Licenciatura en Ciencias de la Educación

...

Realizando un análisis más que superficial sobre la reforma educativa, se puede identificar la redundancia que se le da al tema de la gestión escolar, que en la práctica solo se encargaría de administrar tiempos y personal, ya que no se cuenta con los recursos económicos que garanticen la calidad de la educación, que es uno de los estandartes principales de la reforma educativa. Sabemos de sobra de la falta de atención por parte de las instancias gubernamentales respectos a los insumos básicos para limpieza, en los casos menos extremos, ya que en comunidades apartadas, las escuelas ni siquiera cuentan con espacio adecuado para que los niños realicen las necesidades básicas humanas.

Con el establecimiento del Servicio Profesional Docente se pretende regular los procesos de Ingreso, Promoción, Reconocimiento y Permanencia, bajo la evaluación de habilidades en la práctica, el conocimiento y los méritos, pero ¿Quién evalúa? ¿Qué habilidades están evaluando? ¿Cómo evaluar la práctica con exámenes teóricos? Se requiere de personal que haya estado involucrado y altamente capacitado, que conozca la dinámica de aprendizaje dentro del aula, solo alguien con estás atribuciones podría estar capacitado, sin mencionar con alto sentido de la ética para evitar las prácticas que han ensuciado y aletargado el desarrollo de nuestra nación por medio de la educación.

Sin duda, la más polémica de las estrategias fue la creación del INEE, institución completamente independiente de la Secretaría de Educación, pero cuyo Presidente, según su ley orgánica, es nada menos que el Ejecutivo Federal, entonces como puede ser una evaluación objetiva de las políticas en curso, si quien juzga es parte del problema.

Si bien el eje de la reforma, es la “creación” de mecanismos que permitan la evaluación objetiva de los docentes, ¿Por qué no evaluar los programas y las los contenidos curriculares también? Los modelos educativos que se supone dotan al alumno de herramientas necesarias para enfrentar los desafíos de una sociedad cambiante y cada vez más exigente con aquel que pretende alcanzar otro peldaño más dentro de nuestra estratificada estructura social son, si no del todo obsoletos, atrasados en comparación a los utilizados en otras naciones en vías de desarrollo. Aunque, tal vez la solución sea mirar a nuestro país, comprender a nuestra gente y sus necesidades y así conscientes de nuestra propia situación, diseñar un modelo que nos permita avanzar con todas nuestras particularidades como mexicanos pero al mismo tiempo nos capacite para insertarnos dentro de un mercado laboral con demandas internacionales.

Otro punto que resalta dentro de las estrategias planteadas en la reforma es el que plantea que se asegura que el presupuesto llegará a manos de las instituciones escolares para que sean ellos quienes gestionen y administren tales recursos en pro de cubrir las necesidades de infraestructura de las escuelas, punto que se ha incumplido puesto que las escuelas siguen pidiendo a los padres de familia las cuotas, que si bien la ley hace mención acerca de que el incumplimiento de estás no facultará a la escuela para prohibir el ingreso a los alumnos, si prevé que su administración debe ser transparente, cayendo así en una contradicción que deja ver la falta de administración y el desvío de los recursos destinados al sector educativo. Cabe mencionar que según datos de la OCDE, México es uno de los países que destina un mayor número de recursos a la educación en comparación con otros que forman parte de la organización y aun así se encuentra muy por debajo de otros que invierten menos dinero en este sector. ¿Qué está pasando con esos recursos?

En conclusión, la reforma educativa es más de lo mismo, bajo un enfoque tecnócrata que llega muy tarde a formar parte de la gestión escolar. Se reafirman los papeles de muchos puestos que ya existían y se vuelve a dejar completamente en manos de los profesores la responsabilidad de ser indicadores de la calidad educativa del país.

Habremos de esperar en los próximos años para saber cuáles son los verdaderos resultados de la ejecución de la reforma educativa del sexenio más polémico de los últimos años.