Legitimidad como base del cumplimiento de la ley.

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El vínculo que existe entre el soberano y los súbditos descarta que el lazo se halle en la fuerza o la sumisión, sino que por el contrario, los hombres voluntariamente renuncian a un estado de natural inocencia para someterse a las reglas de la sociedad, a cambio de beneficios mayores inherentes al intercambio social. Este consentimiento voluntario se materializa a través de un contrato, el Contrato social en este caso. Rousseau (1984) afirma: “Para vivir en sociedad, los seres humanos acuerdan un contrato social que les otorga ciertos derechos a cambio de abandonar la libertad de la que dispondrían de estado de naturaleza. Siendo así, los derechos y los deberes de los individuos constituyen las cláusulas del contrato social" (p.56).

La ley un conjunto de reglas que reconoce la supremacía legal

Otro de los argumentos que permitirán analizar la garantía del cumplimiento de la norma es la relación que Mockus plantea entre ley, moral y cultura, siendo la ley un conjunto de reglas formales mientras que la cultura reglas informales que desconoce la supremacía legal. En cuanto a lo moral también son reglas informales, por la que se guía el individuo, pero no son compartidas socialmente. En otras palabras, la visión de moralidad es la de un relativismo extremo: lo moral es lo que cada cual cree que es moral y le sirve de guía para su conducta.

Para Mockus no puede haber acuerdos posibles si cada cual cree juzgar de acuerdo con su moral, y está es diversa, así que decidieron deja la moral a un lado y solo aceptar la ley como un tipo de acuerdo legitimo que posibilita la convivencia.

Teniendo claro lo anterior, otro argumento a plantear es el de Cristina Villegas quien propone que la solución de suprimir la moral no funciona, puesto que la legitimidad de la ley reside en los principios morales universales. La ley es legitima en la medida en que está justificación se basa en los principios morales. Tugendhat afirma: “una moral universal, está justificada porque no plantea privilegios o beneficios individuales, sino formas de actuar que deberían ser aceptadas por todos. La persona moral, será la más dispuesta a cumplir la leyes y la ley” (p.23).

En mi opinión la legitimidad que se cobijan bajo los principios morales, permiten demandar acuerdos vinculantes para los miembros de una sociedad, de tal manera que lo que se debe promover es el desarrollo moral para lograr un acatamiento de la ley.

Para M. Castells el Estado, tradicionalmente el centro de poder, está siendo desafiando en todo el mundo, la resistencia al orden jurídico y normativo ha aumentado sucesivamente a lo largo de los procesos sociales y económicos que han puesto en crisis la legitimidad política que debilita su influencia sobre los ciudadanos, uno de esas transformaciones son la globalización que limita su toma de decisiones soberana, la presión del mercado hacia la desregulación su capacidad de intervención sobre el control de las conductas ciudadanas. “el panorama político se ha transformado en todas partes porque la asociación de los políticos con conductas escandalosas contribuyen a la desafectación de los ciudadanos hacia las instituciones y la clase política” (Castells M, 2005).

El arraigo del escepticismo respecto a la forma de gobierno y la dominación sobre un país da la sensación que la situación política y los mecanismos de cumplimiento de la ley están siendo ignorados.

En conclusión, diferentes organismos son responsabilidades de hacer cumplir la ley. Una investigación puede ser iniciada por una entidad de supervisión, para posteriormente ser encomendada a una entidad de aplicación de la ley. Las autoridades pueden juzgar y procesar al presunto autor, y las cortes deben emitir sentencia si el demandado es encontrado culpable.

El cumplimiento efectivo de la ley requiere de un sistema legal que funcione, que se respete la ley y que exista un reconocimiento legitimo de ella por parte de los ciudadanos para garantizar la regulación del orden y para establecer la conducta de la sociedad. La legitimidad en las leyes y la credibilidad de las normas jurídicas aseguran la integridad del sistema de aplicación de la ley.

Bibliografía

Bovero, N. B. Origen y fundamentos del poder político. Colección enlace Grijalbo.

Gomez, E. S. Legitimización y racionalización . Universidad Autonoma Metropolitana : Anthropos.

Bobbio, N. Estado, Gobierno y Sociedad-Por una teoría general de la política (Primera edición ed.). México: Fondo de cultura económica.

Verba, G. A. (1992). La cultura política. Barcelona : Ariel .

Mockus, A. Convivencia como armonización de ley, moral y cultural.