencional que generalmente tiene una duración de los 4 a los 10 años de edad, el segundo nivel es llamado convencional y se ubica en un rango de 10 a 13 años y por último se encuentra el tercer nivel también llamado pos-convencional o de los principios morales autónomos, en la teoría los adolescentes se encontrarían en el nivel 2 y 3 de los antes citados.
En el papel convencional (de los 10 a los 13 años) se pretende agradar a otras personas. Todavía observan los patrones de otros pero los han interiorizado en cierta medida. Ahora quieren ser considerados buenos por gente cuya opinión es importante para ellos. Son capaces de asumir los papeles de figuras de autoridad lo suficientemente bien como para decidir si una acción es buena según sus patrones. Con lo cual, tienen en cuenta las expectativas de la sociedad y sus leyes sobre un dilema moral.
Y el papel pos-convencional o de los principios morales autónomos (de los 13 años en adelante) en este nivel se llega a la verdadera moralidad. Por primera vez, la persona reconoce la posibilidad de un conflicto entre dos patrones aceptados socialmente y trata de decidir entre ellos. El control de la conducta es interno ahora, tanto en los patrones observados como en el razonamiento acerca de lo correcto y lo incorrecto.
Los juicios están basados en lo abstracto y por principios personales que no necesariamente están definidos por las leyes de la sociedad.
Acorde con estas clasificaciones se pueden notar diferentes problemáticas en cuanto al adolescente y su particularidad en la toma de decisiones en los diversos momentos de su adolescencia ya que cada vez se le pide se haga más responsable y autónomo, sin embargo de acuerdo con Donald Winnicott, médico pediatra y psicoanalista inglés, el máximo bien del que puede disponer un adolescente es precisamente la libertad para tener ideas y actuar por impulso, o en su defecto decidir, esta palabra tiene sus raíces del latín decidiré, que significa cortar, resolver, solventar, solucionar, en otras palabras es cortar la dificultad, formar un juicio definitivo sobre algo dudoso o contestable, decidir una cuestión, tomar determinación de algo y mover a alguien a la voluntad, a fin de que tome cierta determinación o acción sobre una situación en especial.
Esto presupone un problema per se, ya que se le otorgan responsabilidades al adolescente, esperando que sea un adulto demasiado pronto, pero siendo tratado como un chiquillo impulsivo, con lo que el desafío hacia la autoridad, e incluso las conductas delictivas, es un reclamo de límites, donde el adolescente busca la contención de los adultos. La confrontación con los adultos en el plano simbólico (discusión de ideas) permite poner en juego la fantasía de asesinato (que suele presentarse con frecuencia bajo la forma de temor a que al otro le pase algo) sin llegar al asesinato en lo real. (Weissmann) En este planteamiento se encuentra un problema ya que se puede confundir fácilmente, y dejarlos en completa libertad, lo cual es igual de negativo para el adecuado desarrollo del adolescente, ya que si hay algo que caracteriza a la adolescencia y, que marca una ruptura con respecto a la infancia, es, por un lado, el desarrollo de las relaciones sociales, especialmente, las relaciones de amistad y las relaciones amorosas con sus compañeros de edad, y por otro la renegociación de las relaciones con los padres, a lo cual la completa libertad sigue dejando a la deriva al adolescente en cuanto a su toma de decisiones.
El adolescente para poder construir su propio espacio, encontrar su lugar en el mundo, necesita contar con mayores que lo respalden desde espacios reales (la casa, la escuela, el trabajo), brindándole reglas claras acerca de lo que está permitido y lo que no, y
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